Conociendo el amor [Jack Ross y Tú]

Capítulo 6

Lively:

—Alto... — digo girandome a ella —¿Así que la protagonista es una villana que se enamora de un príncipe bueno?

Ella asiente, —¡La comprendiste a la perfección!

Sonrió, —Estuvo bien...

—¿Bien? ¡¿Bien?! ¡Es mucho mejor que bien ¿como puedes decir eso?!

Suspiro, —Estuvo excelente.

—Eso estuvo mejor.

Veo mi teléfono, cinco de la tarde, suspiro y me dejo caer en la cama.

—Que ganas de tomar un chocolate caliente, o un té frío.

Sabrina hace un ruido, —¿Queires algo caliente o frío?

Levanto los hombros, —A lo mejor quiero algo tibio.

Ella ríe.

[...]

A comparación de mis padres anteriores, los Brown si se preocupaban por mi, tanto que quisieron darme estudios en una universidad y al no saber nada de carreras, elegí la misma que Jen sin saber que conllevaba eso.

Suspiro. Eh estado todo el día intentando escribir la primera prueba de la clase, un poema, y no me esta yendo nada bien.

—Tranquila, a mi también me esta costando, seguro luego podremos escribir uno bueno.

Si, Sabrina también iba a ella. Solo que casualmente a Jen le toco en otro salón, y a Sabrina junto a mi.

—Espero, no quiero saber que es recibir un regaño en tu primer tarea simple.

Ella ríe, —Seguro que si puedes. ¡Oye! Cambiando de tema, hoy si puedes acompañarme a salir con mi novio ¿no?

La veo no muy convencida, —Ya sabes lo que pase ¿por qué quieres que vaya a estar peor?

Ella me sonríe tiernamente, —No quiero hacerte empeorar, al contrario, quiero ayudarte a superarlo y como buena amiga, para ayudarte tengo que estar ahí, así que ahí estaré, Iv.

Sonrió. Tengo una amiga, que me cree y no juzga, que emoción.

—Hablando de eso, en toda esa oración dijiste el nombre que me pusiste ¿Cuál quieres que te ponga a ti?

Ella sonríe, —El que desees, puedes decirme Sab, Brina, el que te desees inventar.

Río, —Te diré cualquiera de esos.

Ella asiente complaciente y luego ambas volteamos a la puerta, la cual acababa de ser tocada.

Ella se acerca a la puerta y la abre, puedo ver como un cabello rubio se asoma por encima de la puerta, sin embargo, Sabrina sólo se queda a conversar con aquella persona y luego cierra la puerta.

Se gira a mi y me sonríe, —¿Te incomodaria que Ross pase a la habitación?

—¿Ross? ¿El rubio? — ella asiente —. No me cae del todo, pero no veo porqué no.

Ella sonríe y vuelve a abrir la puerta, Ross entra por ella y me sonríe.

—Hola, chica que se asusta.

Y volvemos a empezar mal.

Le sonrió, —Hola, chico que casi hace que una desconocida muera por su culpa.

El hace una mueca, pero luego se acerca y se sienta a mi lado.

—No tengo ni idea de porqué te haría morir.

Lo veo unos segundos en los que medito si decirle o no, pero luego decido la segunda así que solo le sonrió, —Pues deberías de empezar a pensar más.

—Bueno, bueno, no estamos aquí para pelear. — Sabrina se pasea por toda la habitación buscando algo, y cuando lo encuentra, se lo entrega a Ross, un disco.

El rubio a mi lado levanta una ceja, —¿Un disco? ¿Me llamaste para darme un dicso?

Ella sonríe, —Es de tarantino, dijiste que amabas las películas esas, consideralo un detalle.

Ross lo inspecciona y luego sonríe, —Pues gracias.

Los minutos pasan y pasan mientras me mantengo a margen, sin entablar conversación con el rubio a mi lado. Simplemente ver la chispa de emoción que emana el en Sabrina es muy notable, no quiero interrumpir eso.

Ross se levanta y me ve, —No me has dicho como te llamas.

—Creí que ya lo habías oído. — digo con sinceridad.

—Pues ya ves que no.

—Tú tampoco me has dicho como te llamas. — digo sincera.

El sonríe, —Ross.

—¿Ross? ¿Cómo Arroz, pero con s?

El ríe, —Si, así.

Asiento.

—Tú turno.

Sabrina se ha mantenido callada, fingiendo que esta mensajeando con alguien con la pantalla de su celular negra.

—No suelo decirle mi nombre a extraños que casi me matan.

El ríe, —Pues entonces lo averiguare por mi cuenta.

Con eso hace una reverencia bromista, —Señoritas.

Se levanta y sale de la habitación, haciendo que luego de oír cerrar la puerta, Sabrina chille.