Capítulo 9.

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14/10/2017

Jake.

Salgo de la universidad regional de Newark con la felicidad plasmada en mi rostro, empezaré clases de Derecho dentro de dos dias, al final he aceptado la propuesta que me hicieron mis padres, me subo a la moto y me enrumbo hacia el trabajo.

Luego de pasar una noche estupenda junto a mis amigos, me siento bien así que aprovecharé este día para trabajar y hablar con mi jefe.

-Buenos días. -Digo al entrar llamando la atención de las dos personas que están dentro.

-Buenos días, Jake. -Responden al unísono mi jefe Omar y Andres, el cocinero.

-¿Donde está Matthew? -Muevo mis ojos buscando y no lo veo por ninguna parte.

-Me pidió el día. -Habla mi jefe.

-¿Y eso? -Pregunto extrañado.

-No me da la gana de decirte la razón.

-Que humor. -Ruedo los ojos-. Debe de buscarse una esposa, jefe, el malhumor es por la falta de sexo.

-Viniste muy gracioso, muévete a trabajar. -Responde sonriendo.
Sonrío y me coloco manos a la obra.

Luego de horas laburando, por fin es hora de cerrar, ya estoy harto de sonreírle a las personas, creo que se me entumecieron las mejillas.

-Bien chicos, es hora de ir a descansar. -Dice mi jefe.

-No, yo pensaba trabajar hasta el amanecer, no duermo de noche, soy un vampiro. -Ironizo.

-Algún día te voy a invitar a darnos una golpes en un ring de boxeo. -Golpea mi hombro.

-Me encantaría. -Sonrío-. Jefe debo hablar con usted.

-No presto dinero, no doy días libres. -Enumera con los dedos-. Mi hija es muy menor para ti y no puedes comerte los pasteles sobrantes en la cocina, ahora sí, dime, Jake, ¿Qué se te ofrece?

-Dios, definidamente con usted es imposible hablar. -Ruedo los ojos-. Empezaré la universidad, ¿Hay posibilidad de solo trabajar en la mañana?

-Tengo días pensando que ya es hora de expandir mi negocio, ahora trabajarán por turnos, te tocaran tres días a la semana y en la mañana, les iba a dar la noticia el lunes pero siempre arruinas mis planes.

-Siempre debo ser la excepción en todo. -Le guiño el ojo y camino directo a la puerta-. Bien, era eso, nos vemos el lunes, por cierto, no jugaba con lo de la esposa. -Salgo corriendo.

Siento que algo me pega en la espalda pero no me detengo hasta llegar a mi Ducati, me quita la camisa para ver qué es lo que me lanzó y ¡Es un puto pedazo de pastel de chocolate! Lo peor es que ¡Mi camiseta es blanca!

Al final decido manejar hacia mi casa sin camiseta, es cerca y de noche, no creo que alguien me vea, me detengo en un semáforo en rojo, al lado de un bonito Corolla azul.

-¿Sabes que lo que tienes en el hombro es para tapar tú asqueroso cuerpo? -Dice la dueña del del auto, ¿Y cómo no?

-Cuando te lanzaste ansiado un beso mío no pensabas lo mismo, Fiorella.

-Cosas del momento.

-Por supuesto, y esto. -Señalo el collar que cuelga en mi cuello-. Es una promesa que habrán muchos momentos.- Le guiño el ojo y arranco dejándola con la palabra en la boca.

-¿Dices que trabajas en una cafetería y en realidad trabajas en un prostíbulo, Jake? -Escucho que dicen cuando abro la puerta-. O mejor dime ¿Por qué razón vienes sin camisa?

-No molestes, Adam, espero que estés haciendo todas tus tareas o te mandaré a una escuela militar. -Entro en mi habitación.

Despierto al otro día cuando el olor a comida inunda mis fosas nasales, al parecer Adam se está muriendo de hambre para cocinar tan temprabo, espero unos minutos más y salgo.

Me encuentro con Adam vestido con un pantalón negro, camisa blanca y zapatos negros, perfumado y peinado.

-¿Para dónde vas?

-Al parque con una amiga, Jake, no seas pesado. -Bufa.

-Supongo que mi comida debe estar guardada.

-Sí, guardada en los gabinetes, sácala y cocina. -Se echa más perfume y desconecta su móvil del cargador.

-Ajá, vete pues.

-Sí, ya me voy, no aguanto ya de ver tanto tú asquerosa cara. -Abre la puerta y se marcha-. ¡LA COMIDA ESTÁ TAPADA EN LA MESA! -Grita desde el estacionamiento.

No puedo tener un hermano más dañado del cerebro.

Empiezo a leer más sobre la ley de mi país para no llegar tan perdido a clases mañana, repaso una y otra vez lo mismo para que no se me olvide.

A mi mente se viene cierta pelinegra de la cual tengo deseos de saber más pero nuestros encuentros se basan en jodernos mutuamente.

Fiorella.

-Thor, ven acá. -Acaricio el pelaje de mi perro, mientras imagino como será mi primer día en la universidad.

Me encuentro en el parque con mi hermana, mientras yo juego con Thor, ella está en los columpios hablando con un amigo.

Vendrán estrés, problemas, ganas de fallecer, mi etapa universitaria no será fácil y más con mi mamá en desacuerdo con mi carrera pero al menos tengo el apoyo de mi padre.

Doy una vuelta por el parque sin quitarle el ojo a mi hermana por si el muchacho hace algo indebido, compro algodón de azúcar a un señor que pasó por mi lado y me devuelvo a la zona donde estaba.

-Stella, ten. -Estiro mi brazo mostrando lo que compre-. Esta es para ti y este para tu amiguito y espero que solo sea un amigo.

-Que sí, que sí, deja el drama. -Vuelve a los columpios.

Vuelvo a jugar con Thor, haciéndole cosquillas, acariciándolo y lanzándole cosas, luego de un rato ya es hora de irnos y le mando un mensaje a mi hermana para no parecer desquiciada gritando. Ella se despide de su amigo y viene corriendo con una gran sonrisa.

-Estás sonriendo mucho, cuidado con algo que te mando a un convento.

-Estás muy dramática hoy, mejor vámonos.

Vamos en busca del auto y manejo hasta casa.

-Por cierto, no me dijiste cómo se llama tu amigo.-Pregunto mientras abro la puerta del coche.

-Adam, Adam Kane.

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Volví luego de tanto tiempo, de verdad, lo siento, ahora sí publicaré un poco más seguido. Discúlpenme.

¿Me ayudan compartiendo el link con sus amigos o amigas? Me ayudarían un montón.

Sin más que decir.

Espero les guste.

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La chica de la cafetería.Where stories live. Discover now