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Después de la alianza que habían hecho Scott y Derek habían pasado dos días bastante tranquilos, no había pasado nada. Ninguna muerte, ningún kanima loco, nada... todo en este momento era perfecto, bueno, de no ser por el hecho de que Matthew no dejaba de llamar, pero la verdad es que si le respondía terminaría siendo un desastre.
Estaba furiosa por lo que me había dicho. Desde el mensaje donde decía que Isaac me metía ideas sobre él hasta cuando me dijo que solo tenía permitido hablar con Stiles, Scott y Allison, es que de verdad era idiota.
No sabía de donde provenían esos celos de la nada y la verdad es que me había cansado. Odiaba a las personas asi, en verdad, y mi novio no era asi, pero bueno, la gente siempre cambia y no siempre es para bien.
pero volviendo al momento estaba acostada en mi cama, con la comodidad del mundo. Ese día no había ido a la escuela porque según esto habían suspendido clases por no sé qué mierdas, pero bueno, no mee pondría a preguntar porque con la mala suerte que cargaba me podían a trabajar en la escuela y mejor asi.
Mis sabanas estaban recién limpias, tenía una cómoda ropa, escuchaba música tenue, el olor de la vela de menta estaba rozando mis fosas nasales... nada mejor que eso. No había pensado en Matt en estos dos días, y me sentía liberada. Bueno, no negaba que me sentí un poco triste cuando pensé en terminar con Matt... sé qué dirán que es una decisión repentina, pero es que odiaba ese tipo de actitud y me prometí a mi misma no soportar esa actitud nunca.
- Brooke - esa voz me saco de mis pensamientos. Escuche que me llamaban. No sabía quién era.
- En mi cuarto - respondí.
No pasó mucho tiempo para que alguien entrara por esa puerta, me levante y vi a Isaac sonriendo ampliamente.
- Estas en tu mejor momento, panterita - murmuró.
Se sentó a un lado en mi cama, o bueno, mas bien me hizo a un lado con sus brazos para rodarme para que también cupiera bien él porque era un maldito gigante.
- Mhm, me vienes a interrumpir - dije con los ojos cerrados.
- Dudo que esto sea interrumpirte, yo le llamaría hacerte compañía en el mejor momento
- Aja, claro.
Ignoré la presencia del rubio a mi lado, claro que no lo pude hacer por mucho tiempo porque su dedo me picaba la rodilla instintivamente. Traté de ignorar lo más que pude.
- ¿Qué? - pregunté elevando la cabeza para mirar a Isaac siendo un niño pequeño. Claro que cuando le mire el subió ambas manos en rendición. Cuando volví a dejar caer mi cabeza volví a sentir a Isaac hacer lo mismo. - Te juro que si no dejas de hacer te voy a morder el dedo y me lo voy a comer.
