Ella me tiene a su disposición...
Soy completamente suyo...
Ella es la única que me puede pedir y decir lo que ella quiera...
Cuando me llama a las dos de la madrugada, voy directamente hacía ella.
Ella es la única persona que me tiene a sus pies...
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Estaba desesperado buscando a la chica, esos aretes tenían un significado especial para mí y no puedo dejar que se los llevan tan libremente.
Estuve buscándola varias horas pero no idea de dónde podía estar.
-Que idiota soy- murmure- No sé ni dónde está esa chica- suspiré.
-Izana!- escuché la voz de Ran- Que haces por aquí?- pregunto mi amigo.
-Hola Ran y Rindou- saludé amablemente- Estoy buscando a una chica que me robó algo- espeté molesto.
-Dinos quien es y la encontraremos- dijo Rindou confiado.
-Creo que su nombre era…-Me quedé pensando e intenté recordar-
-Como es, la descripción basta para encontrarla- dijeron ambos Haitani.
-Era peli-negra, de mi tamaño, bastante pálida y de ojos rojos- le describí exactamente a como la recordaba.
-Ahora mismo la encontramos jefecito- dijeron los dos y empezaron a marcar a sus contactos.
-T/n Yugī- murmuró Ran- jefecito la suena el nombre.
-Si, ella es!- dije fuerte-
-Aja, si ella es- se quedó en silencio un tiempo- Pásame su dirección mejor, idiota- suspiro molestó- No quiero nada de esa información! Quiero su maldita dirección!- grito.
-Ya se dónde está Ran- Dijo Rindou sonriente-
-Vamos para allá, acompañenos Jefecito- dijo Ran.
Caminamos a Dios sabe dónde, ya llevábamos más de media hora caminando.
-Espero no me lleven a algún lugar para deshacerse de mi- dije burlón.
-No jefecito, es que está culia' vive hasta donde el diablo dejo su chancla- Rindou siempre busca los peores momentos para hacerme reír.
-JAJAJAJAJAJAJAHAJSJAJAHA- Me empeze a reír como nunca, el español de Rindou era bastante raro.
-Ya merito llegamos, jefecito- dijo Ran aguantando la risa.
-Mas les vale marranos- dije respondiendo de la misma manera.
-JAJAJAJJA-Ran estaba que se moría de la risa- Al jefe se le pegó nuestro español guarro- todo el camino fue entre risas.
Supongo que se dieron cuenta que iba con las intenciones de matar a la chica, fue mejor que me hicieran reír.
