V.

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Habíamos desayunado juntos aquella mañana, el exterior estaba húmedo, el sol no estaba presente y la mañana estaba muy fría. Le había propuesto ver películas durante el día estando en la cama. Pusimos las palomitas en un tazón, llevábamos todo a la habitación, y afuera comenzó a llover otra vez. Nos acurrucamos, y puse la película. La luz estaba apagada, pero el reflejo del tv nos alumbraba.

-Siento que ambos tenemos muchos secretos-. Comenzó a decir ella.

-Es hora de responder lo que queremos saber del uno al otro-. Dije acariciando su mano.

-¿Dónde vive tu mamá?-preguntó con curiosidad.

-En otra ciudad, ¿y la tuya, pequeña?-le mentí.

-En otra cuidad también-. Dice, aunque no puedo descifrar si era verdad o mentira.

-¿Puedo conocerla?-le pregunté. De alguna manera tenía que presionarla para que dijera verdades.

-Sí, puedes. Cuando formalicemos lo nuestro.

-¿Lo nuestro?-repetí lo que dijo.

-¿No me vas a pedir que sea tu novia?-ella se sienta mejor en la cama, mirándome.

-Pues si, pero no sé nada de ti. No sé mucho menos tu nombre-. Quise tomar su mano pero la alejó.

-¿Y sin saber nada de mí me has tocado anoche de esa forma?-preguntó sorprendida, y quise aclarar las cosas.

-No me mal intérpretes-. Dije de una para aclarar.

-¿Entonces?-se volvió a recostar en mi pecho.

-Sí quiero que seas mi novia. Me refería que al menos me dijeras tu nombre-. Sonreí algo. Sin mostrar mucho mis dientes.

-Ane-. Pronunció. Le habia hasta creído en ese momento. Esperaba que ese fuese su nombre real.

-Ane, bonito nombre. El mío es Tae-. Dije muy simple.

-Bonito nombre-. Ella dice, dándome un besito en la mejilla.

Sonreí por su comentario, y seguimos viendo las películas. Nuestra atención estaba tan enfocada en la película que salimos del trance cuando se apagó todo, se había ido la luz, y apenas estaba cayendo la noche. Estaba oscuro afuera y sólo habíamos comido cosas leves cómo las palomitas, y galletas, algo de refresco fue lo que tomamos. Afuera comenzó a tronar, y me había dado cuenta muy tarde que estos dos días iba a permanecer lloviendo por una tormenta.

Abracé su cuerpo en la oscuridad, permanecimos algo en silencio, y alcancé el celular para ver la batería.

-¿Cuánto tienes de batería?-Ane pregunta.

-Sesenta y nueve-. Murmuré y escuché una risita por parte de ella.

-¿Qué andas pensando, pequeña?-apago el celular para dejarlo en la mesa de noche y ahorrar batería. Mis manos van a su cintura y hago que se siente en mi regazo, casi no nos podíamos ver.

-Cosas-. Se ríe.

-¿Puedo saber?-mis manos van a sus nalgas, apreto sus dos redondas nalgas con cariño. Hago que se siente más sobre mi carne que se escondía detrás del pantalón y el bóxer.

-Cosas que nos incluyen a los dos, sobre esta cama-. Menciona.

-No necesariamente debe ser sobre esta cama, puede ser también sobre la mesa, sobre el sofá, en el suelo, en la ducha-. Su jadeo me roza el mentón, y el ruido de su jadeo me llega a la polla.

-¿Y crees que todo eso me vaya a caber dentro?-dice, y menea su cintura sobre mí erección.

-Probablemente ese coño me vaya a recibir empapado-. Dije mordiendo mi labio inferior.

The Unexpected|k.th [TERMINADA]Where stories live. Discover now