XV

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Antes todo se solucionaba al cerrar los ojos, me negaba, a creer que está era mi realidad.
Aquel juego enfermizo de avanzar en una sociedad estática.
Esa sensación inculcada de amabilidad fingida, relieves de amor fragmentado y falso.
Al cerrar mis ojos, lograba escapar de aquella loca verdad.
De esa luz que decían era la vida, perdiéndome en la oscuridad de mis deseos.
En el horizonte de mis fantasías.

Pero¿Debía escapar ahora?

Y abrí mis ojos, mi fantasía me rodeaba.
Más bien, la materialización de una ilusión compartida, donde yo era el protagonista.
El objeto de deseo y descargo.

--¿listo mark?

Esa voz profano mis oídos de forma suave y los dedos del portador de la misma se hundieron en mi.
Un jadeo escapó de mis labios.
Al igual que aquella miserable sensación.
El gris dejo de reinar el valle de mi mente, invitando a todos los colores y sensaciones a quedarse.

Quédate, no me dejes.
No pares.

Unas manos aprisionaron mis caderas y mi cuerpo recibió por completo el inicio de un juguete sexual.
Dome mis sentidos y ahogue mis gemidos restregando mi rostro sobre aquella tela blanca apretando está entre mis manos.

--listo, ahora déjame arreglar algunas cosas del fondo y comenzaremos, mark.

Asentí un poco manteniendome en la posición asignada, manos atadas con nudos ajustados pero dejando que me apoyara en mis antebrazos.
Mis piernas separadas dejando nada a la imaginación.
Mi cuerpo estaba rodeado de espinas y mi parte posterior decorada con una afelpada cola azabache que combinaba con mi cabello.

-- déjame decirte mi idea sobre la sesión, muchos modelos se sienten más cómodos sí hablo conforme pinto, mi inspiración la idea antigua de idealizar a las personas con poder en retratos imponentes.
Quiero expresar lo mismo, pero mostrando el lado más vulnerable de las personas.
Lo más vergonzoso y transparente de su ser.
Su parte más humana y por lo tanto más rara.

-- ¿crees que todos somos sátiros masoquistas en silencio?

--no lo sé, tu dímelo, ¿no eres simplemente un estudiante universitario que busca un poco de emoción dentro de este mundo, cariño?
Mis pensamientos son las obras más vendidas del momento por una razón.

Me límite a pensarlo, sin removerme.
¿Desde cuándo me sentía tan malditamente identificado con aquella persona?
Todos estamos expuestos a peligros inminentes y situaciones desesperadas.
El dolor es parte de la ecuación y la miseria la compañía eterna de la vida.
Oh dios, en vez de abolir aquella idea algunos hemos aprendido a vivir con ello.

--Hemos aprendido a amar el dolor.

--y por eso estamos aquí mark, ahora sí entiendes...
¿Lo que puedo provocar en tí?

Y supe que no conocía nada de mi, hasta ese día, que Lee taeyong, me  presentó a quien era en verdad.



-- ¿por qué quieres mostrarme a mi esto? Cómo dijiste, solo soy un estudiante común y corriente.

Taeyong dejo de mover aquel pincel sobre el lienzo, soltando un suspiro levantándose de aquella pequeña silla paseándose por aquel estudio como un cazador apunto de comer a su presa.
Mis bellos se erizaron, ¿estaba siendo casado?

--la primera vez que te Vi dije que tenías un brillo en tus ojos que jamás había visto, un deseo incontrolable se apodera de ti mark, pero eso no fue lo que me preocupó, ese deseo, esa pasión se apagaría pronto por tu inminente depresión y miseria.
No podía... No podía permitir que aquella persona que comparte los mismos ojos que yo.
Perdiera aquella magia que tanto llamó mi atención.

No podía dejar, que murieras mark.


Y dentro de aquellas cuatro paredes, entre sábanas de seda, flores, deseos y pasión para saciarlos.
Entre esas capas interminables de insertidumbre y duda.
Encontré mi lugar.
Me encontré a mí.















Holaaaaa lo prometido es deuda, volvimos a lo clásico, se que es un poco distinto a lo que estamos acostumbrados pero también quería hacer foco en las enseñanzas de ambos al conocerlos.
En como se necesitan el uno al otro y lo que comparten fuera de lo sexual.
Mark y taeyong tienen un lazo verdadero de necesidad y amor.
¿Es precioso no creen?

eres arte ─ yongmarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora