Besos y motes cariñosos

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La mañana había iniciado tranquila, hasta que sin esperarlo un beso casto fue dejado en sus labios. Estuvo a punto de reprochar, pero recordó que fue él quien le pidió al peliplata actuar como solían hacerlo ¿Tenía derecho a enojarse con algo que él había propuesto? Sabía que estaba sacrificando bastante sólo para darle una familia feliz y tranquila a su hijo ¿Pero valía realmente la pena?

El segundo beso fue antes de irse al trabajo, le había dado uno a Kai en su frente y a él uno en el cachete. Sorprendente fue que ni el beso de la mañana ni este lo habían asqueado ¿Acaso estaba defectuoso? ¿O por qué estaba aceptando tan fácilmente los besos del peliplata?

—Tú papá es muy raro —le hizo bu en la naricita a Kai. —No lo entiendo por más que lo intento

Kai tan sólo bostezó, dejando ver sus encías. Obito entrecerró los ojos ¿Que clase de hijo traicionero tenía? Cada día que pasaba Kai se parecía más a Kakashi, y él que se estaba sacrificando por su bebé solo obtenía su cabello y a medias.

—Traidor —le apretó un cachetito. —Yo me esforcé en tenerte, creo — se sentó en el sofá, siendo cuidadoso con la cabeza del bebé. —¿Por qué parece que tengo un mini Kakashi? Me siento dejado de lado, no es justo — reprochó.

Una pequeña risa resonó en la sala de estar, haciendo a Obito girar sus ojos con fastidió. No se suponía que nadie lo viera actual de forma tan infantil, y menos el hombre que le estaba causando pesadillas.

—Claro que se parece a su padre—dejo un pequeño beso en la cien del azabache. —¿No ves lo hermoso que es?

Obito se limitó a decir una grosería, estaba intentando cambiar y esta mini provocación no sería la causante de perder los estribos.

—¿Tú no deberías estar trabajando? — puntualizo. —¿O acaso te irás a ver con tu amante?

Una sonrisa ladina se colocó en los labios del peliplata.

—¿Algún problema con ello? ¿O es que estás celoso?

Un suave tono carmín se sitúo en sus mejillas ¡Él no estaba celoso! Pero si estaba haciendo un intento por tener una familia estable esperaba lo mismo del peliplata.

Quería que todo fuera recíproco, no a medias.

—Haz lo que quieras, pero no te atrevas a venir y besarme luego de, y que no se te ocurra mucho menos tocar a Kai —Se levanto del sofá procurando no incomodar a su bebé.

—Cielo sólo estaba bromeando, no tienes porque enojarte

Kakashi caminó detrás de Obito, quién sólo subió las escaleras hasta su habitación.

—Obito, mi ángel —lo detuvo justo antes de entrar. —Solo tú me gustas, no necesito ningún amante porque mis ojos sólo te buscan a ti —lo miró fijamente.

—Ya te dije que no estaba celoso ¿Si? —su pequeño sonrojo lo hacía todo muy obvio.

Kakashi sólo sonrió ladino, adentrándose a la habitación junto a Obito, quién sólo acostó a Kai en su cuna y se sentó en el borde de la cama.

—Hu hu ¿Te enojaste enserio? — bromeó.

Obito tan sólo giró sus ojos con fastidió, Kakashi no era un niño para ponerse en juegos tontos.

—Déjate de tonterías ¿Por qué estás aquí? — enarcó una ceja.

—Bueno —puso su mano por detrás de su cabeza, bastante nervioso. — Quería que saliéramos a cenar, Shizune estuvo de acuerdo en cuidar a Kai por unas horas

Una mueca se instaló en el rostro del azabache ¿Cenar? Y ¿Dejar a Kai con una completa extraña? El bebé apenas iba a cumplir semana y media, no podía dejarlo, no quería.

—No voy a dejar a mi hijo con una desconocida, Kakashi

—Pero es tu mejor amiga, no le haría nada malo a Kai — exclamó, dando vueltas en la habitación.

—No me acuerdo de ella mierda

—No digas groserías —puso un dedo en los labios de Obito. —Podemos cenar en casa, como por millonésima vez, pero ponte algo bonito para hacerlo romántico y especial.

Un beso de media luna fue dejado en el azabache, haciéndolo perder su órbita.

Ni siquiera sabe cómo terminó con una camisa satinada y unos pantalones de chándal, o como se estaba tomando una copa de vino junto al peliplata, estaba siendo demasiado permisivo y temía cambiar por completo en menos de un mes.

¿Que clase de embrujo le estaba haciendo este hombre? Tenía menos de dos semanas allí y sentía que no lo odiaba ¿Como era posible esto? ¿Que clase de encanto siniestro poseía el de iris negros?

—No sabes lo mucho que me estoy conteniendo — susurró en sus labios.— Pero no quiero que te arrepientas después

Todos sus vellos se erizaron, sintiendo una corriente recorrer desde su columna vertebral hasta sus dedos. No podía negar que Kakashi era hermoso, y que irremediablemente estaba cayendo ante ese estúpido encantó.

—Déjate de ridiculeces — exclamó, pero sus mejillas ardían.

Una risita pacífica salió del peliplata, no alejándose por completo del azabache.

—Quiero hacerte mio, Obito

Kakashi estaba bastante ebrio y Obito lo sabía, pero eso no le quitaba peso a sus palabras.

No quitaba que le estaba causando demasiadas emociones dispersas.

—Solo come tú cena y no bebas más —le metió un trozo de pan a la boca, viendo sus estúpidos ojos de cachorro.

Con desgano se comió lo que ya estaba en su boca, volviendo a romper la lejanía con el azabache.

—Besito — dejó un beso prolongado en los labios carmín de su esposo.

—Estúpido Kakashi.

Metió una porción de comida a su boca, sintiendo su corazón latir desbocado.

Realmente no podía soportarlo.

Obito ¿tiene un hijo? |Kakaobi|Where stories live. Discover now