6. Bomba

514 108 115
                                    

El siguiente sábado no fui a ver a Black Monsta.

Minho me dijo que estarían grabando, así que no tendrían ensayo conmigo hasta la siguiente semana, aun así, quise aprovechar mi nuevo bonus para ver a Jisung.

-Llegaré tarde por culpa tuya-gruñó Changbin recostado de la pared fuera de mi casa.

Un bonus que era como una caraota en el culo.

No es que haya tenido una caraota en mi orificio anal, pero imagino que debe ser bastante fastidioso como el ser que estaba ante mi.

-Buenos días, siempre tan amable-saludé irónico. Me ignoró y comenzó a caminar.

El cielo estaba bonito, pero no había ni una sola nube cerca que tapara el increíble sol que hacía. Solo había dado pocos pasos cuando comencé a sentir el asfalto haciendo sopa en mis zapatos.

Estuvimos en silencio unos veinte minutos de camino a la parada, hasta que él rompió el silencio.

-No deberías estar tan relajado con llegar tarde a tu primer ensayo siendo el nuevo-comentó. Caminaba a dos pies por delante de mí, con unas bermudas negras, un suéter gris y unos Converse negros. Me sentí como mi abuela al pensar "¿No tendrá calor ese muchacho?"

-Exageras con la hora. Y, no tengo ensayo hoy-aclaré. Él frenó en seco.

-¿Y por qué vas a la plaza?-cuestionó.

-A vender mi cuerpo-solté.-Coño, a ver a Jisung, qué más.

Changbin siguió. Y no dijo más nada.

-Ah, ahora me vas a ignorar-me quejé.

Siguió sin decir nada.

Que pana tan raro.

Nos subimos a la camioneta y gracias a Dios habían suficientes puestos vacíos para no sentarnos juntos. Me fui a la parte final y me quedé del lado de la ventana.

Yo soy una persona pacífica y amigable; incluso con la gente que no me cae bien me cuesta ser malo, por lo tanto, me sentía extraño por tener está relación tensa con Changbin. Comencé a pensar en ello y sin darme cuenta estuvo en mi cabeza todo el viaje hasta la plaza.

Felix 0 - Sobrepensar 1

Y es que, malvada sea. ¿Qué le había hecho yo? ¡Un coño! Soy pana, huelo bien, bailo igual que él, y soy amigo de su amigo, esas razones eran suficientes para mi para pensar que era un buen potencial de amistad. Además, luego de verlo actuar amable con su mamá, me intriga qué tengo que hacer para sacar esa parte de él.

Ya no lo puedo parir, así que tengo que pensar en algo más.

Changbin pidió parada y nos bajamos en la avenida. Venía tan metido en mi cabeza que iba a seguir de largo con el semáforo en luz verde. No me fijé de una moto que venía volando; la vi justo frente a mí, y si no fuera por un brazo que me haló de nuevo a la acera, de seguro justo ahora sería un Felix aplastao' en plena avenida Bolivar.

-¡¿Te pica el culo?! -me gritó el pelinegro a cinco centímetros de distancia de mi cara. Había quedado enganchado a su torso por el impulso. Su aliento olía a caramelos Chao que se había comprado en la camioneta. Los piercings le brillaban en la cara y sus ojos estaban clavados en mí.

Okay. Me dio mucha vergüenza.

Estaba muy cerca.

Creo que hace mucho no tenía a un ser del sexo masculino tan cerca. A excepción de mi odontologo.

Bajé la mirada al piso.

-Perdón... no me fijé-dije sin verlo.

Sentí que estaba a punto de lanzar otro mal comentario, pero se contuvo. Solo suspiró y dijo:

¡Oppa, nagueboná! [Changlix]Onde histórias criam vida. Descubra agora