10. Firts kiss.

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'¿Quién dice qué los enemigos no pueden gemir juntos?'


| Barbara West Love is destroy.

La fiesta transcurría normal, todos nos estábamos divirtiendo, Dylan y Brad estaban tomando mucho más de lo qué acostumbran mientras Kyla y yo nos encargábamos de qué no hicieran ningún espectáculo y también lidiábamos con aquellas qué se querían acercar para sacar provecho de su situación.

Bueno, en realidad no todos nos estábamos divirtiendo. Dylan y yo no hemos bailado ni mucho menos hablado luego de lo qué paso hace ya unas horas y podía decir qué me sentía fuera de lugar.

Luego de qué casi nos descubrían teniendo ese pequeño momento de intimidad todo se volvió confuso, Kyla nombro una fiesta en el Heaven, todos se pusieron de acuerdo y aquí estamos. A diferencia qué Dy en todo el camino no me dirigía la palabra, y el coche sólo se llenaba de risas de Brad y mi mejor amiga.

Intercambió un par de palabras y bromas con ellos qué no fueron de mi agrado, pero nunca conmigo, era cómo sí para él nada hubiese pasado o al contrario, era algo de costumbre para él.

La temática de la fiesta era 'todo arriba libre', se trataba de qué la parte de arriba tenía qué estar descubierta o con algo diminuto y cómo no tenía tiempo de ir a cambiarme y luego venir, decidí agarrar una tijera casera qué Dylan traía en la guantera y recortar un poco mi blusa negra. 

Al entrar todo lo qué veías era hombres desnudos arriba, y mujeres sólo con brasier, definitivamente las temáticas se las tomaban en serio. 

Volviendo a lo de Dylan, es realmente horrible lo qué pasa en estas ocasiones, cuándo estás dando algo de ti y luego la persona actúa sin importancia cuando a ti te cuesta abrirte emocionalmente, por eso muy poco hay qué hablar o sentir, nadie lo valora más qué tú.

Me excusé para ir al baño dejando sonar 'Die for you' de The Weeknd. En este club habían 2 baños de damas y 2 de caballeros, los 2 primeros son dónde más fila se hace para entrar y los otros 2 son pagos, sorprende la cantidad de dinero qué te piden sólo por retocarte el maquillaje en privado y demás.

De igual forma para no perder tiempo me dirigí a los 2 últimos y espere unos 4 minutos mientras salían los qué estaban antes.

— ¿Me tengo qué quejar por verte en todos los lados qué frecuento? — La voz masculina gruesa y ronca me hizo voltear sólo para descubrir qué por segunda vez en la noche estaba viendo a Justin Bieber detrás de mí.

— ¿Debería gritar para qué me vengan a rescatar? — Rodee los ojos y camine 2 pasos más adelante para establecer una distancia entre nosotros.

— Sólo sí de verdad quieres qué te secuestre. — Lo dijo susurrando en mí oído, adiós distanciamiento físico, podía sentir todo su cuerpo pegando contra mi espalda.

El chico encargado me hizo seña qué podía entrar, escuche algunos murmullos y luego cómo era de esperarse, él seguía detrás de mí.

— ¿El baño de hombres no es del otro lado? — Pregunté cruzándome de brazos. — Pagué para tener privacidad y ahora tú la estás invadiendo.

— Yo pagué para qué la privacidad la tuviéramos los dos. — Se acerco peligrosamente demasiado hacía a mí agarrando mis manos y entrelazándolas con las de él. — Cuéntame algo, Barbara.

— Para contar algo tienes qué confiar y créeme, es lo menos qué hago contigo. — Solté sus manos para entrar a uno de los cubícalos del baño.

No cerré la puerta porqué su mano me lo impidió y entro conmigo, el cubículo era mediano, pero de igual forma con el cuerpo y altura de Justin lo hacía ver muy pequeño.

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