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— ¿Y bien?

— Eso es todo. — respondió el rubio.

Seonghwa había interrogado a Hyunjin y Minju por milésima vez. La suerte no estaba de favor para aquellos dos. Además, Minho fulminaba con la mirada al rubio. Estaba realmente dolido con lo sucedido, aunque se negaba a demostrarlo.

Minho, con el poco tiempo de relacionarse con la hermana menor de su amigo, creía estar consciente de sus sentimientos. Y tras su repentina desaparición, descubrió que aquella atracción momentánea se había transformado en un fuerte interés en la chica. Reconociendo que gustaba de ella.

Minho le gustaba estar de cita en cita con las chicas — tal cual como sus dos menores — y su amigo era consciente. Pero en el momento en que Minju apareció en su vida —descartando la noche del bar— sintió la necesidad de poner un alto a sus acciones infantiles. Se trataba de la hermana de Seonghwa, un gran riesgo para la persona que era él, se trataba de dos polos opuestos. Aunque tenía la esperanza de que podría existir una atracción, no se sentía digno. Eso lo abrumaba.

Aquello no era lo único que lo estresaba, Hyunjin era su —ahora— oponente. Él estaba consciente de que él rubio sólo tenía un objetivo, hacerla caer. Y era el motivo por el que odiaba que su amigo corrompiera a Minju. Minho en verdad quería protegerla del mal que podría causarle Hyunjin.

— Ósea que, una chica te confundió con su pareja y te persiguió, por eso recurriste a Minju. — dedujo el Park mayor aún sin creer semejante excusa. Quería darle la razón, ya había ocurrido una situación similar con su amigo el castaño. Actualmente le hacía extraño ya no ver a Minho hacer o decir fanfarronerías. Quizás ya estaba dejando de lado su inmadurez, pensó. Sin embargo, no estaba de acuerdo en que su hermana menor fuese usada para aquella malicia.

— ¿Y que nos explicas de aquella herida en el labio? — interrogó el pecoso a la castaña de forma ladina. La vergüenza se apoderó de sus mejillas, dándole el toque rojizo tan característico que la delataba.

— ¡No es lo que crees, pervertido! - agregó fugazmente el rubio, no quería tener problemas con el hermano mayor. — Tuve una pelea.

Todos abrieron los ojos en demasía.

— ¿Con quién? - preguntó Minho.

— Hey babies, volvimos. — exclamó Jisung mientras llegaba a la mesa de los chicos junto a Seungmin. Al percatarse de la tensión entre algunos presentes, miró a su compañero. El otro pelinegro había endurecido su expresión al volver a ver al rubio. Especialmente estando cerca de Minju. La chica era como lo más preciado que tenía ahora, debido a la relación que tenía con su hermano mayor. Consideraba que tanto Yeji como Hyunjin, eran igual de descarados.
La fémina al percatarse de aquellos dos y en un intento de evadir el tema del beso, los saludó.

— Seungmin, Hannie, vengan. — ambos chicos obedecieron y Minho no pudo evitar ver al pelinegro fulminando la mirada a su donsaeng y viceversa.

— Oye ¿Tú que te traes? — cuestionó a Seungmin.

— Nada. No pensé ver a un amigo aquí. — Hyunjin frunció el ceño.

— ¿Ustedes se conocen? —interrogó Seonghwa.

— Apenas nos conocimos, ¿O no, Seungminnie? — ironizó el rubio mientras señalaba su labio roto. La fémina agrandó los ojos en demasía al ver aquella herida y miró a su amigo.

— Eso pasa por impacientarme, querido. — respondió el pelinegro con el mismo tono que usó el rubio. Quería ahorrarse la palabra "cuñado". Ahora que había arreglado las cosas con los hermanos Park, no quería dar detalles de su compromiso.

𝙎𝙥𝙞𝙙𝙚𝙧𝙬𝙚𝙗. - 𝙃𝙃𝙅. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora