Capítulo 26

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Madeleine

Cuando llamamos al teléfono de la casa  donde estaba Ivanna, Alexander llamó a su hija y le dijo que se preparara para irnos. Cuando llegamos a la casa

La niña ya nos estaba esperando detrás de la verjas, La acompañaba su amiga con un sombrero rosa, Ambas tan lindas, Las envidio... Daría todo por parir una niña así, al menos una vez.

- ¡Hasta luego, Katya! ¡Te llamaré! - se despide de la niña y se apresura a subirse al asiento trasero, despues de sacudirse la tierra de las botas, aparentemente su padre a menudo le recordaba esto.

- ¡Hola padre! ¡Hola Madeleine !

- ¡Hola! - exclamo.

- Oye. ¿Cómo la pasaste con Katya?  - preguntó su padre. - ¿Te gusto estar con ella?

- ¡Fue grandioso! ¡Jugamos mucho! ¡Y leímos una historia de miedo!

- ¿Te gusto la historia?

- ¡Me encanto!

- Que bueno - le responde Alexander

- ¿Qué estaban haciendo mientras yo estaba fuera? ¿Se Divirtieron?..

Alexander y yo nos miramos y sonreímos

- Sí, Ivanna , nos divertimos mucho.

- ¡Papá, vamos para la playa!

- Mmm... buena idea,Hace mucho tiempo que no piso el mar

- Vamos mañana, Ivanna, hoy nos quedaremos en casa, fuimos a recoger las cosas de Madeleine, Ella necesita arreglar todo hoy.

- ¡Oh genial! ¿Y puedo ayudar?

- Por supuesto que puedes, - me dirijo brevemente a la niña

- ¿Vas a vivir siempre con nosotros ahora?

- Lo hará - responde Alexander por mí. - ¿No te molesta?

- ¡No, estoy feliz! ¡Viviremos como una familia! ¡En la escuela ya nadie dirá que no tengo madre! ..

- ¿Quien te dijo eso? - pregunta Alexander- no me lo dijiste. ¿Por qué?

- No era mi intención quejarme, quejarse es malo.

- No es para quejarse, Ivanna, tienes que contarle todo a tu padre, tienes un padre tan maravilloso, solo están celosos de ti. Cuéntale todo a tu padre, ¿de acuerdo?

- ¿Puedo decírtelo ahora a ti también?

- Si, a mi también.

* * *

Dejando mis cosas en el pasillo, me apresuré a la cocina para cocinar algo, esta decisión me tomó espontáneamente, solo lo pensé y decidí que podía cocinar una comida para todos nosotros.

Alexander terminó de hablar con su hija y vino a la cocina, viéndome hurgar en los gabinetes.

- ¿Estás buscando algo?

- Buscando... el... arroz

- No tengo idea de dónde está, no compro comida, una mujer viene a la casa para hace todo esto. Pero son las vacaciones... Podemos pedir algo o...

- No, puedo cocinar yo misma, como esta mujer compra todo, aquí debe haber arroz. ¡Ay, aquí está! - Sacudo la caja. - Conozco un plato delicioso... ¡Ah! - Jadeé cuando sentí sus manos en mi cintura, lo que me dio la vuelta. - ¿Qué?

Alexander se inclina hacia mí, comienza a frotar su nariz contra la mía.

- No tienes que estar aquí para cocinar

- Pero yo quiero.

- Esto no es realmente necesario, necesito una esposa, no una cocinera, no importa si no puedes hacer nada, pero aun así me harás feliz... si estás aquí

- Lo siento, pero no soy una esposa trofeo - me río. - Para mí, todo esto es una locura... Que alguien más esté limpiando, cocinando...

- La casa es grande, creo que necesitarás ayuda. No vas a renunciar a tu trabajo, ¿verdad?

- No, Me gusta mi trabajo.

- Bueno - Él tira de mí - Quiero que estés cómoda.

- Ya estoy bien contigo, no tienes que pensar en nada especial para mí, Alexander no voy a ir a ninguna parte.

- ¿Qué tal divorciarte lo antes posible?

- Estoy totalmente de acuerdo, pero...

- ¿Pero? - entrecierra los ojos.

- Quiero... un poco de paz, Yo... he estado buscando razones para divorciarme durante los últimos seis meses

- Así que no tiene que retrasarse, solo necesito tu firma

- ¿Mi firma?..

- Bueno, sí un hombre vendrá aquí con una carpeta para que firmes.

- ¿Y qué hay de su firma?

- Se puede pasar por alto si no tienen hijos, y no reclama su propiedad, el, por supuesto será llamado Y si él no viene, entonces te divorciarás de todos modos.

- ¿Es así de simple?

- Simplemente tengo los conocidos adecuados - Alexander sonríe - Sí, tengo mucha prisa por convertirte en una mujer libre.

- ¿No te gusta acostarte con una mujer casada?

- No es de mi agrado - responde Alexander con moderación - No deberías haberte casado con nadie más que conmigo, pero fui yo quien metió la pata - toma mi mano y besa mi palma, sin quitarme los ojos de encima.

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Nota de la autora:

Que les pareció el capítulo espero y lo hayan disfrutado

Nos vemos pronto

Besos💋

Danielis M Rodriguez

Mamá para su hija© { ✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora