El cuarto año de Jade había sido un tanto complejo, en todos los sentidos.
Si bien habían cosas las cuales le alegraban que hayan pasado... habían otras las cuales... habían sido algo enredosas.
Sin embargo no se compararía con este año.
¿Su mejor a...
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—¿Creen que es cierto que los exámenes de este año serán muy duros?
—¡Oh, ya lo creo! —exclamó Ron—. Los TIMOS son muy importantes, y del resultado dependerá el tipo de ofertas de empleo a las que puedas presentarte más adelante.
—Además —agregó JJ—, este año se puede pedir consejo sobre las diferentes carreras. Me lo ha dicho Bill. Así puedes elegir qué ÉXTASIS quieres hacer el año que viene.
—¿Ustedes ya saben qué les gustaría hacer cuando salgan de Hogwarts? —preguntó Harry, cuando salían del Gran Comedor y se dirigían hacia el aula de Historia de la Magia.
—Pues no —contestó Ron—. Salvo... bueno... —añadió un tanto avergonzado.
—¿Qué? —lo animó Harry.
—Bueno, no me importaría ser auror —declaró Ron con brusquedad.
—A mí tampoco —repuso fervorosamente Harry.
—Pero los aurores son... la elite —comentó Ron—. Para ser auror tienes que ser muy bueno. ¿Y tú, Hermione?
—No lo sé. Creo que me gustaría hacer algo que valga la pena.
—¡Ser auror vale la pena! —exclamó Harry.
—Sí, ya lo sé, pero no es lo único que vale la pena —dijo Hermione con aire pensativo—. No sé, si pudiera seguir trabajando en la P.E.D.D.O... —añadió.
—Bueno, a ti ni te preguntamos, JJ —dijo Ron, tratando de evitar el tema de Hermione.
—¿Aún sigues interesada en ser jugadora? —preguntó Hermione—. ¿No has pensado en otras cosas?
—Realmente... no. Digo, no he pensado en otra cosa —explicó la de ojos avellana—. Yo sé que seré una gran jugadora —asintió convencida.
—La mejor cazadora —Harry se le unió.
—Pero... ¿Y económicamente?
—Oh Hermione, ¿realmente sabes cuanto gana un jugador de quidditch? —dijo Ron, riendo—. JJ tendrá miles de galeones.
—Además, viviré con mi papá. Me ha dicho que tengo herencia por parte de mi madre y de él —mencionó Jade—. Así que si lo invierto bien no tendré que trabajar de otra cosa.
—Bueno, es que realmente ni necesitas trabajar —hablo Ron—. Con tu herencia tienes para vivir más de siete veces, con las mejores cosas, y manteniendo a una numerosa familia.
«Más el dinero que yo tengo en la bóveda... Sí, sin duda ella y yo podríamos vivir bien en un futuro.» Pensó Harry.
—¿Qué pasaría —les preguntó Hermione cuando salieron del aula a la hora del descanso— si este año me negara a prestarles mis apuntes? Y no pueden responder que se los pedirían a JJ.
