El Trabajo de una Concubina Imperial

Capítulo 106

En poco tiempo, la noticia de que el Emperador había otorgado regalos especialmente a la familia paterna de la Consorte Zhao se extendió por todo el palacio trasero. La envidia llenó los corazones de las concubinas imperiales, pero ¿quién le dijo a la Consorte Zhao que quedara embarazada? Sin mencionar que también sabía cómo retener el corazón del Emperador. El Emperador la mimó de buen grado. Así que solo podían mirar con envidia.

En la víspera de Año Nuevo, el Emperador le otorgó a la familia Zhuang un pergamino de caligrafía con el personaje de la fortuna. Y también platos de comida con nombres auspiciosos. Sin embargo, las mujeres del harén imperial encontraron extrañas tales acciones. Dicho esto, los sirvientes trataron a la gente del Palacio Xihe con aún más respeto.

El día de Año Nuevo, las concubinas imperiales deben presentar sus respetos a las tres personas de mayor rango del harén. Debido a que Zhuang Laoyan estaba engordando durante el embarazo, se sintió aliviada de no tener que moverse demasiado. Hasta el punto en que ni siquiera tuvo que inclinarse, simplemente necesita hacer acto de presencia cuando la fiesta llegaba a su fin.

Anteriormente, todas las familias y funcionarios influyentes pensaban que entendían los problemas que enfrentaba el Emperador. Después de todo, el Emperador tenía pocos hijos. Ahora, la Consorte embarazada Zhao ya poseía su favor. Además, su experiencia era decente. Debido a que estaba embarazada, sería aún más cuidadosa, y si el niño es un príncipe, el clan Zhuang florecerá en el futuro.

Zhuang Laoyan sostuvo un cuenco de leche de nueces y maní, tomando lentamente sorbos. Después de un buen rato, solo había terminado la mitad del cuenco. Miró por la ventana la nieve que se hacía cada vez más pesada. No queriendo terminarlo, dejó el cuenco. –Quita esto.

Yunxi, que estaba a un lado, se apresuró a recogerlo y entregárselo a una pequeña sirvienta de palacio. Luego ajustó cuidadosamente el cojín detrás de Zhuang Laoyan. –Su Alteza, ¿se siente incómoda en alguna parte?

–Estoy bien–. Zhuang Laoyan apoyó su cintura mientras se levantaba lentamente hasta ponerse de pie. Cuanto más grande crecía su feto, más dolor sentía. Durante la noche, el movimiento del feto le provocó problemas de sueño. Durante el día, no podía sentarse ni acostarse por mucho tiempo. Aunque sus cuatro extremidades no estaban hinchadas, sus pies ocasionalmente se contraían, prácticamente lo suficientemente dolorosos como para causar lágrimas.

Recientemente, las cocinas cocinaban mucha sopa que usaba huesos como base. Y bebía tanto de ellos que cada vez que pensaba en sopas, tenía ganas de vomitar. Hoy era el tercer día del año nuevo, pero lo que sentía no era la alegría del año nuevo, sino una inquietud e irritabilidad indescriptibles.

Yunxi sabía que las mujeres se enojarían fácilmente una vez embarazadas, por lo que apoyó con cuidado a Zhuang Laoyan cuando dijo: –Su Alteza, esta esclava ha escuchado que nuevos artistas de circo han llegado al palacio. ¿Qué tal si los llamamos al salón lateral del palacio para que actúen en su honor?

–Está bien–. Zhuang Laoyan asintió. Reprimiendo la inquietud e irritabilidad en su corazón, permitió que Yunxi organizara la actuación.

Poco después llegaron los artistas del circo. Todos eran inteligentes; sabiendo que la Consorte Zhao estaba embarazada, todos vestían atuendos extraños y no realizaban nada emocionante. En cambio, realizaron una comedia interesante del ámbito civil.

No mucho después de que comenzara la actuación, vieron a la Consorte Zhao estallar en carcajadas. Por lo tanto, los artistas se volvieron aún más enérgicos. La Casa de Música reunió a numerosos cantantes, bailarines y todo tipo de artistas. Poder actuar frente a un maestro fue la mayor fortuna. Como artistas de circo, originalmente fueron despreciados con respecto a su oficio. Ahora que recibieron la atención de Su Alteza Consorte Zhao, ¿no estarían tan orgullosos y eufóricos?