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Me abrazo al cuerpo desnudo de Max, él besa mi frente y acaricia mi espalda. Hoy estábamos en mi apartamento porque desde que mi hermana volvió no he querido alejarme de ella.

Levanto mi cabeza y noto que Max está muy callado, con la mirada fija en el techo; acaricio su mejilla, él coloca su mano sobre la mía y luego besa mis dedos.

—¿Qué te mantiene tan pensativo, Jefferson? —suspira de forma pesada.

—Ashley... —en ese momento me observa—. Quiere que vea a mi supuesta hija —tomo asiento en la cama, cubriendo mis pechos con la sábana.

—¿Y lo harás? —hace una mueca.

—No sé —se sienta apoyando su espalda sobre el espaldar de mi cama—, no sé qué hacer con mi vida, Danvers —cierra sus ojos.

—Ser el mismo cirujano exitoso de siempre —susurro luego de besar su mejilla—. Si quieres puedo acompañarte a ver a la niña para que no vayas solo a soportar a Ashley —alza una de sus cejas y me sonríe.

—Me gusta que te preocupe esto —acaricia el dorso de mi mano con su pulgar—, pero no me gustaría que Ashley pueda hacer o decir algo que sé que me enfadaría muchísimo —recuesto mi cabeza sobre su hombro.

—Quiero acompañarte, sé que esto es complicado para ti y por eso quiero demostrarte mi apoyo —Max besa mi coronilla.

—¿Lo dices en serio?

—Sí —musito—, quiero ayudarte en lo que pueda —une sus labios a los míos en un profundo beso.

Alguien golpea la puerta de mi habitación, dejo un pequeño beso sobre los labios de Max y extiendo la otra cobija sobre la cama para que el rubio no se sienta incómodo.

—Adelante —acomodo mi cabello y Max vuelve a acostarse en la cama para comenzar a acariciar mi espalda—. Me haces cosquillas —me muevo y besa mi espalda.

Tania abre la puerta con una expresión de disculpas.

—Lamento interrumpirlos —rasca su nuca y veo que tiene un vestido azul precioso.

—Todo perfecto, Danvers pequeña —Max levanta su pulgar sin moverse de su lugar.

—¿Qué sucede, Nia? —la observo con atención.

—Sé que acabo de volver a la casa y todo eso... —comienza a analizar mi habitación, algo necesita.

En eso aparece Jackson detrás de mí hermana, él está vistiendo una camisa blanca muy elegante, unos pantalones oscuros; ambos se ven muy guapos. Intercambiamos miradas con Max, pero vuelvo a observarlos a ellos.

—¿Acaso hay algo malo que yo no sepa? —los observo de forma retadora.

—No, no —se apresura a decir mi hermana—. Queríamos saber si ustedes podían cuidar a Matt esta noche... —murmura.

Observo a mi mejor amigo y me medio sonríe.

—Nosotros lo cuidamos —Max vuelve a sentarse para decir eso—. Tengan cuidado y pásenla bien, el pequeño Matt estará en buenas manos —me abraza por los hombros.

—Está durmiendo —indica Jackson—. La idea es volver al apartamento, pero si cambian los planes les avisamos —yo asiento.

—Perfecto —sonrío—. Se cuidan mucho y no tomen alcohol. Me envían un mensaje por cualquier cosa —Tania corre hacia mí, me da un abrazo y besa mi mejilla.

—Muchas gracias, Kika —yo acaricio su cabello.

—Sé juiciosa, Nia —ella asiente—. Que la pasen bien.

CÓDIGO AZUL © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora