Capítulo 35

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Feliz cumpleaños…


Micah.


Febrero 5, 2023.


Estos constantes mareos me tienen sin dormir, la droga no funciona y la mujer que tengo a mi lado no sirve para una mierda…

—Podemos repetir si quieres — ronronea Patricia sobando mi pecho desnudo — Estas que ardes cariño…

—Ya vete Patricia — me incorporo y se molesta.

—No me llamo así. Llevas semanas follándome y no sabes mi nombre…

—No siquiera sabia que eras la misma creí que cogía con diferentes, ahora vete…

—Jodido imbécil — masculla y no pierdo tiempo en querer matarla.

Me levanto a trompicones y me voy al inodoro a vomitar lo que ni siquiera tengo en el estómago.

Me doy una ducha con agua fría, me alistó y bajó al despacho donde se encuentra mi madre hablando con mi hermanos. Le entrega unas píldoras a Mats quien se toma una de inmediato.

—¿Para qué son? — cuestionó quitándoselas de las mano y ella de un movimiento me las arrebata nuevamente.

—Es medicina y no droga, son para los malestares — unas putas píldoras rosas en un frasco transparente y sin etiqueta — Ten.

—Paso, no se que son —la paso de largo y ella resopla para venir donde mi y dejarlas en mi mano.

—Tómalas, te harán sentir mejor.

—Oh, pueden ir a que los vea un médico idiotas…

Habla Melker de metido como siempre. No se cansa… dejó las píldoras en el escritorio y me siento en el sofá con la cabeza hacia atrás cuando los mareo vuelven.

<<Todo el puto día haci>> desde hace un mes…

La puerta del despacho se habré abruptamente y mi sobrina se adentra corriendo y subiéndose al regazo de mi hermano mayor.

—Quiero dinero — le extiende la mano y exige con voz firme.

Quiero reír y burlarme de mi hermano, pero no me siento nada bien por eso la observó.

—¿Cómo para que? — le frunce el ceño Max.

—No te interesa…

—Si no me dices no te daré nada…

Mi madre se acerca a ella y sacude la cabeza. <<algo oculta>>.

—Responde enana — insisto al ver lo tensa que se pone mi madre.

—¿Me darás dinero? O le tendré que pedir al tío Mats.

—¿Yo por qué? — salta el aludido.

Ella lo escruta con la mirada y se yergue levantando el mentón <<Toda una Lyall>>.

—No es necesario lobita, yo te daré todo el dinero que quieras…

—¡Abuela! , pero ellos son los novios de mi Phebe — inquiere molesta y todos nos tensamos — Ella esta de cumpleaños en dos días y aún no tengo mi regalo.

Se baja del regazo y arreglando su ropa y camina a la salida con los brazos cruzados, todos la seguimos con la mirada. Se voltea y con una mano en la cadera y la otra apuntándonos suelta:

—Son unos muy malos novios, la hacen tistre — dicho eso se va con su actitud de mierda.

Y la atención se centra en nuestra madre quien parece apacible como si no hubiera desobedecido nuestra orden.

—¡La buscaste! — le reclama Maxhell.

—Si — contesta restándole importancia.

—Cuándo te dije que no lo hicieras.

—Si. ¿Algo más?

—Solo empeoras la situación de Accalia, y te recuerdo que es mi hija…

Masculla molesto y mi madre no muestra ninguna emoción.

—Entonces hazte cargo y ayúdala a dormir…

—Pará eso están las putas niñeras — se molesta y golpea la mesa.

—Pero ella necesita amor, no una niñera que no hace más que estar pendiente a ti, no una niñera que solo hace su trabajo por presión, por miedo o necesidad… — ahora si que esta molesta y le grita sus verdades — Ella ama a tu hija más que la zorra con quien la tuviste. Le da más amor en un día de lo que ah recibido… y no es lo mismo, no es lo mismo el amor que yo le doy al que ella quiere…

Toma un respiro y esta roja de la ira, se pasea por el lugar.

—¡¡¡Ella solo quería tener una madre que la amara y ahora la tiene, si tu no quieres verla es tu problema. Pero no pondré el bienestar de mi nieta por debajo del tuyo!!!

Se acerca a la mesa y lo mira a la cara.

—Eres mi hijo y te amo, pero esa niña es mi vida completa. Y si esa mujer le da la felicidad que yo no puedo darle, la buscaré hasta el fin del mundo si que no llego a encontrarla…

—Ella no es su madre ni lo será.

—Eso no lo decides tu, y ya sabes muy bien que ella ya eligió. — hace rechinar los dientes.

—¿Cómo está ella? — cuestionó en un susurro llamando la atención de todos y mi madre logra calmarse.

—Viva… — toma su cartera y se da la media vuelta para marcharse pero se devuelve — Ellas dos se aman y no sabes lo mucho que me alegra. — le dice a Maxhell.

Sale del despacho y siento que la única que salió ganando de todo esto fue mi sobrina. Quien tuvo una madre de mierda…

—Maldición… — grita furioso el Alfa y mira a Mats. — Por tu puta calentura…

—Y por la tuya… que no fui el único que disfruto de ella…

Se levanta y se acerca a su puesto encarándolo <<va a ver boxeo>> me acomodo viendo si se golpean o no.

—Acepta que perdiste a tu propia hija… — increpa Mats y Max gruñe furioso y nos mira a todos — Todos perdimos y estamos Jodidos…pero no vamos hablar de eso ¿verdad?

Sonríe cuando todos bajamos la mirada y se va a la puerta.

—Es mejor dejarlo así…

Sale del despacho y yo también lo hago, seguido de Malakai quien me ofrece las píldoras que había dejado en el escritorio. Abro el frasco y me trago dos de inmediato. Camino al ala oeste del castillo y este me sigue de cerca.

—Preguntaste por ella — me dice cabizbajo.

—Quería saber… Al menos se que esta viva.

—Viva y de cumpleaños — sonríe de lado… golpeándome las costillas — ¿le haremos una visita?

—¿Qué visita? — finjo demencia.

—No te hagas el idiota que se que fuiste para tu estúpido cumpleaños a verla — comenta y empiezo a reír, a este maldito no se le pasa nada.

—Tu pasaste el tuyo con ella, yo debía hacerlo también…

—Perro envidioso…

Llegamos a las jaulas de los lobos y los perros, donde son entrenados en ataque y supervivencia.

Me agachó acariciando al líder de la manada de la primera jauría. No pueden mezclarse o se matan entre ellos. Este me lame la mano buscando afecto frente a mi a la espera de una orden.

—Aşezat — obedece sentándose y es que tengo que probar mi lengua materna con el. Mi madre es Rumana y tiene que entender los dos idiomas.

Y estos lobos se irán a Rumania.

—Están bien estrenados jefe — dice un moreno llamado Jade.— Y unos ahí apartados...

—¿Están enfermos? — le pregunta Kai y este niega — ¿Por qué entonces?

—No lo sé señor, solo se que la orden vino de nuestra reina, ella quiere que sean adiestrados para protección… son tres y son hermanos.

—Bien — mascullo y sacó un cigarrillo, al parecer la náuseas cesaron — Entre más protección mejor…

Salimos del lugar y nos dedicamos a supervisar que todo esté en orden. Las armas, las municiones y la seguridad en caso de recibir un ataque, tenemos diferente casas de mercancía “armas, dinero y drogas” tanto en chicago como en partes de Canadá, en los Estados únicos, y Rumania. Además de diferentes puntos en algunos países estratégicos, préstamos servicios pequeños de extorsión, asesinato y robos tanto de joyas como de obras de arte, que los ricos compran.

El mercado negro es nuestro y también diferentes tipos de drogas, los alemanes trafican órganos y carne humana que vendemos de los muertos que nadie reclama. Los italianos son más asquerosos con el tráfico de personas, mujeres y niños… no podemos meternos en ese sitio son igual o peores que nosotros a la hora de matar a sangre fría. Y es que no se respeta ni sangre ni familia cuando hay una deuda con Los Lobos De Chicago.

<<Somos unos hijos de puta>> por esta misma razón es que nuestras cabezas están en la lista de varios. Nuestras vidas y la de cualquiera que tenga un vínculo con nosotros.

Por esta razón no traeríamos hijos al mundo, y menos deberíamos enamorarnos. Solo sufriríamos de por vida.

Por esta razón, creímos que si la compartíamos no causaría más que rechazo al verla con uno y con otro. Pero fue todo lo contrario, ella solo nos unió más, nos debilito, con tan solo verla follando con alguno nos sentíamos satisfechos, de solo oírla gemir y lo mucho que lo disfrutaba…

—Tienes problemas hermanito — Kai me da un golpe en la pelotas y me retuerzo gruñendo — Pará que dejes de pensar pendejadas…

—Maldito bastardo — mascullo entre dientes, intentando que el maldito dolor pase, y es que estaba erecta mi verga…

—¡Es terapia y te la doy gratis cabron! — dice alejándose, sabe que lo mataré…

Maldita terapia que no sirve, por que la evocó a cada nada. Esta metida en mi cabeza y no sale, me he follado a cuanto culo es visto, pero ninguno como el de ella… nadie más me hace sentir como ella, nadie acelera mi corazón al punto que siento que me falta el aire, que subo y bajo de una montaña sintiendo la adrenalina correr por mi cuerpo causando un cosquilleo… llamado felicidad… una puta felicidad que no sabía que necesitaba para seguir viviendo.

Probé la felicidad y ahora estoy desecho sin ella. <<La necesito>>.

Pero no puedo ponerla en riesgo, más aún cuando el maldito de Antón la anda buscando. Disque para hacerla su esposa, está enfermo mental si cree que le hará lo mismo que le hace a las perras que carga.

Es un sádico y no hace más que cambiar mujer cada que se le complace, cuando ya no le sirve no solo no las mata. También se las come el maldito lunático.

Por eso está segura con su maldito padre, que a pesar de que lo quiero muerto es el único que está libre de la casería a los putos policías.

Terminó la supervisión en el castillo y alrededores, hay muchos galpones donde se construye el armamento que distribuimos y me encaminó adentro.

Apenas entro siento que alguien me sigue, subo las escalera a mi habitación dejando media abierta la puerta. Unos pequeños pies se asoman y yo me escondo detrás de la puerta.

Empuja la puerta con sigilo y cuando nota que está vacía la habitación la sorprendo cogiéndola en brazos y alzándola en el aire donde suelta la carcajada que me hace reír también.

—¡Basta tío! — me pide y la bajo ya una vez calmada.

—¿Qué quieres enana? — le desordeno el cabello.

—Tu si me darás dinero — deja sus manos atrás y comienza con la actuación que me hace reír — Esto es serio… — me indica con un dedo que me acerque como contando un secreto, y es que desde que la ve a ella habla hasta por los codos. — Quiero regalale muchos pañuelos. Siempre que llora…

Maldición, ahí esta esa presión en mi pecho que me hace querer correr a verla. <<siempre llora>> nuestro egoísmo la lástima y saber que llora no me gusta para nada.

—Así ¿Dime más? — ella sacude la cabeza con los ojos cerrados — Si me cuentas más podría darte el dinero que necesitas…

Ella abre los ojos de sopetón y me sonríe, a esta niña le encanta malgastar todo, por que nada se le niega y todo se hace como le apetezca.

—Phebe está tistre y cuando me ve se pone muy feliz…por eso llora — se pone feliz luego tistre como dice ella. Pará luego esbozar una sonrisa y extender la palma hacia mi — Ahora cumple tu palabra…

Resoplo y me encaminó al armario tomo unos fajos de billetes y se los entrego, ella abre los ojos para luego chillar de felicidad.

—¡Mi Phebe será muy feliz ahora!

—No es tuya… —Le gruño

—Si, es mía — me hace un desprecio y se encamina a la puerta — Yo si la quiero de verdad…

Auch… esta niña si que sabe abrir heridas sin tocarlas.

Sale de la habitación y me recuesto en la cama, todo vuelve a darme vueltas y me tomo las condenadas píldoras… ¿Qué me sucede? ¿Jamás me había enfermado? ¿Mats también por qué?

Algo sucede conmigo y voy averiguarlo. Y esto me ayudar… sacudo el frasco de las pildoras rosas para luego dejarlas en la mesa de noche.

Quito mi ropa y comienzo a fantasear con ella aquí. Todas la noches la veo… su sonrisa está en mi memoria, el sabor de su cuerpo que ansío probarlo… <<Quiero volver a follarla>>.

Maldita bruja hechicera, que se metió en mi piel y me tiene jalándome la verga como un puto adolescente. Pero su recuerdo es el único que me ayuda a dormir…

Bajo mi pantalón y la erección de campeonato salta llegando a mi ombligo, esta duro y de del orificio desprende el líquido pre seminal mojándolo, subo y bajo mi mano por el falo rápidamente, acariciándome las pelotas ayudando a que dejen doler. Evocar su rostro solo me hace acelerar mientras mi mente comienza a divagar bajando por su cuerpo… viendo así su clavícula marcada y bajando a sus pechos para ver lo perfectos que son con los pezones erectos y cafés de un color muy claro el tamaño adecuado y deliciosos… su piel blanca que estuvo dorara por el verano, bajando por su abdomen plano hasta llegar a la maravilla que tiene entre las piernas, y besar esa zona de privilegio. Recordar lo húmeda que siempre se pone, como sus jugos me empapan cada que chupaba con vehemencia para luego enterrar mi verga en ella. Hundirme en su canal estrecho que se vuelve aún más rosa por la fricción y que aguanta seis vergas, que no se cansa y pide más a cada nada…

Abro los ojos viendo el derrame en mi mano y en mi abdomen, limpio con el papel que tengo a mano y voy al baño para limpiarme. Observó mi cara en el espejo y estoy destruido, ni la droga me deja como me tiene la ausencia de ella…

<<Alejarla fue un grave error>>.

La quiero para mi, devuelta en mi cama. Quiero follarla hasta hacerla gritar y no salirme de ella jamás.

Suelto a reír y niego estando nuevamente volviendo a mi cama, estoy tan loco pensando pendejadas.

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