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Finalmente las vacaciones habían llegado, y esa era la excusa perfecta para ir a visitar a los abuelos ¿no? Tae-ho había insistido tanto, que sus padres terminaron aceptando, y de un día para otro, estaban en la casa de los padres de Hoseok.

Yoongi al principio estaba nervioso, mucho, iba a conocer a sus suegros después de todo, pero conforme pasaban las horas, se sintió más cómodo. La madre de Hoseok era amable, tenia sus ojos y aquella risa tan contagiosa. Ella se aseguro de consentir a Tae-ho constantemente argumentando que no pasaba mucho tiempo con él, y cada vez que podía, intentaba conocer más a Yoongi, preguntándole cosas triviales, igualmente, siendo extremadamente amable. 

El padre de Hoseok, fue algo más brusco al principio, interrogaba al pálido cada vez que tenia la oportunidad. Sin embargo, un viernes caluroso, por la noche, el señor Jung se abrió más con Yoongi, comentando que Hoseok había tenido una adolescencia dificil, su hijo estuvo muy deprimido en aquel entonces, y decidieron mandarlo a un campamento por las vacaciones. Cuando Hoseok regresó, estaba mucho más triste.

— Pensamos que tenia depresión... 

Con el tiempo, descubrieron que todo había sido por una desilusión amorosa, Hoseok se había enamorado por primera vez, y el chico que había llamado toda su atención, lo había rechazado de la manera más horrible, criticándole porque le gustaban los hombres, de ahí fue que empezaron las burlas y la luz de Hoseok se apagó lentamente. 

— Queríamos que Hoseok se alejara de esos chicos que lo habían despreciado, por eso, mi mujer y yo trabajamos el doble, para que Hoseok se fuera a Seúl, y el dinero que nos sobrara, sería para Namjoon. —hubo un silencio, Yoongi no tenia idea de todo lo que el señor le acababa de contar— No quiero que mi hijo sufra otra vez.

Yoongi, hablo con sinceridad, y le aseguró al señor Jung, que no estaba jugando con los sentimientos de su hijo, le aseguró que el realmente quería a Hoseok y que se había encariñado con Tae-ho, y que si le fuera posible, se casaría con Hoseok, lastimosamente, en Corea no estaba permitido el matrimonio gay.

El domingo tuvieron que despedirse forzosamente de los padres de Hoseok, habían pasado una semana entera en la casa de los señores y Yoongi se negaba a seguir "abusando" de ellos. Pero... no todo estaba tan mal, ahora, Hoseok era él que estaba extremadamente nervioso, irían a visitar a la familia de Yoongi.

— Adiós abuelos, iré a visitar a mis otros abuelos.

[...]

Luego de unas cuantas horas en la carretera, la familia finalmente había llegado a Daegu. Yoongi y Tae-ho estaban emocionados, habia pasado un buen tiempo desde la ultima vez que el palido vio a sus padres, y Tae-ho, era un niño, se emocionaba por todo. Por otro lado, Hoseok estaba muy nervioso, tal vez, un poco asustado, ansioso, podía sentir como su corazón latía rápidamente, y sus manos le temblaban por momentos. 

No tardaron mucho en llegar a la casa de los señres Min; Yoongi tocó la puerta un par de veces entusiasmado, se escuchó un "¡Voy!" y una mujer apareció.

— ¡Yoongi! —el pálido abrazó a su madre con una sonrisita, la señora le dio unas palmaditas en la espalda y le sonrió.— No me aviste que vendrías, hubiera preparado una comida especial. —se detuvo un momento, miró al niño y a Hoseok, sonrió nuevamente— ¡Encima viniste con compañía!

La mujer los invitó a entrar, y lo primero que hiso fue saludar al niño.

— ¿Cómo sabe mi nombre?

— Es magia. —la verdad era que Yoongi subía muchas fotos de Hoseok y Tae-ho a Facebook.

Luego, saludo con una abrazo a Hoseok. 

— Entonces... tu eres mi yerno. —el moreno asintió levemente, ofreciéndole una sonrisita tímida— ¡Que guapo eres!

Casi media hora después, llegó a la sala el padre de Yoongi, este tenia una mirada algo confundida, estaba claro que recientemente había dormido. Sin embargo, no tardó mucho en integrarse a la conversación, él hablaba poco, pero cuando lo hacia, dejaba a todos impresionados, comentando cosas tan sabias y maduras, que solo un señor como el podía decir.

— En mis tiempos... —y el señor Min comenzaba a narrar una anécdota de su niñez.

El señor Mandarinas - YoonseokKde žijí příběhy. Začni objevovat