Me quede plantada en el lugar donde antes me había caído, mis amigos solo miraban a la dirección hacia donde había corrido Romeo.
— Bueno ya se fue -dijo Vale al darse cuenta que el ya había dado vuelta al estacionamiento interno.
— Bueno Julieta, ¿Qué tal si vamos a tomar un café y nos cuentas sobre el como irás vestida el sábado a asesorías? -dijo Roy al abrazarme por el cuello.
¿Vestirme? ¿El que usar?
— ¿Qué? -cuestione anonadada, ¿Porque tendría que arreglarme?
—Verás a Romeo, es que no entiendes que ya debes de arreglarte para él -me explicaba Valentina.
— ¿para que o qué? -dije, no tenía porque arreglarme para mañana, solo vendría a clases y ya; lo único nuevo era que se darían arreglos entre ellos por el San Valentín. Tendré que vomitar arcoiris todo el día de mañana.
Al día siguiente
Eran ya las 7:10 de la mañana y yo apenas había tomado el sueño a las 2:30 am. Tenía demasiada tarea atrasada y aunque quisiera negarlo sabía que si no la hacia me quitarían el derecho al examen.
Mire el reloj de mi celular por tercera vez y aunque me costará hacerlo me levanté de la cama y comencé a bañarme tan temprano. Lo que más odiaba de todo esto era que a estas hora el agua aún no se calentaba del todo y solo podía aguantar el agua fría en mi cuerpo.
Salí temblando de frío de la regadera y comencé a cambiarme, seguido de eso acomode mis libros y e hice el intento de peinar mi enredado cabello.Bajé las escaleras de mi casa para encontrarme a mi madre haciendo el desayuno. Comi lo que hizo y salí, claro, sin antes un beso de despedida de mi mamá.
Espere el autobús, ahora que era temprano tendría que tomar otra ruta y usar el camino largó. Al subirme al camión me acomode en los últimos asientos cerca de la salida, lista para llegar a la estación del metro que me llevaría a la escuela.
Al bajar y subir al metro, veo como una silueta de un chico cabizbajo pasa a un lado mío a toda prisa.
Siento como chocó con el ligeramente y una voz hace que sospeche de quién se trata.— Disculpa -dice. Esas palabras son más que suficientes para delatar a ese chico llamado Romeo.
Mi vista se centro en él, caminaba a la misma dirección que yo y solo podía ver su espalda alejándose cada vez más de mí.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte choque de cuerpos, un señor gordo me había empujado para poder subir al metro.— ¡Quítate, mocosa! -menciono, ya que estaba interrumpiendo el camino a varias personas.
— Perdón - mencioné con timidez.
Comencé a subir los escalones de dos en dos hasta llegar a la entrada principal del metro, vi como Romeo pasaba por los mostradores para poder subir al vagón.
Era el mismo camino que el mío, lo seguí como si fuera una acosadora, de seguro me veía como una tonta en tratar de seguirlo.¿Porqué lo hacía?
¡Está no soy yo!
Yo nunca haría algo como esto en mi vida.me repetía constantemente eso, pero la Julieta rebelde dentro de mí decía "siempre hay una primera vez para todo".
Al llegar a la estación vi como el se subió al cuarto vagón y yo lo seguí, solo que había una diferencia, el había entrado por la primera puerta y yo por la segunda.Debí de volverme loca, estaba siguiendo a mi compañero de clase a la escuela, legalmente esto estaba mal.
Una gran multitud nos separaba, entre ellos se encontraba el señor que me había empujado hace unos momentos atrás.
Estire mi cuello lo más que pude para poder ver en donde había quedado Romeo, me quedé sorprendida al verlo a unos metros de mí, estaba escuchando música con sus audífonos inalámbricos y con una mano sosteniendo un libro y la otra sosteniendo un barrote para no tropezar con alguien.
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Di ¡No! al cliché [En Edición]
RomanceJulieta no cree en el amor Ronald está enamorado de ella desde hace mucho tiempo Ella es extrovertida y algo risueña Él misterioso y serio Ronald quiere estar con ella, mientras que Julieta lo quiere lejos.