D. F. M. S

Capítulo 11: Un poco sucio

—Las compré cuando vi a alguien vendiendo rosas al lado de la carretera cuando salí. Cuñada, no es posible que mi hermano no te haya regalado rosas todavía, ¿verdad? —Xu Chun parpadeó, muy inocente.

Lin Yu no sabía qué responder, efectivamente Fu Shiwen nunca le había regalado flores.

Xu Chun estaba dolido —¡Mi hermano es tan poco romántico! Cuñada, estás afligido, ¿por qué no te divorcias de mi hermano y vives conmigo?

Los ojos del joven brillaban como si estuvieran serios, Lin Yu no pudo evitar reírse —Muy bien, deja de reírte, ¿no vamos a cenar?

—No bromeo.

Xu Chun miró la espalda de Lin Yu y susurró —Habría sido bueno que me conocieras primero a mi cuñada.

Lin Yu sabía que Xu Chun había venido en coche.

Pero este coche no era como el de cuatro ruedas que había imaginado.

El coche aparcado delante de él iba sobre dos ruedas.

El coche era brillante y fresco, probablemente una moto a la que los chicos eran aficionados.

Según todos los indicios, Lin Yu no era mucho mayor que Xu Chun, sólo un año y medio, y Xu Chun acababa de terminar sus exámenes de ingreso a la universidad este año.

Xu Chun encajó su casco en la cabeza de Lin Yu —Cuñada, si tienes miedo después, pon tu brazo alrededor de mi cintura.

La moto aceleró, zigzagueando rápidamente entre el tráfico que se acercaba y el que se alejaba.

Lin Yu sintió que el corazón se le iba a salir del pecho mientras el viento pasaba silbando por sus oídos. —Ah Chun, ¿tienes licencia de conducir?

—¿Qué? —Xu Chun se volvió —Cuñada, el viento es demasiado fuerte, no puedo oírte claramente.

Cuando el coche finalmente se detuvo, las piernas de Lin Yu estaban a punto de temblar.

Xu Chun le llevó a un restaurante occidental y preguntó al recepcionista por los vales de comida disponibles.

—Estos dos vales son mi recompensa por participar en un concurso de canto, cuñada, no te preocupes por ellos —dijo Xu Chun.

Lin Yu agitó la mano —No me importa, cómo podría hacerlo —Este tipo de lugar era caro a primera vista.

Sólo que Lin Yu dijo —Necesito ir al baño primero.

—¿Necesitas que te acompañe? —preguntó Xu Chun, pensativo.

—No es necesario —Lin Yu fue al lavabo y se lavó la cara.

Cuando se disponía a ir al baño, escuchó una extraña conversación procedente del baño de al lado.

—Yue Shao, no funcionará aquí, volvamos al hotel y hagámoslo.

—Lo quiero ahora, no puedo esperar.

—Pero... hay alguien que está a lado.

—¿No hay algo más emocionante? ¿No te gustaría? Pequeña zorra, ¿quieres que venga también la de al lado?

—No hagas esto con menos frecuencia.

Lin Yu al lado: ...

Había conocido a un pervertido.

Lin Yu se subió los pantalones en silencio y empujó suavemente la puerta del baño, sin querer molestar a los dos de al lado.

Justo cuando estaba a punto de salir, la puerta del baño de al lado se abrió de golpe y un adolescente desaliñado y con la cara roja salió de delante de Lin Yu con la cabeza gacha.