La Generación de Sailor Santas(Remake)

Capítulo Pegaso y Luna Una amistad que trasciende el tiempo

Una semana ha transcurrido desde que las chicas comenzaron su entrenamiento y se habían trasladado(al menos ami, rei, lita y mina) a otro lado, mientras que las demás se quedaron en el santuario.

Ahora era saber, ¿Cómo les estaba yendo?

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-Santuario, casa de cancer-

En la cuarta casa de doce que defienden el camino hacia el templo de Athena, en una de las habitaciones de la parte privada del templo se encontraba una durmiente Serena en su cama, la cual solamente tenía una almohada y una sábana con la cual arroparse. Junto a ella se encontraba el dueño de dicho templo y la gata Luna, dejando ver que el santo llevaba consigo un balde de agua.

Luna: ¿es necesario?

DM: parece que su reloj interno es pésimo, así que es mejor despertarla de la misma manera que hacían con nosotros cuando éramos niños (bueno, al menos no se despierta con un rostro al lado ya que me he asegurado de que no quedara ni una sola alma en esta casa)

Al instante el santo arrojó el agua sobre la muchacha la cual nada más despertar soltó un grito tan tremendo que aquellos que se encontraban en las doce casas lo escucharon. La pobre incluso terminó cayendo de la cama al sentir mucho frío en el cuerpo.

Serena: ¡¿p-p-por que?!

DM: llegas tarde a tu entrenamiento de hoy, apresúrate o podrías ser castigada con un entrenamiento mas severo

Luna: cámbiate, te esperamos afuera

Serena: ¡d-d-de acuerdo!

El santo junto a la gata salieron del cuarto dejando a la muchacha secarse para luego cambiarse, su vestimenta se trataba de unas proporcionadas por el santuario que normalmente usaban los aprendices a santos(también le iban a dejar una máscara, pero ella declinó esa opción). Al momento de salir tras estar lista, pudo encontrar a su tío siendo ahorcado por el dueño del quinto templo, Aioria quien se veía algo molesto.

Aioria: con un demonio death, son las 7 de la mañana y tu sobrina anda gritando como si se hubiera caído al tartaro, ¡uno quiere dormir maldición!

DM: ¡s-suéltame maldito gato!

Serena: (ah, mi tío y el señor aioria peleando, esto es bastante normal desde que llegue) si él está aquí, significa que-

Sammy: ¡uno quiere dormir!

Llegando junto al santo de leo, se trataba de su hermano menor quien aparte de llevar unos ropajes también de entrenamiento, iba en su hombro la pequeña Diana. Cuando Serena escuchó que había aceptado entrenar no pudo quejarse y no tuvo más opción que pedirle a Diana que se mantuviera cerca de él para vigilarlo.

DM: oh vamos, de todas formas es hora de hacer algo productivo

Aioria: *suelta a deathmask* en eso tiene razón, especialmente por que yo también tengo un discípulo *revolviendo los cabellos del menor* solo llevamos una semana, pero al menos hace la mayoría del entrenamiento sin quejarse

Sammy: (si me quejo lo intensifica)

Diana: (aunque si que suelta gritos)

DM: bueno yo también tengo que entrenar a setsuna, así que serena ¿por que no te vas yendo a entrenar?, seguro te deben estar esperando en el coliseo

Serena: ¡ah es verdad, bueno nos vemos en la noche!

Tras despedirse del grupo, Serena se marchó en compañía de Luna y comenzó su bajada por los otras tres casas, en su paso por géminis pudo sentir una ligera sensación de misticismo en el ambiente, cuando paso por tauro fue saludada de manera agradable por el dueño y al pasar por aries solo pudo escuchar los sonidos del metal chocando entre sí.

Serena: (no quiero ni imaginar como serán las demás casas con sus dueños en ellas)

Por fin salió de las doce casas y comenzó su camino hacia el coliseo, por el camino podía ver soldados, santos de plata, aprendices y los trabajadores que se encargaban de otras cosas(sanadores, sirvientes a los santos, etc). Por fin había llegado al coliseo y al entrar pudo ver una multitud ovacionando a un par de peleadores, uno de ellos tratándose de Seiya quien luchaba sin su armadura contra otro muchacho de cabello rubio.