Only her... is my weakness. (Izana Kurokawa Y Tu)

El fin...

Con toda mi familia estábamos camino a Nagano, según Ran ahí estarían ellos, había una gran posibilidad de que mi T/n estuviera en ese lugar.

En el camino pude ver qué la mayoría del camino era sendero boscoso, un atentado aquí podría ser peligroso, hay mucho campo para esconderse.

Mi madre manejaba al frente de todos, papá estaba por detrás cuidando de nuestras espaldas, Manji manejaba a mi lado derecho y Kakucho traía a Emma del lado izquierdo. Todos veníamos juntos, sin ninguna pandilla, sin ningún refuerzo...

Yo estaba al centro por precaución, podía hacer una estupidez y eso era bastante innecesario en este momento. Algo curioso es que mamá venía armada y papá también, algo raro.

No tengo un buen presentimiento sobre esto, solo le ruego a Dios que esto salga bien. Y juro que si Dios me concede el deseo de que mi novia esté bien, se lo agradeceré demasiado y lo voy honrar aún más.

Acelere y pase al lado de mamá.

-lo lamento... Pero debo salvarla-

Sabía que posiblemente ella estaba en peligro, mis pulmones se contraían y el corazón me dolía mucho.

Por mi mente solo ocurrían nuestros recuerdos, todos aquellos besos, esas caricas, las palabras...

Sus berrinches, sus pucheros y su risa vino de regreso a mi mente, me sentía vacío sin ella.

Todo eso era lo único que pasaba por mi mente.

Ella misma me lo dijo... Ella me dijo que corríamos peligro.

-Izana, siento
que algo anda mal, algo
pasará...- recuerdo bien esas palabras, lo dijo tan sería- Otra vez es ella...- si tan solo la hubiera escuchado.

Como un idiota le respondí de lo más tranquilo en esa ocasión.

-No digas eso dulzura,
todo estará bien, yo te
cuidare de lo que sea- fui un verdadero imbécil- Nadie te pondrá una mano
encima, primero debes
ser la diosa de Japón- no pude evitar llorar, si la hubiera escuchado, nada de esto abría acabado así...

-Entonces confío en ti,
mi amor- nunca debió confiar en mi, nunca soy una buena opción para confiar-Dejaré mi vida en tus manos!- lo lamento mi amor, no cumplí mi promesa...

Salí de mi trance y preste atención a mi alrededor, comencé a oír gritos, provenían de más adelante, acelere rápidamente.

-IZANA!- escuché la voz de mi madre, lo lamento mamá...

Por más que buscaba a T/n, no estaba por ningún lado. Shini me va a matar.

-ESCUADRON DE ATAQUE! A NAGANO, YA MISMO- Regrese mi vista a Takeomi.

-Que haces con mi escuadrón?- pregunté

-Shinichiro está allá y no tiene refuerzos- eso basto para que fuera como alma que lleva el diablo. Ahí vamos, NAGANO!

Mire el cuerpo de una mujer, que tenía la misma descripción gráfica que la de T/n, caí en cuenta que era ella. La levanté y la cubrí con mi chaqueta, ella estaba helada.

Acerque mi cabeza a su pecho, para escuchar si aún latía su corazón. Si latía!

Ví algo asomarse entre algunos árboles.

-SHION!! LLÉVATELA!!- Era Ran!

-ESTAN BIEN!?- grité y me aferre al cuerpo de T/n. Debía protegerla.

-VETE! LA QUIEREN MATAR!- antes de poder irme, escuché el motor de una motocicleta.

-Mierda!- trate de esconderme entre unos arbustos.

Hasta que ví a Izana.

-T/N!- Me la arrebato de los brazos y se aferró a ella- Vamos amor, responde!-

Me levanté para ayudar a Ran y Rindou.

Cuando la ví así, sentí que moriría...

Hasta que la ví abrir sus ojos rojos, esos hermosos ojos que me traían paz.

-Izana..- pronunció con dificultad.

-No hables, guarda fuerzas, mamá te ayudará, estoy seguro de eso, resiste amor mío- me aferre a ella y las lágrimas salieron de mis ojos.

Los segundos corrían rápidamente, ambos hermanos Haitani habían tenido la mala suerte de encontrarse con la madre de T/n y sus subordinados, algo que perjudicó el rescate, ambos hermanos eran extremadamente fuertes pero, ambos estaban agotados por el viaje de 6 horas. Habían llegado justo a tiempo, antes de que la Yugī mayor asesinara a T/n.

Rindou tenía la respiración agitada y bastante pesada, Ran estaba levemente herido, con una cortada en la mejilla derecha, Shion por su lado estaba haciendo masacrados a quienes habían lastimado a sus compañeros.

Izana por su lado lloraba con rabia e impotencia, estaba muy molesto consigo mismo, las lágrimas caían sobre el cuerpo de su novia, quien estaba recuperando fuerza al sentir el calor de un cuerpo ajeno, ya no era una posibilidad que muriera de hipotermia.

Todavía había una mínima esperanza de vida para T/n y el pequeño niño que crecía en su vientre.

La familia Sano tomo su lugar en la pelea, Sumire, la madre adoptiva de Izana estaba molesta, buscaba por todos lados a la madre de T/n, lo único que deseaba era hacer pagar a esa mujer, hacerla sufrir así como lo hizo con la Yugī menor.

Kakucho estaba molesto, había dejado a Emma junto a Izana, para que le brindará asistencia médica a la Yugī menor. Después de dejar a su hermanita "segura" procedió a encarar a uno de los hombres que estaban acorralando a los hermanos Haitani.

En ese momento Izana vio que alguien se acercaba con la intención de apuñalar por la espalda a Manjiro, un reflejo invadió su ser y corrió para rescatar a su hermano menor.

Sumire pudo ver a la madre de T/n y comenzó un pequeño encuentro, nada amistoso, con la mujer de cabellos negros.

-Eres una maldita! Cómo te atreves a dañar a mi familia- Sumire golpeó con fuerza a la madre de T/n.

-Eres tan estúpida, esa niña solo traerá desgracia a tu familia!- grito de vuelta y saco una navaja de su bolsillo.

Shinichiro al ver eso, tomo una rama que reposaba en el suelo, pesaba un poco, lo suficiente para dejarla noqueada un par de minutos.

Se acercó rápidamente y golpeó la cabeza de la mujer, ese momento se llevó la completa atención de todos.

Parecía que ya todo había terminado, Izana corrió nuevamente hacia su novia y trato de darle calor corporal.

-Te amo...- se escuchó un susurro.

-Cariño, yo también te amo, estarás bien, te lo prometo- ella le dió una sonrisa y cerró sus ojos.

-Kuroyu, despídete de papá- fue lo último que se escuchó.

El cuerpo de la menor se relajo por completo, Izana abrió los ojos como platos y solo se aferró al cuerpo de la chica.

Los gritos en ese lugar eran desgarradores.

La progenitora de T/n se levanto con el objetivo de huir, Manjiro y Sumire al ver eso, perdieron el control, Manjiro se acercó y pateó a la mujer en el rostro, Sumire por su lado, la apuñaló, con la misma navaja que la iban a apuñalar.

Al cabo de unos días....