Capítulo 3

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Hacia unos días de la discusión con mi padre, hoy me reuniría con Ulises, el chico con el que estaba hablando últimamente, por mensajes, bajo las sombras.Todo estaba listo y planeado, hoy sería el día en que lo vería, la vibración de mi celular en mi bolsillo me percató de la hora.

 ¿Te veo en 10?

 Sonreí, ¿Él estaría tan emocionado como yo? Todo ha sido tan misterioso, tan oculto, nadie sospechaba de nada, por lo menos no de mi parte. 

 Te veo ahí. 

Respondí y guardé de nuevo el móvil, fui directo al baño y cepille mis dientes y cabello, quería que todo saliera bien, terminé de arreglarme e inmediatamente tome mis cosas, las llaves, la cartera, di una última revisión a mi ropa frente al espejo, todo era perfecto, así que salí de mi habitación, no sin antes cerrarla, bajé a la primera planta y fui a la cocina, ya que la resequedad en mi garganta se hacía cada vez más fuerte. 

— Mírate, ¿Te bañaste? ¿Tienes una cita? — Cuestionó mi madre, quien se encontraba preparando un flan para lareunión familiar de esa noche. 

— Algo así...— Es que estás tardando mucho en traer una chica por aquí, ya era hora — Se acercó a mí, pellizcó mi mejilla y se retiró de nuevo con rumbo a la alacena. 

— Si supieras... — Murmuré y tomé mi vaso de la encimera.Miré el reloj de la pared de enfrente, faltaban 5 minutos, si bien era en un parque cercano, no podía quedarle mal. 

— Te veo más tarde, mamá. 

Avisé antes de salir casi corriendo de casa, no quería que por algún azar del destino alguien me siguiera y arruinara todo antes de que yo pueda hablar con Ulises, con Isabela, con mis padres.Me dirigí en paso veloz a encontrarme con Ulises, mi corazón brincaba por la emoción de verlo por primera vez, hasta que paré en seco. 

¿Qué tal si es un viejito?¿Qué tal si no es la persona de las fotos?

 No podría aceptar que Ulises terminara siendo un hombre homofóbico que busca que todas las personas queden expuestas. Llegué al parque rápidamente, busqué una banca cerca de nuestro punto de reunión y me dispuse a sentarme un momento. Sentí como el aire fresco y natural del otoño llegó hasta el fondo de mis pulmones, el olor a tierra mojada y hojas secas era muy notorio. 

 — Hola Mateo. 

Una mano sobre mi hombro me sobresaltó, o estaba muy concentrado en eso o mi respiración estaba siendo más rápida de lo normal, algo no me había permitido escuchar los pasos de quién era la mano, con temor giré la cabeza, llevándome la sorpresa, era Ulises, él era real.Me puse de pie y lo abracé de forma rápida, él aceptó el abrazo y se sentó a mi lado.— Perdón si te asusté antes... 

— Oh, descuida — Le sonreí — Solo estaba distraído. 

— Y... ¿Qué opinas?— Si eres real — Admití — Creí que serías un viejito o un hombre homofóbico, ¿Y tú? 

— Bueno, yo creí que me encontraría contigo — Sonrió rascando su cabeza, ligeramente avergonzado. 

— Disculpa, no es muy normal que haga esto. 

— Tranquilo, yo tampoco. 

Ulises y yo platicamos un rato, la esencia de su persona y por mensaje era realmente muy similar, algo que me tranquilizó de inmediato, la plática se tornó muy cómoda y agradable, yo no soy la persona más social del mundo, así que el hecho de que él sea tan extrovertido y tan correcto, me causa mariposas en el estómago. 

— ¿Y qué paso con el bufete de abogados? ¿Solucionaste el detalle? — Observé como sus músculos se tensaban ligeramente bajo su ropa. 

— No... 

— ¿Cuándo te dieron una respuesta? Ya sabes... Me habías dicho que no había una solución muy pronta... 

— Ellos... — Él carraspeó — El jefe decidió sacarme del equipo. 

— ¿Y te dijo la razón? — Mencioné acercándome un poco más a él, posicionando mi mano sobre su rodilla, él me miró y sonrió de lado. 

— Por ser gay.— ¿Perdón?— Si, él dijo que no podríamos darle esa imagen a su bufete, que no podía arriesgarse. 

— ¿Estabas en El bufete de la calle Goya? El que está a cargo de... 

— Del señor CarvajalSentí como la sangre bajó hasta mis talones, como comenzaba a temblar, todo había sido tan... 

— ¿Estás bien? — Negué — ¿Qué pasa? 

— Ese hombre... Él que te despidió... 

— ¿Él que? 

— Él es mi padre. 

El valor de ser túWhere stories live. Discover now