Capítulo 18: Límite

625 52 2
                                    

Podía ser imaginario, literal, confuso o tal vez todo lo contrario, tal vez estaba allí pero ella estaba intentando no pisarlo, no mirarlo y, si podía, olvidarlo. Pero no. El límite se paseaba bajo sus piernas, dentro de su cabeza y contra su pecho como un fuerte golpe.

En dos días la habían visitado todo tipo de sentimientos, inclusive algunos todavía la acompañaban y parecía fundidos en su cuerpo sin deseo de alejarse; todo lo contrario, se distribuían en exceso y se estancaban en su inconsciente, el único lugar no permitido para hacerlo y, aunque quería deshacerse de ellos, allí estaban, solo para burlarse de ella cuantas veces se le diera la gana.

Lisa Manoban había vivido en carne propia aquello que llamaban los locos, su locura de amar, los celos. No podía negarse a sí misma y era hora de que en su intimidad lo aceptara de una vez, Kim Namjoon le genera fastidio solo porque lo veía como su peor competencia, Mina y Chaeyoung estaban de acuerdo en que él era el chico más guapo de la escuela y, aunque a ella no le interesaba de esa manera, otras si lo hacían. Y demasiado.

Y Jennie Kim no era la excepción

El martes, después de ver la partida de Jennie en otro auto acompañada supo una sola cosa, si la castaña la rechazaba solo por una mala actitud algo en su interior la removía y la ponía de mal humor, la lanzaba al ataque y terminaba respondiendo de manera puramente defensiva. Jennie parecía una pared que la arrastraba a un límite con ganas de tirarla al otro lado pero ella se sostenía de dónde podía. Y no sabía hasta cuando iba poder evitar ser arrojada.

Era la primera vez que le afectaba el trato distante de una profesora y su castigo, porque Jennie la castigó a ella y Namjoon terminó ileso de su propia broma. Eso la molestó, las cosas entre ellas estaban cambiando y no quería que eso pasara. Jennie la hacía sentir bien; con una sonrisa que le encogía el corazón y cuando decía su nombre le erizaba la
piel.

Estaba llegando otra vez al límite de otra cosa y estaba comprendiendo cual pero no quería aceptarlo. No si eso no implicaba que Jennie pensara exactamente lo mismo.

Por eso, después de darle vueltas a sus pensamientos, ese miércoles se levantó dispuesta a hablar con ella. No compartía hora con la profesora pero Jennie asistiría al instituto para otra clase.

Se colgó la mochila en el hombro y, después de decirle a Hanbin que la esperara adentro, ella se recargo contra la alta tapia que sostenia el escudo del McKanck, y sobre la vereda y a pasaso de la calle. Jennie no podía fingir no verla.

Se mordió los labios quitando los nervios, luego los movió de arriba a abajo y terminó por pasar miles de veces su lengua por su labio inferior, solo para apaciguar el momento y esperar a que una Mini Cooper apareciera. Suspiró aliviada cuando la vio doblar la esquina. Llevó las dos manos a la tira de su mochila y se irguió para que la espera llegara a su fin. Jennie la vio y terminó por estacionar contra la vereda de en frente. Tragó fuertemente varias veces y permaneció de pie al verla bajar, tomó sus cosas y luego caminó hacia ella.

Su estómago le dio un fuerte golpe cuando vio a Jennie sonreír. La mayor volvió a sonreírle y para ella era más importante que cualquier medicina que pudiera inventar. Apenas dio un paso a ella cuando tuvo que mover la cabeza al ver al auto nuevamente en marcha y alejándose. Descubrió, en apenas una milésima de segundo, a un hombre manejarlo y luego escuchar la bocina ser tocada dos veces.

Jennie le acarició el hombro sacándole otra vez de aquel mar de pensamientos; los celos.

ㅡBuenos días Lisa... ¿Cómo estas hoy? ㅡElla alzó la vista, estúpida sonrisa que quería borrar si aquel desconocida era el autor de la misma. Se quitó de su vista con un movimiento brusco y dio media vuelta. Los impulsos eran los únicos que podían combatir contra aquel interés externo que tenía sobre Jennie.

Profesora Kim | Jenlisa Where stories live. Discover now