El linaje Black persistirá con la llegada de Ephraim Black, el pequeño hijo de Jacob Black. Un auténtico varón quien ha llegado para salvar el linaje Black y quien lleva el mismo nombre que el antiguo jefe de la tribu, en su honor. Él es su legado...
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Habían pasado ya dos meses desde el retorno de Zendaya al pueblo. Sus padres se habían mudado a Forks para estar mas cerca de ella, pero su padre se había negado rotundamente a vivir bajo el mismo techo que Jacob por lo que rechazo la invitación de vivir en su casa de la reserva, aun así, había respetado la decisión de su hija de volver a su antigua casa y al parecer, volver con Jacob. Ephraim había sido reinscrito en su antiguo instituto dentro de la reserva. Zendaya , Jacob y Ephraim por primera vez vivían juntos, como una familia. Vivir juntos les había sido tan fácil, tenían una rutina, comían juntos, Jacob llevaba al niño al colegio e iba por él, como si se trataran de un matrimonio trofeo; él más feliz con todo esto era Eph, quien por fin había encontrado un poco de luz después de tanto martirio, tener a sus padres juntos era el deseo más grande que tenía y su alegría se multiplicaba al ver a su madre intentando recobrarse.
Zendaya había cumplido su palabra, cuando recién cumplió las 14 semanas de embarazo se sometió a sus primeros estudios, ya que sabía que cualquier procedimiento era seguro para su bebe. Empezó a tomar las quimioterapias, el proceso estaba siendo duro, los efectos secundarios tras cada sesión la tenían por los suelos, lo único que la reconfortaba es saber que al menos haciendo esto su familia podía sentir un poco de esperanza. Jacob estaba con ella todo el tiempo, la acompañaba en cada momento, cuidaba de ella y velaba por ella día con día, no la había dejado sola en ningún momento. La humana sabía que no era correcto haber tomado la precipitada decisión de volver con el moreno, pero cuando el tiempo esta sobre ti no tienes tiempo de dudar y quería asegurarse de que, si su estadía en la tierra era corta, vivirla al límite y como siempre había soñado.
Después de aquel último incidente dentro de la residencia Cullen, Zeze no había hablado con Edward, este se negaba a contestarle las llamadas y cuando iba por sus revisiones con Carlisle, él nunca estaba en la casa, eso era algo que la tenía profundamente triste y aunque Jacob se percataba de ello, prefería no preguntar porque temía de cierta manera lo que pudiera contestarle, así como tampoco se atrevía a cuestionarle la razón por la que Gregory no paraba de llamarle por teléfono y aunque eso lo tenía frustrado, no quería volver a ponerla en juicio, se había prometido a si mismo confiar en ella pues perderla ya no era una opción.
El metamorfo había cambiado, drásticamente. Su temperamento empezaba a tener control, ya no perdía los estribos o al menos no con ella, se había vuelto bastante hogareño, se dividía de forma desgastante para poder lidiar con su manada y no dejar sola a Ze. Usualmente hacía sus respectivas guardias y vigilias por las noches, pues así no descuidaba del todo a su familia y aunque los chicos le habían dicho que se quedara en casa para cuidar a su mujer en ese desgastante proceso, él se había negado, sentía el deber de no dejar en abandono a los muchachos. Leah era quien acompañaba a Zendaya por las noches, asegurándose de que estuviera bien mientras su alfa hacia sus vigilias, ella aprovechaba esos momentos para descansar un poco, razón por la cual Zeze le había adaptado una habitación para que al menos estuviera un poco más cómoda.
