Capítulo 10.

6 0 0
                                    

Fiorella.

Chicos y chicas siendo infelices, viviendo de la monotonía trabajando o estudiando cosas que no le gustan por miedo a recibir la mirada cargada de decepción que estoy recibiendo en estos momentos de mi madre mientras leo la carta proveniente de la universidad donde me notifican que he sido aceptada y que empezaré las clases la semana entrante.

—Supongo que estás contenta con lo que acabas de hacer.

—Christine el hecho de que quiera estudiar algo que me apasiona no es motivo de decepción. —Respondo cansada.

—Claro que lo es, estudiando lo que deberías podrías seguir manteniendo a flote las empresas que te dan todos los lujos que posees ahora mismo.

Ignoro lo que me dice y voy en busca de un vaso de agua, me quedo pensando lo que me ha dicho mi madre cuando suena el timbre de la casa.

—¡Alguien reciba la comida que pedí! —Grita Stella desde su habitación.

Suspirando me encamino a la puerta.

—¿No te cansas de joderme la vida? —Le digo al pelinegro fastidioso.

—Lamentablemente trabajo, no vivo del dinero de mis padres.

—¿Quieres un pañuelo para tus lágrimas, Jake?

—Lo que quiero ahora es que recibas el pedido para poder dejar de ver tu horrible cara, niñata.

Recibo la comida que me entrega, le doy el dinero que me indica y observo lo sexy que se ve montado en su motocicleta.

—Y lo que necesitas tú es un pañuelo para tu saliva, Fiorella. —Me guiña un ojo mientras enciende su moto.— Y me encanta que no tengas puesto ningún collar aunque muy pronto mis manos estarán adornando ese lindo cuello.—Y arranca.

Maldito estúpido.

—¿Dejaras de babear por el repartidor y me darás mi comida? —Volteo y le doy la comida a mi hermana.

Subo a mi habitación y me acuesto a dormir un rato.

Jake.

Me divierte ver el sonrojo de la pelinegra cada vez que le digo algo inusual, aunque nuestros encuentros son muy pocos, me entretiene ver cómo se enoja cuando le hago alguna broma...

—¿Pensando en qué página porno te vas a meter ésta noche? —Vivir con Adam va a ser más difícil de lo que pensé.

—Mejor aún, estoy pensando a qué academia militar te voy a mandar el año que viene.

—Extrañarías a tu dulce hermanito.

—¿Sabes contar?

—Obvio.

—Entonces no cuentes con eso.—Le guiño un ojo.

—Maldito.

—Respeta Adam, no me hagas adelantar el papeleo.

—¿Vas a llorar?

—Lloraras tú cuando te estés montando en el avión directo a la academia.—Sonrío.

—No da risa.—Se molesta.

—De hecho sí, estás que lloras.

—Mejor me voy, iré al parque.

Sale dando un portazo, veo la hora y todavía me da tiempo de bañarme y alistarme para ir al trabajo. Agarro las llaves, el casco y salgo rumbo al trabajo.

Luego de horas de trabajo por fin soy libre, a veces no entiendo la vida ¿Cómo un hombre tan hermoso como yo tiene que trabajar tanto? Reviso el móvil antes de partir y noto que me han llegado dos mensajes.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 25, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La chica de la cafetería.Where stories live. Discover now