177.- Guerra de vampicántropos (South Park AU)

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- No... Mis abuelos... Pero he heredado su sangre... Contaminada por mi padre, por eso soy más débil y pequeño que Damien, pero tengo la ventaja de ser inmune al veneno...- respondió girando los ojos hacia Kenneth al escuchar un ligero sonido, había apretado sus ojos.- Kenny...- susurró en bajo.

- ¿Leo...?- este sonrió un poco y se acercó de forma íntima.

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La recuperación fue relativamente rápida, las costillas rotas se curaron velozmente por la ventaja y curación rápida que poseía el licántropo, bueno, él y todos... Kenneth no temía ni estaba molesto con que Butters le hubiera escondido un secreto como ese. Ambos se debían una larga explicación, Butters debía explicarle muchas cosas sobre su propia especie y Kenneth también tenía que explicarse, pero Butters se justificó diciendo que ya era consciente de todo, riendo entre dientes al confesar que él lo supo desde el primer momento que lo conoció... Lo cual dejó a Kenneth parado...

- Puedo leer la mente...- se rio entre dientes ladeando la cabeza hacia un lado con inocencia.

- ...

- ¿Qué?

- ... ¿Lees mi mente habitualmente?

- Gracias a Dios, no siempre.

- ¿Cómo que gracias a Dios?- la expresión del rubio oro se deformó con cierta ironía.

- Solo cuando era niño y ya tuve suficiente con un par de veces.

Kenneth se rio nervioso.

- Era muy abrumador, deprimente e irritante que estuvieras saliendo conmigo y tener que soportar y escuchar tus llantos silenciosos y tus simpeos de colegiala de trece años porque Stan no te amaba, pero sí te miraba y sonreía...

- Acabas de decir que no leías mi mente.

- Dije: "no siempre"...

- ¡Butters!- exclamó avergonzado.

- Por cierto... Hasta Kyle tiene más posibilidades que tú.

- C-Cállate...- desvió los ojos.- Ya lo sé.

- Lo que no sabes es que a Kyle le parece atractivo David... Aunque todavía no se ha planteado dejar a Heidi porque sabe que no tiene probabilidades con él.

Kenny lo miró fijamente...

- No, no puedes usarme para cotillear como una vieja metiche...- respondió cruzándose de brazos después de leer los pensamientos para nada inocentes y para nada intrusivos del rubio oro.

Kenneth juntó sus manos y se arrodilló ante él como si le estuviera rezando y Butters reaccionó con una carcajada. Se agachó a su lado y besó su pómulo.

- No está bien meterse en la mente de gente, Kenny...- tomó sus manos.- Si yo lo hago, es porque estoy preocupado por ellos... No tengo malas intenciones...

Kenneth hizo un puchero y los dos se levantaron.

- ¿Ni siquiera un poquito de vez en cuando?

- No.

- Awww...- hizo otro puchero y rodó los ojos.

Cuando regresaron a las clases, estas retomaron su curso habitual como si nunca hubiera pasado nada y aquellos días en los que mucha gente faltó masivamente solo hubiera sido algo concreto que no parecía ir a repetirse más, al menos no por el momento. Los vampiros se mantenían retirados de los licántropos y simultáneamente los licántropos hacían lo mismo, pero estaban un tanto más relajados al tener a Butters a su favor y no estar en tanta desventaja a la hora de combatir en caso de que la guerra volviera a retomarse o, se formara otra.