FORBIDDEN WEEK 2022

Aqui viene el sol...

Tags: Abuso/Dark Side

Semi-canon Teiko/Primer partido Kaijo vs Seirin Hard semi publico Agresión Instigación abusiva

Fandom: Kuroko no basket

Pareja: Kise x Kuroko

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La brillantez de su sonrisa fue lo que en un principio había llamado poderosamente su atención. Fue una persona inevitablemente difícil de ignorar y pese a que pasar desapercibido era una de sus mejores cualidades, cuando Kise estaba a su lado, sentía que; aunque fuera un poco, también brillaba.

Pero poseía algo oculto que solo Kuroko había podido notar, era una especie de mirada fría, hostil y huidiza pero llena de determinación diferente a la del resto del equipo, una oscuridad latente que el rubio a toda costa evitaba mostrar. Y Kuroko era una persona curiosa por excelencia, usando sus dotes invisibles sabia bien que le seria posible indagar, saciar esa curiosidad por la mirada oro liquida llena de un fuego frio diferente al que alguna vez hubiera visto antes.

Mas no lo hizo. Para cuando el equipo se rompió, estaba mas ocupado lamiendo sus propias heridas como para investigar a alguien que fue participe de la forma en la que estas se hicieron, demasiado inmerso en evitarles, en sanar su corazón herido.

Supo que Kise; pese a todo, lo había buscado. Pero sabiendo ocultarse a plena vista, lo vio deambular de un lado a otro como un animal herido; pero no de esos que sabes van a morir, sino aquellos que mientras lo están, darán una pelea aun mas feroz en busca de sobrevivencia.

La mirada relampagueante que taladraba todo el que se le cruzaba, enviaba a Kuroko sensaciones extrañas que no estaba dispuesto a asegurar en ese momento. Lo deseaba... ver a donde dirigía Kise todo lo que esos ojos amarillos podían decir. Pero se contuvo, alejándose de una manera casi más permanente cuando al final; igual que los demás, también se graduó.

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El que le pidiera frente a sus compañeros se fuera con él a su instituto fuer un desliz incómodo. Kise fue reacio en todo momento en Teiko, a demostrar ser lo que en el fondo era.

El monstruo no solo extraño, sino que peligroso. El rubio quiso ser y fue, a la mirada de Kuroko, un chico radiante, estúpido y lleno de benevolencia juguetona. No lo era.

Hervía como oro líquido ante la más mínima provocación. Y ver al pelirrojo alto tomando a su Kurokocchi como si le perteneciera, lo quebró. No estaba del todo en sus cabales cuando lo provoco. Aunque tener ese partido de practica lo haría estar un poco mas cerca de su persona amada, sabia lo enloquecería aun mas cuando se tuviera que marchar. Pues tenerle entre los dedos y verle desaparecer de nuevo lo pondrían en punto muerto, uno donde no sabia de que forma actuar.

Esa necesidad insana y desequilibrada de poseerlo desde la primera vez en que lo vio, marcar sus dedos en cada centímetro de la blanca piel en su cuerpo, marcar su posesión, su paso por ella. Y Kise sabia que era algo que Kuroko deseaba, en esa mirada igual o peor de trastornada, no lo podía deducir; puesto que no era en lo más mínimo bueno para leer a las personas, pero sí que lograba sentir la reacción del cuerpo del más bajo, la tensión en su voz y el calor de su cuerpo.

Fue después del partido, a pesar de haberle herido; esperaba por el bien de su mente, por error, aun le tenía ahí frente a frente, a la espera de un algo aterrador que no podía identificar, algo que hervía en la boca de su estómago, dispuesto a ser disparado como volcán en erupción. Incluso el haber sido vencido le otorgaba una ira casi ciega, haciéndolo actuar fuera de su máscara principal.