Dreams

Demasiado Romanticismo

El corazón de Robby latía rápido cuando vio a Miguel con la nota en mano, antes de que se sentará Miguel le hablo

—Tenemos que hablar de ésto—Se sienta a su lado y trata de visualizar lo que probablemente sienta Miguel en ese momento, pero no lo puede descubrir con exactitud

—Yo no le di esperanzas para nada, lo juró, estoy sorprendido y confundido—Dice rápido, para que no le quede alguna duda al Alfa de que dice la verdad, lo mira a los ojos y la mirada de Miguel es comprensiva y luego lo agarra de la mano, dando un suave apretón

La calidez de la mano de su novio hace que se derrita un poco de amor

—Lo se Honey, yo también tengo las mismas emociones que tú—Contesta Miguel igual de aturdido

—Solo la quiero como Amiga, no puedo verla como algo más. Te quiero Miguel—Susurra con voz suave y baja, luego siente a Miguel sobre el dando besos sobre su rostro y el también empieza a hacerlo

Es suave, y delicado, Miguel siempre es así cuando lo besa y lo adora, se siente sumamente feliz cuando lo hace, lleva su mano sobre el cabello azabache del moreno y después baja una mano a los hombros del Alfa dónde aprieta

Se separan sonrientes, soban sus narices muy relajados, agarra de la nuca otra vez al Alfa para besarlo de nuevo, el nuevo beso dura menos que el anterior.

—Yo también te quiero Robby—Escucha a Miguel decir, su cuerpo responde con un leve sonrojó

Ambos ríen por lo ridículamente cursi que es todo y para aligerarlo Robby le da un golpe en el brazo a Miguel haciendo se fuera a acostar a su lado sobándose el golpe

—Auch! y eso porque?—Miguel suena confundido y el empieza a reír

—Demasiado Romanticismo—Comenta divertido y el Alfa también se ríe

—Te diré algo que seguramente te gustará—Menciona Díaz observando la expresión sería que hace Robby

—Ah si? Pues yo también, pero tú primero—Increíble, ambos tienen buenas noticias

—Hable con Tory, bueno, ella en realidad llegó a mi casa y nos disculpamos, creo que por ahora ya estamos bien, pero dijo que ustedes han hablado y que quieres ayudar en algo y como buen latino quiero saber—Si, a ambos les gustaba el chisme.

Robby empezó a reír por la cara de su novio atento a saber la valiosa información.

—Ella está enamorada de Aisha, una amiga tuya—Dice y mira al moreno hacer una expresión de sorpresa y soltar un jadeo

—No lo puedo creer! ¡Hay que ayudar!—Dice emocionado, El suelta un suspiro y se sube arriba de Miguel, a Ahorcadas y recargar su cabeza en su pecho

—Primero tenemos que resolver lo que pasa con Sam, luego ayudamos a Tory—Siente sus ojos pesados, una de las manos del Alfa va a su cabello acariciandolo lentamente.

—Si honey—Susurra sintiendo la tranquilidad que solo siente con Robby

Se apartan y se acomodan en la cama para poder tomar una pequeña siesta, Miguel juega con su pelo mientras el mantiene los ojos cerrados

—Le hablé de a mi mamá de ti, quiere conocerte—Dice y El Alfa se para de golpe haciendo que el también se pare por su reacción

—Encerio?! Y eso es bueno o malo?—Robby casi quiere reír por su reacción, es tan espontánea y tierna

—Pues creo que es buena—Responde con una sonrisa

—Yo aún no le he dicho a mi mamá—Dice Miguel, sabe que va a ser un poco difícil que Carmen lo acepté por todo lo que ha había pasado

—Oh—Solo exclama, talvez suena desanimado porque los brazos del Alfa lo atraen hacia su cuerpo

—Lo siento, no he podido decirlo, pero ya lo haré—Promete el Alfa impregnando un poco su olor en el Omega

—No te preocupes, tomate tu tiempo—Susurra sintiendo tranquilidad, el clima en la habitación es fresco, con la ventana abierta permite que entre aire fresco

Acurrucados en la cama solo se escuchan sus respiraciones tranquilas, al poco rato ambos se duermen abrazados, sus olores entrelazados.

Al poco rato llegaba Johnny con un par de bolsas, las dejo sobre la mesa y encontró extraño que no hubiera ningún ruido

Camino a la habitación de su hijo, abrió la puerta lentamente para encontrarse con la imagen de el y su estudiante durmiendo, irónicamente siempre los encontraba en esa situación, más tranquilo cerro la puerta.

Se fue a prender la televisión, no iba a regañar a los chicos, no hacían nada malo y el definitivamente había hecho cosas peores a esa edad, los dejaría descansar por ahora.