Capitulo 2

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Madeleine

Se me cortó la respiración. Estaba tan nerviosa. ¿Por qué hizo esto...? ¿Por qué recordar todo esto? Han pasado seis años

Pero yo misma tengo la culpa. No me encontró, yo misma vine a él. Sin saberlo, todo sucedió, pero aún así...

¿Y por qué diablos me cayó todo esto encima en un momento tan difícil de mi vida? ¿Por qué no hace un año? Sin embargo, irónicamente, nuestro primer encuentro con Ivanov tuvo lugar cuando mis asuntos estaban aún peor que ahora. Es una persona que una vez resultó estar cerca en tiempos difíciles.

- No quiero decir nada, Alexander - exhaló nerviosamente, bajando la mirada a mis rodillas - Lamento mucho que esto haya sucedido ahora...

- ¿Te arrepientes del pasado?

- Tenía dieciocho años, ¿de acuerdo? - Grité más fuerte que de costumbre.

Los ojos de Alexander se oscurecieron, llenos de ira, incluso de rabia. Apretó las manos en puños. Como si apenas se estuviera conteniendo. Obviamente no le gustó la forma en que estaba tratando de explicar todo.

- ¿Eso es una excusa? - inclina la cabeza ligeramente hacia un lado.

Pensé que me había olvidado de nuestra historia. Pero ahora, mirándolo a la cara, como si todo hubiera sucedido ayer: nuestro conocido y un tormentoso pasado conjunto. No se olvidan de esto... Para mí, esta fue mi primera experiencia de relación. Después de esta historia, solo estuve cerca de mi esposo actual. Nadie más.

- ¡Aquí está el teléfono! - Ivanna volvió a la sala de estar.

Respiré aliviada y comencé a sonreír, mirando a la chica. Que linda es ella. Ese cabello dorado claramente no es de su padre, Debe haber sido con su madre, que no está segura de dónde está.

- Damelo - el padre le tiende la mano y la hija se apresura a darle el teléfono.

Inesperadamente para mí, Ivanov se levantó ligeramente de su silla y me entregó el teléfono. Para ser honesta, no creí hasta ese momento que él quisiera ayudarme de alguna manera.

- Gracias - Le arrebato el teléfono, tocando accidentalmente su brazo. mano caliente. -  Yo... yo llamare rápido

Marcó el número de mi hermana de memoria en el acto.

Dasha respondió casi de inmediato, con una voz muy alegre. Si tan solo no hubiera empezado a celebrar todavía...

-¡Dash, hola! Soy yo, Made

- ¡Oh, hola, hermanita! - todos los presentes podían oír perfectamente a mi hermana.

- Podrías venir esta casa... um... ¿Cuál es tu dirección?

- ¡Mármol, 45! - Dice Ivanna

- Gracias - le sonrío a la chica. - ¡Mármol, 45, Dash! ¡Está fuera de la ciudad! Mi coche está atascado aquí. no puedo irme

- ¡¿Qué estás haciendo ahí?! ¿Dónde está Martín ?

- Él... - de nuevo lanzo una mirada a Alexander, que me mira fijamente - Te lo contaré todo más tarde. ¿Vendrás por mí? - mordi mi labio.

- Por supuesto, por supuesto... Solo esperame hay ... - Dasha se ríe, hay algunas que otras voces. - Estoy en el próximo pueblo ahora. Sólo puedo llegar en dos o tres horas. ¿Estarás esperando?..

- Sí... Sí... ¡Te estare esperando, Dash! - Me apresuro a apagar y, levantándome, le devuelvo el teléfono a Ivanov . - Gracias. Mi hermana.ya viene -  Me levanto del sofá. - Voy a mi coche.

Mamá para su hija© { ✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora