capitulo ocho

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Trato con el diablo rosa

— ¿Segura que estaras bien? — la rubia mayor hablo con la preocupación en su voz

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— ¿Segura que estaras bien? — la rubia mayor hablo con la preocupación en su voz. Se le hacia tan desagradable la situación en la que estaba envuelta su mejor amiga.

— Estaré bien, Ryuchin — tranquilizó la rubia menor. — Te llamaré cuando vuelva a casa.

— Bien... Me contactare contigo para hablar sobre ese hombre al que buscas. — puso las manos en sus bolsillos y sonrió. — Cuídate mucho, tonta.

— ¡Tu igual, Ryuchin! — sonrió radiante la Sano. Ver aunque sea unos momentos a su mejor amiga la habia revivido.

Le habia hecho saber que no estaba sola.

Mientras caminaba vio un auto posarse a un costado de ella.

La ventanilla del auto se bajo y reveló al pelirosado sonriendo hacia ella mientras meneaba su mano.

— ¿Te divertiste con tu amiguita, princesa? — preguntó burlon hacia la rubia quien lo miro como si quisiera matarlo.

— Muerete... — gruño siguiendo su camino.

— Vamos, princesa, entra al auto.— hablo divertido de hacer rabiar a la hija de su jefe.

— Prefiero ir a pie a casa. — comentó sin mirarlo y apreto el paso.

— Mira, corazón... — el auto pego un envion y se subio al azfalto haciendo saltar a la rubia. Casi la atropella. — Vas a subirte al auto, ahora.  Fui muy bueno dejándote sola con tu amiguita por un rato. Asi que ahora te toca cumplir con tu parte. Subete ahora.

____ miro con atención al hombre y suspiró abriendo la puerta subiendose a su lado.

— Buena chica. — sonrió el pelirosa arrancando como un desquiciado. ____ se sujeto del cinturon de seguridad por la velocidad en la que iban. — Primero vamos a hacer un mandado, luego vamos a casa.

— Dejame a casa primero, despues si quieres te matas. — murmuró la Sano sin mirarlo.

Sanzu sonrió y paro en un semaforo sacando su arma y apuntando a el pecho de la rubia que se paralizo por la acción precipitada.

—  Ya sabes de lo que trabajamos ¿No es verdad? — sonrió inclinándose en su asiento hacia la rubia. Esta asintio y lo miro fijo tensa. Estaba segura que el si queria podria matarla. Estaba loco. —  Entonces sabras que debes tratarme con amabilidad. No he hecho mas que complacerte y tu me estas pagando como una niña malcriada.

Haruchiyo poso el cañon de su arma en el menton de ella y lo subio para que lo mire fijo a los ojos.

— Comportarte conmigo. — hablo retirando el arma de golpe y volviendo a andar el auto. — Podemos ser amigos. Los amigos se hacen favores ¿No es asi?  Entonces tu guardarás los secretos que yo te diga y a cambió, yo guardaré el secreto de que estás invetigando a tu padre.

— Eres un...

— Sh sh sh — levanto un dedo negando mientras sonreía. — Las niña buenas no dicen malas palabras, obedecen a sus mayores.

___ apretaba sus manos con rabia porque estaba con un desquiciado que la estaba haciendo llevar a su limite.

— Vamos a trabajar. — sonrió el peli rosa. — Hoy y mañana te tengo que vigilar, ya que tu padre esta fuera del pais por negocios importantes.

La rubia sentia que su corazón se caía a pedazos. Si bien Manjiro no era una santa paloma, era el mas calmado de tratar con ella, y ahora lo dejo con este desquiciado.

— ¡Asi que este sera como un día de "Lleva a ti hijo al trabajo"!— hablo con emoción en su voz para el horror de la rubia. — Solo que tu no eres mi hija y yo ni loco tendria un niño, pero ¿Sabes? Yo nunca tuve un padre para hacer esto, y tu padre te abandono y volvio con los años asi que... Esta es la primera vez de ambos.

El no paraba de hablar a medida que manejaba por la carretera. Era tanta la ansiedad que sentia ma chica que evaluo mas de una vez abrir la puerta del auto y saltar por este.

— Pasemos dos dias increibles los dos juntos ¿De acuerdo? — sonrió parandose en un muelle mientras apagaba el auto y tomaba su arma junto a su saco. — Y recuerda: ni una palabra a Mikey o se muere tu amiga.

La rubia sintio su corazón parar de latir. Todo su cuerpo paralizandose del terror. Sus bellos del cuerpo parandose y haciendola estremecer.

— Vamos, bajate... Hoy te enseñare el oficio de tu padre. — sonrió el pelirosado en su dirección. Estaba tan complacido de quebrar a la hija de su jefe.

Estaba tan euforico por hacerle ver la realidad y ver como iban a ser las cosas.

La pequeña Sano seria su nueva fuente de diversion ahora y nadie podria quitarsela.

La pequeña Sano seria su nueva fuente de diversion ahora y nadie podria quitarsela

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ʟᴀ ʜɪᴊᴀ ᴅᴇʟ ᴊᴇꜰᴇ | manjiro sano Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora