El cuarto año de Jade había sido un tanto complejo, en todos los sentidos.
Si bien habían cosas las cuales le alegraban que hayan pasado... habían otras las cuales... habían sido algo enredosas.
Sin embargo no se compararía con este año.
¿Su mejor a...
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—Bueno, creo que ha ido muy bien —opinó Hermione alegremente unos momentos más tarde mientras los cuatro salían de Cabeza de Puerco a la intensa luz de la mañana.
—Ese Zacharias es un cretino —dijo Ron mirando con rabia a Smith, que iba delante de ellos, apenas distinguible en la distancia.
—A mí tampoco me cae muy bien —admitió Hermione—, pero me oyó hablar con Ernie y Hannah en la mesa de Hufflepuff y parecía muy interesado en venir. ¿Qué querías que hiciera? Y en realidad, cuantos más seamos, mejor. Mira, Michael Corner y sus amigos no habrían venido si JJ no hubiera hablado con ellos, a mi no quisieron escuchar.
—¡Bah! Eso es porque JJ les gusta —Ron hizo un gesto con su mano, restándole importancia, un poco de su cerveza de mantequilla salió disparada al suelo.
—¿Ah, si? —murmuró Harry—. Vaya, supongo que no estaría mal que tenga una plática con ellos —finalizó dándole un último trago a su botella.
Al darse cuenta que los tres antes mencionados esperaban en una esquina de una calle y miraban a la dirección de Jade, aprovechó y pasó su brazo por la cintura de la chica, acercándola más a él y dándole un beso rápido.
—¿Saben qué agradezco? —comentó Jade—. Que Ginny haya controlado a Colin, sino fuera por eso él no hubiera parado de hablar.
—Cierto —Hermione dijo, apenas notándolo—. Se nota que su relación va mejor de lo que pensábamos ¿no, JJ?
Ron, que estaba bebiéndose las últimas gotas de cerveza de mantequilla de su botella, se atragantó y derramó toda la que tenía en la boca.
—¡¿La relación DE QUIÉN?! —gritó. Tenía las orejas ardiendo—. ¿Mi hermana está saliendo con...? ¿Ginny sale con Colin Creevey? ¿El mismo que perseguía a JJ y a Harry?
—Sí, ese mismo...
—¿Desde cuándo salen juntos?
—No tiene mucho —explicó Hermione con serenidad. Habían llegado a la calle principal, y Hermione se detuvo frente a La Casa de las Plumas, en cuyo escaparate había una hermosa exposición de plumas de faisán—. Hum... Me encantaría comprarme una pluma nueva.
Y entonces Hermione entró en la tienda y los otros la siguieron.
—Ya no me cae bien —dijo Ron de inmediato.
—No me sorprende —respondió Hermione por lo bajo.
—Pero ¡si yo creía que a Ginny le gustaba JJ! — comentó Ron mientras seguía a Hermione por delante de una hilera de plumas expuestas en tarros de cobre.
