Ella me tiene a su disposición...
Soy completamente suyo...
Ella es la única que me puede pedir y decir lo que ella quiera...
Cuando me llama a las dos de la madrugada, voy directamente hacía ella.
Ella es la única persona que me tiene a sus pies...
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Me querían hacer daño, estaba consciente de ello pero aun no descifraba si era mi o a mi chica, me había acorralado con T/n a mi lado, era una de las pocas citas que habíamos tenido y la quise llevar a un nuevo lugar, fue una mala idea claro está, no sabía qué hacer, ella corría mucho peligro a mi lado. Me sentía un completo inútil en este momento.
Me había separado de ella repentinamente, al ver que nos habíamos separado, aprovecharon para llevarla muy lejos de mí, por más que intentaba quitarme a estos mal nacidos de encima me era imposible, eran demasiados. ¿Que era este maldito sentimiento? Acaso era impotencia, no lo sabía.
-Izana!!- grito mi chica, su rostro era de desesperación, ahora sí, nadie se salvara de mí.
Han tocado a mí diosa, deben pagar por ello y lo harán de la peor manera posible.
Sin importarme nada de lo que pasaba a mí alrededor corrí hacia ella, todos jodanse, a ella nadie la podrá lastimar en mi presencia.
-ALEJENSE DE ELLA MALDITA SEA- Mi voz salió como un grito, tenía que evitar que mi voz se quebrara.
Un golpe basto, me habían golpeado con algo, posiblemente algún fierro, y ya no supe nada de lo que sucedía a mi alrededor. Ahora sí, era un maldito inútil, no podía hacer nada y le había dejado tan fácil al juego a mis enemigos.
[Unas horas después]
Me desperté en medio de la nada, me sentía desorientado y mareado, no conocía absolutamente nada de mí alrededor, solo sabía que ya habían pasado varias horas, el cielo estaba completamente oscuro. No pude evitar que mis ojos se pusieran cristalinos, no estaba, ella no estaba por ningún lado.
Los gritos de Izana resonaban por todo el lugar, sus suplicas y reclamos a Dios, eran lo único que resonaba en ese lugar baldío, estaba completamente solo.
No sabía dónde se encontraba la hermosa chica de cabellos oscuros, era una incógnita saber dónde estaba.
Ya había perdido casi todo y ahora esto.
-PORQUE DIOS!? ME LOS HAS QUITADO TODO!! MI MADRE, MI HERMANO! Y.... y ahora ella...- El muchacho se estaba desgarrando por dentro, su voz se estaba apagando lentamente y sus ojos violetas perdían su brillo electrizante que los caracterizaba.
El chico de ojos violetas electrizantes se derrumbó sobre sus rodillas, lloraba sin parar, sentía que no la volvería a verla, que no volvería a sentir esos cálidos labios, estaba asustado de no poder volver a oír esa melodiosa voz y esa escandalosa risa.}
Mientras en otro lugar se encontraba una hermosa chica de ojos rojos llorando, estaba amarrada a una silla metálica.
-Porque siempre me haces lo mismo- La voz de la chica se quebraba.
-Porque lo mereces, arruinaste la vida de los Yugi con tus niñerías- La mujer de cabellos negros se miraba muy molesta.
La chica se sentía indefensa, no había quien la salvara esta vez.
-Lo dice quien fue mala madre- La rabia estaba tomando posición en el momento.
-No me hables así! El único error fuiste tú y ese engendro de Rin- El momento estaba a nada de estallar.
-Lo único malo fue el malnacido de Tetsumaru, ese es tu único error- Los ojos rojos de la menor se miraban apagados.
-No hables así de mi hijo!- Le soltó una cachetada a la menor.
-Eres un asco, pero ni tengo que mencionarlo, eso ya lo sabes y te enorgullece que es lo peor de todo- La voz de la chica cada vez era más tétrica.
|Izana, ven rápido| rogaba por dentro la chica.
Con demasiado esfuerzo la menor logro aflojar las sogas, solo necesitaba un movimiento en bruto para salvarse. Y ahí recordó la voz de su suegra.
-Saltar hacia el oponente lo distrae, eso te servirá de mucho- la chica sonrió y empezó a idear su plan para escapar de ahí.
-NO ESCAPARAS, NO PUEDES HUIR, SIEMPRE TE ENCONTRARE, T/N- grito la mujer que se hacía llamar mi madre.
Mis pulmones se contraían, mis piernas flaqueaban del miedo, no sabía donde estaba, pero lo único que tenía en mente era escapar y salvarme de una buena vez, no, quería salvarnos, mi bebe no pagara por mi pasado.
Lo siento Izana, debo salir del país para escapar.
Me detuve en seco y lo pensé un poco...
Dejare todo por mi pasado... dejare mi vida con Izana por esa bruja.
Huiré con esta criatura en mi vientre... dejare a Izana con la duda del porque...
