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Capítulo especial.

El suave sonido del viento mover las cortinas era embriagante. Minju, permanecía durmiendo plácidamente sobre su cama hecha un ovillo, era un hábito que solía tener para buscar su propia comodidad. Aunque su cuerpo permanecía levemente activo, sus ojos se negaban a abrirse, convenciéndose de dormir un poco más. No obstante dos toques en la puerta se manifestaron.

— Señorita Park. ¿Está despierta? - No hubo respuesta por parte de la chica.

—¿Señorita Park? - insistió la empleada de la familia Park al no obtener palabras de la chica. Minju se removió suavemente de la cama, como si aquello fuera el remedio para silenciar a la mujer quien le llamaba. - Señorita Park, el joven Kim vino a verla.

El joven Kim.

Hongjoong.

Se levantó de golpe de la cama y fue directo a su guardarropa. Desesperadamente buscó algunos atuendos para usar en su cita. Había olvidado que debía reunirse con su novio, se arrepentía de haberlo hecho. Tomó un vestido azul junto a otras prendas y tomó prisa a entrar al baño a darse una ducha.

Después continuó con su rutina matutina y seguir maquillándose. Solamente se aplicaba rubor y sombras, se rió por su intento fallido de hacer algo nuevo. Se colocó sus zapatillas de plataforma y se observó en el espejo a lado de su cama.

Su radiante emoción comenzó a opacarse, envolviéndose en miedo. Se sintió tan insegura con aquella prenda y mientras se dejaba caer sobre la cómoda, buscó desde cada ángulo su inconformidad. No le gustaba como se veía.

Deberías dejar de creerte bonita, Minju.

Esas palabras aterrizaron a su mente como un flechazo con perfecta puntería.

No pudiste ser igual de atractiva que tu hermano, ahora solo das lástima.

Sus ojos poco a poco comenzaron a aguarse. Aquellos comentarios de su amor de la adolescencia comenzaban a herirle. No quería preocuparle a Hongjoong, no quería causarle lástima. No se dio el tiempo para continuar llorando y se removió todo rastro de llanto de su rostro.

—Merezco amarme. - se animó para sí misma. - Merezco ser amada aún con mi lado horrible.

Se levantó decidida y tomó un bolso de su closet. Giró la perilla de la puerta y emprendió paso al pasillo que yacía vacío, salvo a los ruidos desde la sala de la planta baja, reconoció las risas de su hermano y su pareja.

Comenzó a bajar por las escaleras, estaba nerviosa por el como le vería el chico. Sus dedos deslizaban por todo el pasamanos hasta quedar en el último escalón.

— Buenos días.

Ambos mayores quienes seguían esperando por el pasillo que conectaba con las escaleras le miraron. Hongjoong se llevó una mano a la boca al ver a su pequeña con aquel vestido azul que le había regalado en el Día Blanco. Le hacía ver como una princesa. La chica tenía una esencia elegante, lo cual le hacía ver atractiva y noble. Hongjoong lo comparó con su propio estilo aunque no tenía mucho que decir, él era muy versátil cuando de atuendos se trataba y aquello era lo que más tenían en común él y Minju.

La castaña se sonrojó de ver a su novio con pantalones de vestir negros y una camisa manga larga del mismo color, la cuál sobre este tenía un blazer oscuro. Notó además que el chico se había hecho una decoloración más en el cabello, sustituyendo el color negro a un color platinado. Todo un modelo, pensó.

Hongjoong se acercó y acunó el rostro de su novia. Los ojos de Minju comenzaron a emanar un brillo tan único, causado por su pareja.

— Buenos días, cariño. - el chico le dió un casto beso en los labios. La castaña se ruborizó ante el tacto.

𝙎𝙥𝙞𝙙𝙚𝙧𝙬𝙚𝙗. - 𝙃𝙃𝙅. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora