Pausa

472 25 9
                                    

Continúo dejando que lean...

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Que buena elección de música.

Shisui había sido mi mejor compañero durante una media hora, tiempo en que Mikoto, Fugaku, Itachi y Sasuke daban palabras de agradecimiento, se integraban y saludaban a todos los que llegaban. Habíamos contado estupideces, y de paso, me había explicado un poco respecto a lo que sabía de Akane y su "linda familia", los Ito eran una familia de tres personas, cuyo dinero se invertía en pocos bienes raíces, y en la exitosa carrera de abogado del padre.

–Sé que la consiente mucho –nos habían llevado unos pequeños pasabocas, cortesía de Sasuke, quien me veía de lejos hablar con Shisui. Aunque ya no era como hace un tiempo, pues esta vez Sasuke no me enviaba miradas burlonas o pícaras por estar hablando con Shisui, sino contrarias.

Mah. Nadie lo entiende.

– ¿Es hija única? –asintió, llenando su boca de un trozo de red velvet a su boca– Eso explica mucho.

–No solo eso –masticó un par de veces más antes de pasar la comida–, sino por su madre –levanté una ceja, viendo a la mujer pelirroja que reía a gusto, abrazando a su esposo.

–No pareciera que Akane la quisiera –él negó de inmediato.

–Para nada. Y no la culpo, en ese sentido la compadezco –sus labios se hicieron una línea–. Según entiendo, la madre biológica de Akane se fue con otro hombre, porque ya tenía una familia aparte de ellos –comentó con susurros, para no dejar que alguien más escuchara, pese a que éramos los únicos en la mesa.

Parecemos los familiares chismosos que cuchichean de la gente.

» Los dejó hace poco más de... –pareció contar algo con sus dedos– Quizá cuatro años. Creo que Sasuke la conoció –volteé a verlo con sorpresa. Esa parte de la historia no la conocía.

–Oh... qué desafortunado –no era lástima lo que salía de mí, era compasión.

–Así que, se descubrió que su padre ya tenía un amorío con ella –señaló a la mujer de la mesa de su familia–. Su esposa ya tenía otra hija, menor que Akane, en otra ciudad, así que cuando se descubrió todo, ambos se fueron con las personas con quienes compartían algo informal –Por primera vez, dejé de ver a Akane como alguien misterioso y detestable. Ahora sólo entendía a una joven de menos de 20 años, cuya familia, como muchas otras, se había desmoronado, todo a su alrededor, sin que pudiera hacer algo.

–No se lleva bien con la que era amante de su padre –repasé en voz alta.

–Así es. Por eso Ito-san la trata como a una reina. Le complace en todo para que no se sienta mal, de nuevo –Estas palabras, "de nuevo", se estaban haciendo mis favoritas tratándose de Akane–. Lo único malo, es que ya la ha malcriado suficiente para hacerla algo caprichosa –me miró con un suspiro–. ¿Puedo saber algo?

–Adelante –dije despreocupada.

– ¿Por qué te llamó "Maria Antonieta"? –me miró con gracia– No tienes mucho aprecio, para ser sincero –reí a su comentario.

–Nop –suspiré, tomando entre mi dedo un poco del glaseado de queso de mi postre, y degustando con exquisitez–. Lo cierto es que nos conocimos en una circunstancia extraña –repetí la acción de la crema, llevando mi dedo a mi boca–; en una fiesta de Halloween, en donde justamente estaba vestida como Maria Antonieta, nos cruzamos y tuvimos charlas muy... incomodas –Noté que él veía la parte baja de mi labio, hipnotizado con este–. ¿Qué? –reaccionó a mi gesto.

¿Qué es el amor?Where stories live. Discover now