Capítulo 6

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El prisionero.

Phebe

Junio 7, 2022

Son las 6:55 pm, me encuentro en una camioneta con lo ojos vendados y las manos atadas, los hombres no están aquí, ellos esperan a kilómetros por seguridad. Según lo que escuche.

La señora que me rescato anoche fue muy amable y me presto ropa, aunque no me gusta mucho y no es mi estilo se lo agradecí enormemente. Accalia estaba triste pero le explique que tengo una vida y que a lo mejor un día nos veríamos de nuevo, espero y sea bien lejano.

Es la niña más linda que eh visto y parece un ángel, pero no quisiera verla en la misma situación en la que estoy ahora.

Al menos 8 camionetas llenas de hombres me rodean, fue lo que alcance a ver antes de ser vendada, <<quiero que esto acabe pronto y poder regresar a mi hogar>>.

Me remuevo incomoda, llevo unos zapatos que no son mi talla y me quedan grandes. El viento azota y el calor es insoportable.

A lo lejos se escuchan vehículos y quisiera poder ver de quien se trata pero la venda en mis ojos no me deja ver nada, el cabello se me pega a la frente por el sudor. Me bajan a la fuerza y siento como ponen un arma en mi cabeza, sentir que estoy a punto de morir me hace sollozar.

—entrégame a mi hija primero — la voz de mi padre se hace presente y sonrió con los ojos llenos de lágrimas que se pierden en la venda.

—papá — grito sin poder evitarlo.

—¡¡¡cállate!!! — me entierran el arma en la cien. Me tiene apegada a él con el brazo en mi cuello. Quiero estar calmada pero el pánico comienza apoderarse de mi — ¡quieta! — me gruñe al oído.

—¡ya suéltala! — escucho la voz de mi novio, se oye desesperado y mis ganas de verlo aumentan.

—Colmillo primero o le vuelo sesos — grita quién me tiene amenazada, siento el arma aun más fuerte en mi cien.

—mi hija o no habrá trato — le grita, estamos a una distancia razonable ah decir verdad, por que los gritos que manda quien me retiene me están dejando sorda.

—no me crea idiota fiscal, usted no puede matar al prisionero pero yo si puedo matarla muy fácilmente — entierra aun más la pistola haciendo que me queje.

—esta bien… no le hagas daño — pide mi padre mas cauteloso— saquen al prisionero —ordena y escucho ruido junto a unas cadenas tintinear.

Escucho que hablan más bajo y es mi padre que amenaza al prisionero las cadenas dejan de sonar y unos paso se acercan a mi…

—se tardaron demasiado imbéciles — dice una voz ronca, <<el prisionero>>.

—ya entrégame a mi hija — grita mi padre con desesperación.

El hombre todavía me tiene sujeta y siento como como me arrancan de los brazos del tipo y me sujetan unas más fuertes y grandes manos.

—no la toques maldito bastardo — escucho la voz de Dalton. Pero quedó en una nube con el beso cargado de vehemencia que me da el que creo es el prisionero, me tomo por sorpresa que no lo alcance a rechazar antes de que terminará — te mataré maldito.

Sigo anonadada con la situación y creo que desfalleceré si no fuese por las manos grandes que me sostienen.

Escucho como las armas son cargadas y al mismo tiempo me sacan la venda para ver al hombre que me acaba de besar, es uno de los hermanos por el parecido a los dos rubios. Pero este es diferente tiene el cabello hasta los hombros y barba, se ve más maduro que los otros dos y causa más temor. El verde esmeralda que vi en  cuatro de ellos, lo vi en la madre. Solo que el chico Kai no es rubio, es pelinegro. Lo detallo mientras el hace lo mismo con mi rostro. Grande y corpulento, el overol naranja se le pega a los músculos.

Pureza & Maldad (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora