VI.

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Perdiendo la noción del tiempo, de los días, de las horas, de los minutos, y de los segundos, le había robado la virginidad a esa niña y no habia señales mías de arrepentimiento. Pude ir a trabajar al día siguiente con buen ánimo, un ánimo mejor que el de costumbre, la noche cayó y pude salir del trabajo. Caminando a casa. Estaba oscuro, y sé que mi niña me esperaba en la casa.

Llego hasta la casa, abro la puerta con llave y allí estaba mi niña en el sofá dormida, al parecer se había dormido mientras me esperaba. Cierro la puerta con llave, dejo un besito en su frente y voy hasta la cocina. Había comida tapada, me senté a comer, suponía que ella lo había preparado para mí.

Comencé a comer hasta terminar y tomar un poco de jugo. Lavo el plato y lo demás, para echarle un vistazo a mi niña que aún dormía, la cargué entre mis brazos cómo estilo princesa, la llevé hasta la cama y la dejé allí con delicadeza, la arropé.

Me voy quitando la ropa hasta entrar en la ducha y tomar un largo baño. Habia terminado. Me puse el pijama cuando seco mi cuerpo, me visto en el baño con la pijama y salí. Pude ver a mi niña sentada sobre la cama mirando la puerta del baño. Le dediqué una sonrisa cuando conectamos miradas. Se veía tan bonita de cualquier manera.

Ella me sonríe, soñolienta.-Taeeeeee-. Me abre sus brazos, y voy. La abrazo sobre la cama, acurrucandome con ella a su lado. Me llena de besitos el rostro y muero de ternura.

-¿Cómo te sientes?-le pregunté con interés.

-Con bastante sueño, pero quiero estar más tiempo despierta contigo-. Sonríe.

-Estás guapa aun estando con sueño, ¿sabías?-ambos reímos.

-No sabía.

-Ahora lo sabes, mi niña-. Acaricié su vientre con cariño.

Ambos conectamos nuestros labios, la noche de ayer había sido magnífica pero no habíamos tocado ese tema.

-¿Te gustaría tener hijos algún día lejano conmigo?-me pregunta con una sonrisa.

Me lo pienso, y me lo sigo pensando mirando su rostro, me demoro tanto pensando que su sonrisa se va apagando y me siento culpable.

-¿Porque dejas de sonreír?-quise preguntar, aunque debía contestarle.

-Entonces.. eso es un no..

-¿Qué?-pregunté rápido.-No he dicho nada.

-Me hace sentir mal tu silencio-. Se quiso separar de mi abrazo pero la mantuve cerca de mí.

-Pero si quiero tener hijos contigo. Sabes, porque no haya respondido de momento, no significa que no quiera tenerlos contigo.

-¿Seguro?

-Lo estoy.

Ella me mira, le miro sus labios y quise besarla, pero dormí a su lado esa noche sin hacerle nada, ni ella a mí. Nuestros corazones eran tan sensibles y vulnerables unos a otros. Lo que a ella le pasaba me dolía a mí, y lo que a mi me pasaba le dolía a ella. Dormimos juntos, abrazados.

Cuando amaneció, los rayos del sol entraron por las ventanas y me remuevo. Abro mis ojos para encontrarme su bello rostro cerca del mío mirándome, le dedico una sonrisa y ella a mí. Unimos nuestros labios en un beso lento de buenos días, pausado, con deseo. Estaba dispuesto a echarnos un mañanero y así fue.

Sus pequeñas manos tocan mí abdomen, poco a poco nos fuimos desvistiendo entre las sabanas blancas. La humedad de su zona harían las embestidas más cómodas y placenteras. Su cuerpo sube y baja sobre mí polla, nuestros gemidos se mezclan. Con calma monta.

The Unexpected|k.th [TERMINADA]Where stories live. Discover now