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Nuestros labios se funden en un caluroso beso y en ese preciso instante pierdo la cordura.

Mis dedos se hunden en su bella cabellera y él hundió sus manos en mi cintura con algo de fuerza, gruñe con algo de suavidad cuando me detengo por falta de oxígeno y sonrío por ello, anhelando más de él. Nuevamente introduce su lengua en mi cavidad bucal y suelto un pequeño suspiro cuando me acaricia la cintura. Nuestros labios se mueven al compás como si todo hubiese sido planeado desde un principio. Muerde mi labio y suelto un gemido.

He deseado este momento en que lo conocí, en el momento en que mi lobo me avisó que era mi alfa.

Pero se siente mal, se siente demasiado mal.

¿Cómo se sentiría mi hermano si se entera de esto?

Me separo de él y las lágrimas no dudan en salir de su escondite.

¿Cuándo comencé a ser tan llorón?

Me siento mal.

Pero al mismo tiempo siento que lo necesitaba.

¿Qué tal Sunghoon deje de hablarme?

No, Dios. Eso me destruiría aún más de lo que estoy.

Él me mira con curiosidad y doy un paso hacia atrás, sabiendo que con cualquier palabra que me diga, caeré ante sus pies.

Pero jamás me esperé lo que salió de sus labios, unos segundos después.

Estoy seguro que estaba nervioso por decirme, se podía ver en sus ojos como luchaba consigo mismo pero luego lo soltó.

— Te amo, Omega mío.

Y luego todo se rompió como si todo este tiempo, hubiera vivido en una bola de cristal, junto con mis lágrimas.

Crystal tears. ‹𝟹 Sungsun Where stories live. Discover now