El linaje Black persistirá con la llegada de Ephraim Black, el pequeño hijo de Jacob Black. Un auténtico varón quien ha llegado para salvar el linaje Black y quien lleva el mismo nombre que el antiguo jefe de la tribu, en su honor. Él es su legado...
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Después de todo, Edward había tenido razón cuando deposito sus esperanzas en la joven humana. Sam no quería escuchar a nadie, pero si escucho a Zendaya. El alfa contra todo pronóstico dio por terminada la pelea y muy a su pesar había dado la orden de retirarse, era claro que ellos jamás lastimarían a ningún humano, en palabras más simples, Zendaya no solamente había salvado el pellejo de Jacob, también el de toda la familia.
Todos los lobos corrieron bruscamente sobre la tierra húmeda y de forma fugaz se habían esfumado del sitio. La familia parecía petrificada, confundidos. Zendaya permaneció aferrada al padre de su hijo hasta que sintió que las pocas fuerzas que le quedaban se le acababan y entonces sus ojos empezaron a cerrarse sin su consentimiento. Edward fue el primero en reaccionar, corriendo en su dirección. La cargo entre sus brazos mientras el resto del clan Cullen auxiliaban a Seth y Leah. Travis y Sean regresaron a su forma humana y cargaron entre sus brazos a los hermanos heridos.
—¡Llévenlos adentro! —ordeno con profunda preocupación el patriarca Cullen.
Travis y Sean asintieron obedientes a las indicaciones del vampiro. Edward acurruco a Zendaya entre sus brazos mientras esta se removía incomoda, luchando contra su propio cansancio. Jacob se incorporo a su forma humana mientras Emmett le lanzaba una bermuda. Con desesperación, el licántropo arrebato a Zendaya de los brazos de su suegro.
—Dámela —ordeno secamente.
Renesmee intento acercarse a ellos, pero su madre coloco una de sus manos en su pecho.
—Quiero ir a casa —susurro la humana quien se encogió vulnerable en los fuertes brazos de Jacob.
—Tienen que revisarte Zeze —respondió con desaliento.
—Solo llévame a casa, por favor Jake —suplico la humana con fragilidad.
Jacob la aferro a sus brazos y sin más empezó a caminar hasta el automóvil más cercano, abrió la portezuela y acomodo a la azabache colocándole el cinturón de seguridad. Zendaya lucia muy herida y apenas podía abrir los ojos, señal de que los analgésicos estaban perdiendo efecto. Edward lanzo por lo aires las llaves de automóvil y sin esfuerzo, Jacob las tomo en el aire. Se monto en el asiento, arranco con tranquilidad y volteo para mirar al cobrizo.
—Te mantendré al tanto, descuida, ellos estarán bien —dijo Edward desde su sitio.
Ness parecía realmente incomoda con la escena, empezó a caminar en dirección a su esposo pero Jacob no le dio el tiempo ya que inmediatamente después de eso, arranco el automóvil bruscamente.
Zendaya recargo su rostro sobre la ventanilla, a duras penas podía mantener abiertos sus profundos ojos azules. El silencio inundaba el vehículo, él la observaba con el rostro compungido, pero ella parecía ausente, como si su mente no se encontrará ahí.
—¿Dónde esta Ephraim? —susurro en un débil hilo de voz la castaña.
