Capítulo 40

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Capítulo 40

La guerrera verde

I

En lo más bajo del oscuro abismo, las siniestras voces de presencias paranormales se pronunciaban tras recibir el cuerpo de Max, el haber recibido la carne, había marcado su cruel destino que solo terminaría con la muerte.

La tensión generada por el escape de las garras de la temible bestia no les había permitido detallar el lugar en el que habían terminado como un destino del azar, el abismo era enorme, los pocos ruidos que inundaban el lugar se propagaban con un eco fantasmagórico; algo en el subconsciente de Liz le indicaba que las extrañas fuerzas que deambulaban en el tenebroso lugar respondían a todas sus acciones y movimientos. Sobre el vacío insondable, un sendero de tierra que pasaba inadvertido a la vista de los visitantes transportaba hacia otro extremo donde una luz sobresalía en medio de una abertura perfectamente recta, un muro construido en elegantes baldosas con el pentagrama de los Holzmann gravado. Una imagen curiosa, sabían en el fondo que debían investigar al respecto.

Los agentes tuvieron un momento para tomar aire y discutir sobre sus próximos movimientos.

—Bien— Liz suspiró tras contemplar el desenlace de Max— creo.... Que encontramos la entrada a la guarida de los Holzmann— Jake le sonrió.

Atrás habían quedado los oficiales alemanes a excepción de Nick. Él intentaba comunicarse con ellos por su radiotransmisor, la voz de Andreas no tardó en responder al llamado. A Liz y Jake les dio alegría saber que el teniente estaba sano y salvo, pese a que su voz era apesadumbrada, no resaltaba su característico tono firme; algo no andaba bien, pensaba Liz, una sospecha que se confirmó en el momento que Nick se llevó la palma de su mano bruscamente a su frente, deslizándola hasta sus ojos.

—Oye, ¿va todo bien?— Jake le preguntó un tanto preocupado, sabiendo cuan obvia era la respuesta. Nick contestó moviendo la cabeza de un lado a otro y cerrando sus ojos, algo lo torturaba, le costaba trabajo transmitir el devastador mensaje.

—No— bramó Nick manteniendo los ojos cerrados— es el oficial Fritz— hacía referencia a Tobias, su agobio se transmitió a Liz—sus heridas se complicaron, perdió mucha sangre.

—Steffi carga un botiquín de primeros auxilios—sugirió Liz sintiendo pena en el alma por lo que escuchaba, Nick negó de forma disimilada— quizá entre ella y Andreas puedan hacerle una transferencia, tú o incluso Jake— ella no se ofreció como voluntaria recordando el estado de impureza que su sangre mantenía. Nick volvió a negar con la cabeza, esta vez con más fuerza, la intriga crecía en Liz— ¡Vamos!, alguno de nosotros debe ser compatible— expresó extendiendo sus brazos.

—¡Ese no es problema Sharrow!— repuso levantando la voz, agarró su rifle semi-automático de forma brusca y pasando de largo a Liz y Jake que lo observaban sorprendidos— ya es demasiado tarde— tragó saliva interrumpiendo su marcha.

Liz se llevó las dos manos irguiendo su espalda hacia atrás, su sentimiento de agobio fue tan palpable que Jake la sostuvo de los hombros llegando a pensar que caería desmallada. No lo podía creer, segundos después de ver a Max caer hacia su perdición, una persona más había perdido la vida prácticamente ante sus ojos. Entre los oficiales que la acompañaban en esa misión, Tobias Fritz era quizá con quien Liz menos había tenido la oportunidad de empatizar, era quizá el más reservado de todos, aun así, no pudo evitar sentirse afligida por lo ocurrido; recordaba, cómo la acompañó en su lucha implacable contra el verdugo y los castigadores en la central hidroeléctrica.

—Nick, enserio yo lo...— se lamentaba ella viendo a Nick caminar hacia el sendero de piedra.

—Ya lo sé Sharrow, y en verdad te agradezco tus condolencias— decía con voz inexpresiva. Era evidente que la noticia lo carcomía por dentro, pero le daba la impresión de que el llanto era algo contrario a su naturaleza— pero ya recuerdas lo que te dije. Tenemos que seguir adelante.

El legado de la sangre oscura (SPANISH ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora