Epílogo

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Lively:

Las semanas parecían días, pasaban muy rápido y mi actitud distante hacia Jack estaba empezando a preocuparlo.

El señor Ross me había dicho que tenía un mes para aceptar aquella carta de Francia, pues luego de vacaciones empezaría a estudiar, pero espere, espere,  y espere a qué Jack me dijera algo del tema, y nunca mencino si quiera a Francia.

Gire a ver a Jack en aquel parque en el que nos encontrábamos. Repase todas sus facciones mientras lo miraba observar hacia el horizonte. ¿Me dolería dejarlo? Claro que sí, pero sabía que era lo correcto, era lo que debía hacer y lo que sería mejor para la vida de Jack. Solo estaba estorbando su camino, su vida. No quería eso, Jack era alguien tan diferente a mi que me pareció increíble cómo alguien cómo él se fijó si quiera un poco en mi.

Él se giro hacia mi después de unos segundos, —¿Quieres irte ya?

Asentí, —Vamonos ya, por favor.

Subimos a su auto y el empezó a conducir con la canción Cardigan, –obviamente de Taylor– de fondo. Solté un suspiro cuándo al llegar a la residencia me despedí de él diciendole que mañana estaría mejor.

—¿Estás segura qué estás bien, Liv? — preguntó, algo dudoso mientras me miraba desde dentro del auto.

—Ya te dije que si, Jack. — me quedé unos segundos en silencio para luego sonreirle suavemente —. Te quiero Jack, en serio lo hago. Muchas gracias por estar ahí, para mi, por apoyarme y aguantarme. Arreglaste algo que no rompiste.

El se dedico a observarme en silencio durante unos segundos, —Te quiero, Liv. Mucho, créeme, pero... ¿Por qué me dices esto ahora?

Hice una mueca, —Solo quería que lo supieras.

Aún con duda asintió y luego de desearle feliz noche, se fue en su auto. Mis maletas ya estaban hechas dentro de mi armario. Al subir al cuarto pude ver a Sabrina dormida sobre su escritorio con un libro de estudio abierto. Sonreí por la imagen y saque mi teléfono para tomarle una foto.

Abrí silenciosamente el armario para empezar a sacar mis únicas dos maletas. Al tenerlas listas, antes de salir de la habitación escribí una nota para Sabrina explicándole algo sobre porqué me iba.

Caminé hacia Sabrina y le di un beso en la frente, —Descansa, Sab.

Salí de la habitación, ahora sí, en el mayor silencio que podía hacer. Había pedido un taxi unas dos calles alejadas de la residencia, así que al llegar a él, le di las buenas noches y con su ayuda para guardar mis maletas en el maletero, emprendí camino de nuevo hacia casa. Lejos de Sabrina, Will, Naya, y... Jack.

Me quedé observando la ventana en todo el camino, pude ver el amanecer y en todo ese tiempo solo podía pensar que estaba haciendo lo correcto. Al fin y al cabo, Jack era de un mundo completamente diferente al mío. Jack tenía un gran potencial para ser un gran cinematográfico y yo no arruinaría eso.

Sabía que aunque lo amaba, no sería capaz de quedarme para hacerle daño, eos sería algo tan vil. Solo esperaba que pudiera cumplir su sueño, nada más.

Fin.

[...]

Nota de la autora:

¿Estamos de acuerdo que no sirvo para finales? Estamos de acuerdo.

¿Cómo están? ¿Ya comieron? ¿Ya se bañaron? ¿Ya tomaron agüita? Espero que su respuesta sea un a todo.

¡Muchas gracias por quedarse hasta este momento!

Les agradezco mucho que hayan tenido paciencia en mis actualizaciones de un capítulo cada dos meses jijiji. 💕

Adiosito.

Conociendo el amor [Jack Ross y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora