We Born For This

Capítulo 11: Lady Dark

Mi nombre es Aine Lucia Gómez Sakurai, y mi historia no es algo que me haga sentir orgullosa de contar. Es una historia que abarca soledad, tristeza y el dolor de perder algo que valoramos en la vida.
Desde niña eh tenido todo lo que un niño puede desear en la vida, todo excepto a mi padre, quien murió el mismo día que yo nací. Todos mis cumpleaños eran un calvario, tanto para mi madre como para mí, desde el día en que ella me contó todo lo ocurrido en el incidente del hospital donde nací.

Mi madre me lo contó todo cuando tenía 6 años. Eso fue un gran impacto para mí, pero mi madre me habló de un joven el cual nos había rescatado a ambas pese a la circunstancia de aquel entonces, nunca me habló de él en específico, puesto que nunca supo quién era, ya que desapareció del lugar sin dejar rastro según mi madre.
Cuando tenía 7 años mi madre enfermó de tuberculosis crónica y mis abuelos por parte de madre, quienes eran los únicos que estaban vivos, decidieron llevar a mi madre para su país natal (Japón), para tratar la enfermedad allí, mientras que a mí me dejaron al cuidado de mis tíos, por lado de mi difunto padre, los cuales me inculcaron dos cosas. Una, el amor y la dedicación hacia la empresa de mis padres, de la cual sería heredera a los 16 años.
Y Dos, un gran odio hacia el hombre más rico de todo el mundo, del cual nuestra compañía era rival y había intentado superar por más de una década, pero no la había superado ni una sola vez, a excepción del nuevo proyecto que se llevaría a cabo después de que yo naciese, el cual quedo a medias debido a la muerte de mi padre, además de que mis tíos le echaban la culpa al famoso justiciero de la ciudad ya que no hiso acto de aparición en el trágico incidente, aunque algunos lo llamaban loco.

Siempre lo admiré cuando salía en la tele, pero después de oír lo que mis tíos me dijeron, toda esa admiración se convirtió en un odio represivo, el cual se fue apoderando de mí hasta el punto en que no paraba de pensar en eso.

A los 10 años ingresé en una escuela privada, de las más importantes de toda la ciudad, ya que mis tíos me estaban preparando para cuando ejerciera el liderazgo de la compañía.

Ingresé en la escuela con grandes inspiraciones, quería seguir los pasos de mi padre, quien todos comentaban era una gran persona y un excelente científico tanto en la química, en la informática y en la ingeniería mecánica avanzada.
Sentí un gran alivio, pensé que podría dejar el ambiente de soledad que rodeaba mi vida al ingresar en ésta escuela para genios, pero todo fue una ilusión, sólo me la pasaba estudiando y no tenía tiempo para hacer amigos, que por cierto nunca eh tenido. Trabajaba en base a mis dos metas principales... #1 volverme una científica de la cual mis padres estuvieran orgullosos. Y #2 acabar con la farsa de ese supuesto justiciero.

Cuando tenía 14 años mis tíos me comunicaron de la muerte de mi madre, la cual fue una semana después de mi graduación, no recuerdo bien como me sentía en ese entonces debido a que no la veía hace 7 años. Me entristeció mucho el hecho de perderla, pero era algo inevitable.

Desde ese entonces me encerré en una esfera en la cual había espacio solo para dos cosas, mis dos metas principales. Comencé a seguirle la pista a dicho justiciero, en búsqueda de una oportunidad en la que metiera la pata, para así acabar con su moral. No pude encontrar nada, y han pasado 2 largos años. Ahora que cumplí los 16 años y eh asumido el liderazgo de la compañía de mi padre tengo ciertas responsabilidades como una de sus científicas, pero aun así sigo con mi meta de acabar con este justiciero de una vez por todas.

Es algo frustrante no poder encontrar nada en su contra, eh descubierto algo gordo y es posible que aparezca este tipo, así que iré a los barrios bajos de la ciudad donde se producirá una guerra de banda entre algunos anarquistas que aún quedan, los cuales no aprueban el sistema establecido en la ciudad.

》》》》》》》》

Va caminando por la calle Aine, de pelo plateado blanquecino, con vestimenta de científica, la cual estaba recogiendo uno de los periódicos que estaban tirados en el suelo.