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Mañana serían los exámenes de internos y estoy por colgarme de las cortinas de mi apartamento.

Además de que estoy estudiando desde hace algunos días, he estado al pendiente por noticias de mi hermana pero nada nuevo y me estoy preocupando demasiado.

Doy un sorbo a mi café sin quitar la vista de mis tarjetas de estudio, tengo varias con la información necesaria, este método lo he utilizado desde hace mucho y siempre me ha funcionado a la perfección.

Dejo la taza sobre la mesa, apoyo mi rostro en mis manos y suspiro profundamente.

Oigo unos golpes en mi puerta así que me levanto para luego caminar hacia ella y abrirla.

—¡Sorpresa! —Tamara eleva una bolsa con lo que posiblemente sea algo dulce para comer—. Sé que estás estudiando pero es mejor hacerlo en equipo, rubia —niego y me hago a un lado para que ingrese al apartamento.

—¿Y ya has estudiado? —cierro la puerta y ella sonríe inocente—. Ve leyendo mis tarjetas, haré más café —tomo la taza que tenía encima de la mesa.

—¡Eres la mejor! —exclama mientras que me encamino hacia la cocina.

Coloco una cápsula en la cafetera y mientras espero a que termine para poder poner el café en las tazas, me dedico a observar a mis alrededores.

—¿Qué coño es esto? —arrugo mi entrecejo y tomo entre mis manos un pequeño papel pegado a un costado de la cafetera.

"Volveré a tu apartamento luego que rindas tu examen del internado. Suerte, Danvers.
M.J"

—¿Esto fue ayer? —murmuro.

Guardo la nota en mi bolsillo para luego servir café en dos tazas y vuelvo con ellas al comedor dejándolas sobre la mesa.

—Gracias, rubia —le sonrío y tomo asiento para continuar leyendo.

Mientras estoy metida en mis tarjetas puedo notar que está algo inquieta, tiene una de mis tarjetas de estudio en sus manos pero sé que no está leyendo ni nada por el estilo.

Suspiro, dejo mi tarjeta sobre la mesa y la observo con atención.

—Dilo de una vez, Tammy —me observa fingiendo no entenderme.

—¿De que hablas? —ríe nerviosa.

—De eso que estás ocultando pero ya no puedes, así que —le hago una seña con mi mano para que hable.

—Está bien —asiente lentamente y baja su mirada mientras yo bebo un sorbo de café—. Me acosté con Benjamín —tan solo oír eso hace que escupa todo el café que tenía en la boca—. ¡Oye! —se queja.

—¡¿Qué tú hiciste que?! —recibo una mueca por su parte.

—No fue intencional, estábamos borrachos y sucedió —muerde su labio inferior.

—¿Y el chico del bar? —ella niega—. Santo Dios, Tammy —suspiro y ella sonríe—. ¿Han hablado de esto?

—No me lo he cruzado por el hospital —me informa—. Me parece algo extraño —asiento.

—Supongo que estará entre mil libros —me encojo de hombros.

—Puede ser —vuelvo a tomar una de mis tarjetas y leo.

|| ... ||

Estaciono mi coche y bajo con calma. Doy un rápido vistazo al estacionamiento y me percato que el coche de Jefferson está a pocos metros del mío, también están los coches de mis amigos y demás internos.

CÓDIGO AZUL © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora