eres arte ─ yongmark

XI

Su vista repasaba aquellas revistas, manteles y hermosos adornos de bodas le daban vida a la misma, el propietario de aquellos ojos curiosos y llenos de ilusión formó un puchero, sin estar conforme con aquellas ilustraciones baratas.

-- amor, nada de esto me gusta-- hablo hacía el artista el cual escribía un ensayo sobre su próxima pintura en la computadora, llevando unos anteojos de marcó grueso y una bandana sosteniendo su cabello de forma casual, levantó la mirada hacía su amado dejando un pausa unos segundos sus actividades--

--mark, si no te gusta podemos pensar en otra manera de decorar, algo más personal, Que dices? -- este sonrió asintiendo, recibiendo un cálido abrazo de su mayor por la espalda, teniendo una pequeña búsqueda de los labios ajenos, besando los mismos de forma lenta--

Se mantuvieron en esa escena unos segundos, asintiendo, en eso Mark tuvo una idea. Que podría ser la solución a sus inquietudes.

-- amor, recuerdas cuando nos conocimos, no es así? -- se dio la vuelta sobre el regazo de su mayor, aun acariciando sus hombros atrayendo a el besando sus labios, necesitando más contacto, recibiendo un asentimiento del contrario--

--como olvidarlo, fue divertido-- el dueño de aquella respuesta tomó a Mark de sus caderas así llevarlo entre besos apasionados a su recámara, Pero quedaba bastante lejos para su situación, asique optó con replicar su cuerpo sobre la mesa, bajando sus besos a su cuello y pecho, quitándole esa remera que tanto estorbaba--

-- podríamos, mgh.~! Casarnos en la apertura de tu propia galería, oh dios taeyong! -- terminó por arquerse sobre aquel pedazo de vidrio, disfrutando de la lengua del mayor, la  cual se movía sobre aquel lienzo blanco como pinceladas obsernas y morbosas, dejando su evidencia e inspiración por cada parte de aquella existencia--

Taeyong al escucharlo sonrió, asintiendo mientras quitaba su bandana de su cabello yendo a amordazar aquel megáfono de gemidos en éxtasis que era la hermosa boca de su musa.

-- exponerse ante todos mi mejor obra de arte, mis mejores trazos que son mis mordidas sobre tu piel.
Y ese perfecto y grotesco trabajo que es tu simple existencia, Mark.

El menor gimio, sintiéndose llegar con  aquel  océano de emociones resbalando por sus hermoso ojos, sabiendo que debería esperar al menos 3 rondas para poder ponerse de acuerdo.

Sin duda, una muy divertida tarde de plantación para lo que sería aquella Unión civil.

Lose, una mierda la actualización después de MESES de ausencia,pero será interesante la próxima, antentis