Epílogo

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Un niño de doce años corría con una pequeña sonrisa hasta la cocina, su camino se acortó justo en la espalda de su madre, quién se encontraba en la cocina haciendo galletas. Esto ciertamente se sentía como un deja vu. Pero realmente estaba bastante emocionado y eufórico, necesitaba contarle esto a alguien.

—Mamá estoy tan feliz, es que yo aún no me lo puedo creer —de vez en cuando daba pequeños saltitos.

Obito sonrió ladino al ver tan animado a su retoño, sus galletas pasaron a segundo plano y tan sólo atinó a limpiarse las manos en su delantal.

—¿Y le contarás a mamá el motivo de tanta felicidad?

El pequeño Kai asintió bastante eufórico, tomando la mano del azabache y arrastrándolo hasta el patio.

Obito tan sólo se dejó guiar por el niño, esperando pacientemente que fuera él quién decidiera romper el silencio. Por mientras sólo se dedicó a arrancar un poco del pasto.

—En mi clase hay un niño, y él tiene un año menos que yo, y él se llama Mitsuki, pero nunca había hablado conmigo

Su hijo hablaba bastante rápido, que apenas podía entender niño, clase, Mitsuki, conmigo. Pero la cara de su hijo le impedía decirle que apenas y le estaba entendiendo.

—¿Y sabes que hizo hoy mami? — sus ojitos brillaron.

—Cuéntame que hizo bebé — jalo uno de sus cachetitos con dulzura.

—¡Me habló mamá! Y no sólo me habló, me dijo que mi cabello era muy bonito ¡Él! — enfatizó—Es que mamá su pelito es el más lindo de todo el salón, es azul clarito, ya sabes que es mi color favorito — gritó eufórico. —Pero enserio deberías verlo mami, sus ojos son realmente muy bonitos, no tan bonitos como los tuyos, pero son realmente lindos

Obito rió suave, sintiendo la emoción de Kai transitar por su cuerpo, su hijo solía emocionarse por la naturaleza, el color azul, y por las cosas bonitas. Claro que no cabía de felicidad al pensar que su hijo lo encasillaba en la última lista, incluso si la mitad de su cuerpo estuviera lleno de cicatrices para Kai era como si fuera el ser más perfecto ¿Como no amar a su pequeño?

—¿Y al final que sucedió mi bebé? — con su dedo quitó una pequeña manchita de la nariz de Kai.

—Me dijo que parecía helado de chocolate con vainilla, por mi cabello —se acostó en el césped, y observo al cielo. —Y entonces me invitó un helado de dos sabores, y era igual que mi pelito mami

Obito sonrió, y copió la acción de su hijo, jugando por horas y creando hermosas memorias.

Al anochecer Kakashi había llegado, Kai ya estaba dormido para entonces y ellos se tomaron el tiempo para tomar una ducha juntos. Sólo era un simple baño con risas y juegos de espuma, Kakashi estregaba su espalda y el la suya.

Amaba poder ser el niño que siempre quiso junto a su esposo.

Al llegar a la cama ambos se miraron por un largo rato, y uno que otro casto beso había sido proporcionado.

—Gracias por nunca abandonarme, ni cuando era un recluso, ni cuando perdí todos mis recuerdos contigo

Con dulzura se recostó en el pecho del peliplata, escuchando un leve te amo. Estaba bastante feliz de la vida que tenía, y aunque nunca de los nuncas sus recuerdos regresaron, estaba satisfecho con los nuevos que había creado.

Porque él solo existía para amar y ser amado

( ꈍᴗꈍ)

Obito ¿tiene un hijo? |Kakaobi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora