Capitulo 41

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Madeleine

-¡Madeleine, Madeleine!

Escucho mi nombre y siento que recibo bofetadas ligeras.

- ¡Llamen una ambulancia rápido!

- ¡Mejor no la muevan! - dice alguien más, pero no reconozco la voz.

Solo una cosa da vueltas en mi cabeza... El bebé... ¿Será que le habrá pasado algo? No lo quiero ni imaginar.

Dios, cuánto me duele demasiado la cintura... Y además la pierna derecha parece no ser la mía.

Abro los ojos, pero no veo casi nada. Todo se ve borroso, también me golpee la  cabeza.

- ¡Ella se despertó! - Creo que esta es la voz de Vera, ella pone algo suave debajo de mi cabeza. - ¡Todo estará bien! Silencio, silencio... La ambulancia está en camino. No te muevas...

Siento que estoy quedando inconsciente lentamente. No tuve tiempo de decir nada, aunque no estoy segura de no podría formular ninguna palabra

No sé cuánto tiempo estuve en este estado, pero muchas cosas sucedieron en ese período de tiempo. Era como si hubiera repasado todo mi pasado. Como todo comenzó... Como si me estuviera siguiendo, caminaba por la la calle después de salir de una fiesta de una fiesta donde no me sentía bien. Dio la casualidad de que no tenía mi teléfono ni dinero conmigo en ese momento. Y cuando mis piernas se estaban cansando de tanto caminar, Alexander se detuvo a mi lado, o mejor dicho, simplemente comenzó a conducir lentamente a mi lado, y yo ya estaba listo para salir corriendo penosa Dl que el me quería secuestrar.

No me consideré particularmente ingenua incluso en esos años, pero cuando me aclaro que no quería hacerme nada malo rápidamente acepté que me llevara en su automóvil. Empezamos a conversar, porque era bastante largo el camino para llegar a mi casa, pero el tiempo pasó desapercibido para una conversación casual. Nunca pensé que lo volvería a encontrar más tarde por su iniciativa.

Luego los recuerdos me llevaron a nuestra primera cita, y también al día en que me enteré que estaba embarazada. Y cuando parecía que todas las imágenes se fusionaban en una debido a la alta velocidad, abrí los ojos, jadeando.

- Madeleine- Escucho una voz ronca. - ¡Madeleine! - una voz diferente, alegre.

Giro un poco la cabeza hacia la derecha y ahí están Alexander y Ivanna. La niña está sentada para en la cama del hospital justo a mi lado. Maldición, en realidad terminé en el hospital.

- ¡¿Qué te ha pasado?! - preguntó el Ivanna.

- Ivanna - dice su padre. - Madeleine se tropezó y cayó.Por favor, ve al pasillo. Madeleine necesita un descanso.

- Está bien, papá ... - dijo la niña bajando de la cama, se giró hacia mi y me sonrió la chica, agitó la mano y salió corriendo por la puerta.

- Y no vayas demasiado lejos - dijo en voz alta detrás de él. - Madeleine - me mira con una mirada penetrante, luego se frota la cara con las palmas de las manos.

- Alexander- toso. - ¿Qué... qué pasa con el bebé? - le preguntó temiendo la respuesta

- Todavía estás embarazada - se apresura a calmarme, - pero cualquier otra cosa puede pasar. Estarás bajo vigilancia durante un tiempo. Ni siquiera se discute.

- Miroslav... - Las lagrimas salen de mis ojos sin poder controlarlas.

- Todo está bien, no llores - se levanta de su silla y se sienta a mi lado en la cama. - Madeleine no llores que me duele verte así - él limpia mis lágrimas con sus dedos. - Todo estará bien. Tienes muchos moretones, pero mejorarás. Haré todo para que estén bien y Ivanna también te cuidara  - acaricia mi mejilla con el dorso de su mano.

- Sí, pero..

Me di cuenta de que él no sabía. Nadie le dijo, y tal vez no todos vieron que mi ex esposo estaba involucrado en todo esto.

Martín... Parece que se acaba de ir. El solo estaría feliz si perdiera al niño.

- ¿Qué? ¿Te duele en alguna parte? Llamaré al médico y para que haga algo.

- No, no... estoy bien... Casi no me duele...

- ¿Casi?..

No puedo decirle. Todo el tiempo constantemente le oculté algo, pero ahora no lo haré.

- Martín...

— ¿Martín, que? - Pregunta mirándome a los ojos . - ¿Qué tiene él? - Frunce las cejas.

- Él estaba ahí.

- ¿Donde?

- En el Liceo. Nosotros hablamos. Empezó a decir todo tipo de tonterías sobre ti, sobre el niño, - Giro la cabeza sobre la almohada. - Peleamos... yo quería irme...

- ¿Y qué pasó? - Alexander ya no aguantaba más, quería que fuera al grano.

- Estaba a punto de irme, pero no me dejó, quería hablar... Me jaló de la bolsa. Y... y cuando llegamos a las escaleras... el..

- ¿Él te empujó? - me pregunta con un tono de voz un poco fuerte

- N-no... - dije. - Él...

- ¡Dime la verdad! ¡Por una vez en esta vida! ¡Te empujó! - asiento - ¡Desgraciado lo mataré! - baja de la cama. -  ¡Ivanna se quedará contigo! ¡Las recogeré más tarde!

- ¡No! ¡Alexander, no!... - trate de detenerlo pero el ya se había ido, y luego, menos de cinco segundos después,Ivanna entró en la sala con una sonrisa encantadora en los labios.

-  ¡Madeleine , papá me dijo que estuviera contigo! - la chica felizmente me informa, sintiéndose importante. - Soy la mayor ahora y cuidaré de ustedes

Le sonrío débilmente a la chica.

No, no voy a ir. Será mejor que me quede en la cama mientras aún tengo la oportunidad de quedarme con el bebé.

¡Ni siquiera escuchó!

- Ivanna, dame tu teléfono, por favor.

- ¿Para qué?

- Quiero llamar a tu papá.

- Ah, está bien -  la chica saca rápidamente su teléfono del bolsillo de su chaqueta, y me lo da. - ¿Qué vas a decirle?

- A... - buscando su contacto. - Es solo para decirle que vuelva lo antes posible.

Me pongo el teléfono en la oreja y escucho los pitidos.No contesta,  respiro profundamente  y vuelvo a marcar.

A apagado su teléfono.

Mierda....


Nota de la autora:

Que les pareció el capítulo espero y lo hayan disfrutado

Disculpen si hay alguna falta ortográfica

Nos vemos pronto

Besos💋

Danielis M Rodriguez

Mamá para su hija© { ✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora