Capitulo 5

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Camila se entretuvo cambiando a Georgia tanto tiempo como pudo. Necesitaba pensar. Estaban pasando tantas cosas y tan rápido que no había tenido tiempo de aclarar sus ideas.

Se sentía una tonta por no haber previsto que habría gente, como la recepcionista, que habían conocido a su hermana. Cuando volvió al despacho de Lauren, no pudo evitar que el estómago le diera un vuelco cuando ésta se acercó a ella.

-He pensado que Georgia debe necesitar algunas cosas, como ropa nueva y juguetes -Expuso Lauren, tomando a la niña en brazos-Ahora tengo tiempo libre y si quieres podemos ir de compras-Camila se le quedó mirando, sin saber qué contestar. Georgia necesitaba ropa nueva porque estaba creciendo, pero eso de ir de compras con Lauren, como si fuesen una pareja normal, no le convencía.-Ya que tu ropa es de diseño, seguro que tu hija también tiene derecho a lo mismo -Comentó Lauren duramente.

Camila se había puesto ropa de la que Nadia le había dado, sin darse cuenta de que había escogido ropa de alta costura.

-¿Esto tan viejo? -Señaló mirando despectivamente lo que llevaba puesto.

-Supongo que te pones las cosas sólo una vez antes de tirarlas al fondo del armario -Bufó Lauren con una mueca de desprecio.

-¿Es culpa mía si me aburro de la ropa tan fácilmente? -Dijo Camila, sonriéndole con descaro.

-Camila Cabello, ¿sabes una cosa? -Lauren le dirigió una cortante mirada-Hasta casi tengo ganas de estar casada contigo para enseñarte a comportarte. Eres la mujer más superficial que he tenido la mala suerte de conocer.

-¡Oh! Tengo taaanto miedo de ti, señora Jauregui-Tembló fingidamente.

-Si no estuviese sujetando a Georgia, te enseñaría la primera lección aquí mismo-Escupió Lauren, mirándola con desprecio.

-Si me pones un dedo encima, te arrepentirás-Advirtió Camila, mirándola con una simulada bravuconería.

-Merecería la pena, te lo aseguro -Le espetó Lauren.

-¿Eso crees? -Desafió Camila, levantando la barbilla-Desde luego que tu hermano sí que lo creía.

Camila se dio cuenta de lo mucho que la había enfadado al decir eso de su hermano y pensó que lo único que la salvaba de la cólera de Lauren era que tenía a Georgia en sus brazos.

El interfono que había en la mesa interrumpió el tenso silencio que se había creado.

-¿Señora Jauregui? -El alegre tono de voz de Katrina penetró en la habitación como una luz en la oscuridad-Su padre la llama por la línea dos.

-Perdóname-Se excusó Lauren pasándole la niña a Camila sin mirarla a los ojos. Aunque Lauren hablaba en italiano con su padre, Camila era capaz de entender lo esencial de la conversación-Sí -Asintió Lauren-He encontrado una solución. Me voy a casar con ella el día quince de este mes-No podía escuchar lo que le respondía su padre, pero pudo más o menos enterarse de lo que decía Lauren-No, dice que no quiere dinero ni nada del patrimonio de André... No estoy segura, pero creo que me está tratando de embaucar haciéndome creer que ha cambiado... -La miro de reojo despectivamente, haciendo que Camila le devolviera la misma mirada-Sí, voy a darle una asignación, pero no tardará mucho en gastársela, estoy segura... -Camila desvío la mirada furiosa-Sí, es como dijo André o peor... lo sé, lo sé, es una mujerzuela sin escrúpulos... -A Camila le costó mucho disimular lo mal que le sentaron aquellas palabras y prometió vengarse-Sí... ya lo sé, me cuidaré las espaldas y sí... -Lauren soltó una risita que hizo que la morena la volteara a ver sorprendida, pues era similar a la risitas que soltaba Georgia-Y la delantera también. Ciao.

-¿Adónde vamos a ir de compras? -Le preguntó Camila, sonriendo cándidamente, una vez que Lauren hubo colgado el teléfono.

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Soy otra mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora