¿Voy a dedicarle un capítulo de 2700 palabras a un gato callejero?
Joder claro que sí.El cielo gris, ofrecía una tarde sombría, cuando finalmente abandoné la estancia. La brisa fría, me hizo esconder las manos en los bolsillos, y la lluvia suave que comenzó a caer provocó que me dirigiera con paso apresurado hasta el Suzuki Carry.
A pesar de la incesante lluvia, que caía con más fuerza con cada instante que pasaba, me detuve al pasar al lado de las bolsas de basura apostadas a un costado del local.
Bajo la lluvia, entre las negras bolsas de basura, unos ojos grandes y amarillos me observaban con tristeza.
Me acerqué con cautela hasta el sitio. La pequeña criatura salió de entre su refugio frotándose contra mis botas mojadas.
- Hola criaturita. -Me puse de cuclillas con lentitud, procurando no asustarlo.
El animal emitió un agudo chillido.
- ¿A ti también te abandonaron?
La lluvia comenzaba a empaparme. El gato pelinegro volvió a emitir un maullido sonoro y lastimero.
- Matanga.
Lo tomé con una mano y lo envolví en el interior de mi chaqueta. No había casas alrededor, ni moradores. No parecía un gatito de casa. Pesaba menos que un globo y estaba pequeño y descuidado. Seguramente alguien lo había venido a tirar, junto a la basura.
Era un abandonado.
Para nuestra suerte Willy amaba acoger a desposeídos sin hogar.
***
- ¡Willy!
Entré con prisa rogando porque la estufa estuviera prendida. La criatura entre mi ropa se removía enérgica.
- ¿Trajiste comida para la cena? -Preguntó mi hermano, desperezándose desde el sofá de la sala, mientras miraba distraído el televisor.
- ¡Mucho mejor!
Saqué el gatito de entre mi chaqueta y lo alcé frente a él, como a Simba en el rey León.
- Laaaaa cigueeeeeñaaaa... se culió a tu mamá....
- ¡Julieta! -Su expresión y su tono denotaban espanto. Lo que no me quedaba claro, era si el motivo era nuestro nuevo integrante en la familia o mi sutil cambio en la letra del rey león. - ¡Me quieres explicar qué es eso y qué haces con él! ¡Aquí!
- Es Edwarcito. Mira tiene sus ojos. -Dije mientras lo acercaba a su cara. - Está chiquito y tiene frío. Trae una frazada para secarlo.
- Julieta, no podemos adoptarlo.
- ¿Qué clase de animalista no tiene mascotas? ¡Ah! -Contraataqué enseguida, poniendo a la criatura a un costado de la estufa. Se sacudió y estiró, para luego acomodarse muy cerca de la llama.
- Uno responsable. Y soy vegano Julieta. Es diferente.
- Me da igual. Edwardcito se queda.
- ¡Julieta! ¡Es una responsabilidad muy grande! ¿Tú lo llevarás al veterinario, comprarás su alimento, limpiarás su arenero, lo esterilizarás...?
- Tú y yo, porque lo vamos a adoptar.
- ¿Y con qué dinero vamos a llevarlo al veterinario? ¿Eh?
- Nos las vamos a arreglar. Donde comen dos, comen tres. -Tomé al gatito entre mis manos y comencé a acariciarlo. - ¿Cierto bebé? Quién es un lindo gatito...
- Ok... Tú serás responsable de educarlo.
- Ay Willy, ni que fuera un chamaco.
Willy se cruzó de brazos y nos miró a ambos con desdén. Le saqué la lengua y seguí mimando a la pequeña criatura, hasta que comenzó a maullar.
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(Fanfic de Luna Nueva) Temporada de corazones rotos
Fanfiction¿Y si Luna Nueva no estuviera protagonizado por Bella? Sino por una deslenguada, impulsiva y dramática adolescente... ¿Qué sería diferente? Bienvenid@s a "Temporada de corazones rotos". Donde no solo Bella, sufrirá del mal de amores. (Fanfic de...