Biblioteca. Castigo parte 2.

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El silencio comenzaba a hacerse presente en el lugar. El olor a incienso me llegaba de golpe, tal vez era por el aromatizador que tenía en un mueble cercano a donde yo estaba. Aún sentía ese hormigueo en mi estómago, como si algo me hubiera caído pesado pero no era así, en realidad estaba demasiado nerviosa, más de lo habitual. Y ¿quién no lo estaría? Sí estoy en la oficina de subdirección, ¿cómo no me podría nerviosa?

Chicos -comenzo a decir la profesora, y tengo que admitir que agradecía en silencio el hecho de que alguien comenzará la charla de manera educada.

El día de ayer ocurrió algo... no muy "tolerable" para esta institución -dijo haciendo énfasis en la palabra "tolerable" que había dicho— Veran, la escuela no prohíbe que haya parejas en la escuela, en esta etapa de la vida es normal que eso ocurra; sin embargo, no por eso dejamos que todos los alumnos enamorados hagan lo que quieran. -comienza a decir y realmente me parece asombroso la manera en como habla. Lo hace demasiado directo pero sin ser grosera. Por un instante frunzó el entrecejo sin tener alguna idea sobre lo que se refiere, pero en seguida recuerdo lo que pasó ayer con Ronald y comienzo a sentir como algo caliente me recorre todo el cuerpo hasta detenerse en mis mejillas. Pero, hay algo que no me cuadra. ¿Cómo es que se enteraron de esto? Si no había nadie en el lugar y la escuela no tiene... cámaras

Me acomodo en mi lugar y por un instante quiero soltar la mano de mamá, pero allá la sujeta con más fuerza, dándome a entender que no haga nada que me eche de cabeza.

Hace algunas semanas se comenzaron a instalar cámaras de seguridad en toda la preparatoria. Dentro de dos días se realizaría una junta para los padres de familia y alumnos para informarles sobre ello. Sin embargo, el día de ayer una de nuestras cámaras captó algo en una zona restringida -añadio la subdirectora.

¿Zona restringida? ¿pero de qué habla?

Estoy apunto de decir algo que me defienda cuando la profesora Bella mueve la pantalla del ordenador de la profesora Jaqueline y da play a un vídeo. Se me ve a mí y a Ronald caminando por unos pasillos, por los mismos pasillos que me llevo él ayer. Estamos corriendo y por un instante nos detenemos para que pase un prefecto y luego volvamos a pasar por otro pasillo y subir por las escaleras de emergencia. Es ahí donde el vídeo comienza a adelantarse para después mostrar el momento justo del beso.

— ¿Algo que decir? -pregunta con enfado Bella. No quiero mirar a mis padres porque se muy bien que no recibiré una linda sonrisa de su parte, tampoco quiero mirar a Ron, porque se que eso también me delataria más de lo que ya estoy.

Yo; no sabía que esa era una zona restringida - titubeó un poco. Levantó mi mirada de la pantalla a la profesora y comienzo a sentir como mi labio superior comienza a temblar— Yo no sabía nada, lo juró -añadi en mi defensa.

Eso no puede ser cierto -dice casi a gritos Ron— Esa zona no es restringida, ahí practican los alumnos de danza y teatro y nunca les han dicho nada -defiende Ron. Noto como se ha levantado un poco de su lugar y su madre comienza a calmarlo tomándolo de uno de sus brazos mientras lo llama por su segundo nombre.

Ademas, eso de la seguridad nadie lo sabía, ¡nos graban sin nuestro consentimiento! -comienza a decir enfadado. Su madre le grita su nombre para que él se calme un poco y se regrese a su lugar.— Profesora -llama mi mamá a mi lado— Entiendo que estos niños hayan hecho eso, pero no cree que estamos exagerando las cosas. ¿Cuántos jóvenes más han hecho algo con eso o cosas peores? -comienza a decir mi mamá sujetando con más fuerza mi mano.— Eso es cierto. -añade a su favor la madre de Ronald

— Además, ellos no saben de esto, ¡nadie lo sabe! ¿cómo porque ahora harían un escándalo de este tipo si solo son dos chicos pasando el rato? -señala la pantalla dónde se muestra a mí y a Ronald en el beso. La subdirectora muestra una ligera sonrisa y levanta sus manos un poco de su escritorio para mostrarnos las palmas en señal de que no tranquilicemos todos.

Di ¡No! al cliché [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora