Reunión

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Capitulo 7

Callum acomodó su cabello por quinta vez antes de rendirse y dejar que simplemente cayera sobre él de manera despreocupada

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Callum acomodó su cabello por quinta vez antes de rendirse y dejar que simplemente cayera sobre él de manera despreocupada. Rayla se estaba quedando en el hotel Imperial ubicado en la calle principal a unos cuarenta minutos en autobús desde su casa, además le había mandado su horario, por lo que sabía que tenía un par de actividades con sus compañeros antes de quedar libre a partir de las 16:00 hrs. ¿Qué actividades podría hacer un grupo escolar? Está seguro que sin duda parte de esas actividades sería ir a ver el castillo, hogar de la familia real; antiguamente estaba rodeado por un gran foso y conectado con el continente a través de un puente, en la actualidad está rodeado de agua, objeto de la creación de un estanque artificial para darle mas vista, atractivo turístico tal vez. Había varios lugares a los que podría ir, incluida la panadería en el centro de la ciudad, famosa por ser la que surte el pan en el castillo.

Mientras divagaba en su pena de no poder peinarse como quería e imaginar los lugares visitados, Soren lo había tratado de animar para que finalmente le dijera la verdad sobre el dibujo, lo cual parecía perfectamente comprensible. Es decir, no tenía nada de malo, no es como si fuera algo de lo que tuviera que avergonzarse. Se trataba de confesarle a la chica con la que tendría una no-cita que hace tiempo descubrió ella fue a quien su dibujo fue a parar en sus manos. ¿No era extraño, verdad? Es más, hasta podría pedirle su opinión sobre su estilo de arte de su yo menor. Pero cuando la inseguridad lo embargaba volvía a aquellos pensamientos en donde tal vez Rayla puede pensar que solo se hizo su amiga por aquel dibujo, o recriminarle por qué no se lo dijo cuando lo descubrió. 

Sea como fuera, Callum hizo a un lado el tema del dibujo en el instante en que pisó la entrada del hotel. ¿Cómo un hotel podía causar nerviosismo y ansiedad? Ni que estuviera en una cinta cliché romántica donde chico y chica se conocen. No, nada de eso pasaba. Así que miró su reloj, había llegado temprano a la reunión. Fue directamente al lobby del hotel, y estaba seguro que se veía más nervioso de lo que pensaba, ¡hasta su caminado debía verse así! Supo que pasaron diez minutos al volver a comprobar por tercera vez la hora y sus manos sudaban ¿Por qué estaba tan nervioso? No había motivos para sentirse nervioso, después de todo ya la conocía, se vieron en una videollamada que duró más de lo que hubiera imaginado en una charla casual.

— ¡Joder! — expresó, pasó sus manos por sus rodillas limpiándolas por tercera vez en cinco minutos. 

 

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