Diesciseis 💖

2.8K 210 0
                                    

–¿Incluso para la Europa tradicional? –preguntó Sasuke con ironía, demostrando que había escuchado toda la conversación– Sandra, me temo que tu marido te está buscando–añadió, antes de mirar a Sakura para preguntarle– ¿Quieres bailar? Su tono le indicó a Sakura que era una orden y no una pregunta.

Chris captó la indirecta de que debía marcharse y miró a Sakura con una sonrisa.
–No te preocupes. Lo comprendo.

«Si él lo comprendiera», pensó Sakura mientras comenzaba a sonar la melodía de un tango. «Si yo lo comprendiera...».
Sasuke la guió hasta la pista de baile sin esperar su respuesta.

–¿Siempre bailas en estos eventos? –preguntó ella mientras él la rodeaba por la cintura, provocando que se estremeciera cuando sus cuerpos entraron en contacto.
–Nunca –le contestó él al oído, y comenzó a moverse, provocando que ella se sintiera ligera como una pluma.

Había bailado con hombres otras veces, así que no comprendía por qué se sentía como si estuviera sintiendo ese placer por primea vez. «Porque estás bailando con él», le dijo una vocecita en su cabeza.

–¿Nunca bailas en estos eventos? –susurró ella– Entonces, ¿por qué lo haces tan bien?
–Hay cosas que salen de manera instintiva, ¿no crees?
Así que no iba a contarle cómo había aprendido. ¿Quizá porque hablar con él de cosas triviales no era parte del trato?

–Te refieres al sexo, supongo –dijo ella, tratando de derribar la barrera que él había erigido para ocultar sus sentimientos. Al instante, se percató de que aquellas palabras habían provocado una imagen que no conseguía borrar de su memoria.

–Sakura, hablas con demasiada naturalidad para ser una mujer.
–¿Para ser una mujer? –preguntó con incredulidad– ¿No es normal que dos personas se deseen? –sabía que había dirigido el tema de conversación hacia un
terreno peligroso.

–Y tú siempre has sido muy explícita con tus deseos, bella –comentó él, mientras le acariciaba la espalda en círculos, con el dedo pulgar.

–¿Y qué hay de tus deseos, Sasuke? Oh, pero por supuesto... eres un hombre. Así que no sólo te permiten esas libertades, sino que además te enorgulleces de ellas. ¡Que no se le ocurra hacerlo a una mujer!

–¿Así que te gustaría enorgullecerte de tus triunfos sexuales, Sakura? –continuó bailando con ella en la pista– ¿Te hace ilusión pensar que en esta habitación hay dos hombres con los que te has acostado? ¿O quizá hay más?

Mientras hablaba, abrió los brazos disgustado y la soltó un instante. Ella aprovechó para dar un paso atrás, demasiado ofendida como para continuar.
–Quizá haya más, Sasuke. ¿Quién sabe?

Y tras esas palabras, Sakura se volvió para perderse entre la multitud. Sandra encontró a Sakura en la cola del bar.
–¿Disculpa? –dijo Sakura.
–Por cómo ha tratado de salvarte de tu amigo. Sasuke es un hombre muy posesivo respecto a las mujeres que lo interesan.

Sakura asintió, pensando que no importaba si ella lo interesaba o no.
–Puedes imaginar cómo se puso cuando tuve a mi primer novio –se rió Sandra–Luca era el único al que él consideró ligeramente adecuado después de analizarlo
durante varios meses. Y menos mal, porque yo había decidido casarme con él mucho antes de contárselo a Sasuke.

Luca las encontró cuando estaban a punto de pedir, y Sandra hizo las presentaciones oportunas.
–Es un placer conocerte, Sakura. Está claro que la mujer que consigue llevar a Sasuke a la pista de baile es que lo ha impresionado.

Sakura no se sorprendió al ver que Luca mostraba la misma adoración por su esposa que ella mostraba por él. Pero cuando Luca rodeó a Sandra por la cintura,
Sakura se sorprendió al ver que se sentía celosa.

Amante Mía  ~SasuSaku ~Where stories live. Discover now