Capítulo 54: Profesora Kim #1 Las palabras de confirmación

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Jennie dejó su Mini Cooper en el estacionamiento y se alejó de él con nerviosismo. Echó un vistazo general al edificio frente a ella y, mientras caminaba en su avance, quitó los papeles que necesitaba de su cartera y se perdió en su interior.

Ella estaba trabajando cuando Patrick, su abogado, la llamó por teléfono con urgencia asegurándole que debía presentarse en el juzgado para la lectura del testamento de su tía. Ana y su tío llevaban los últimos dos años separados y su tía reinició su vida rápidamente al lado de otro hombre con dinero y solo seis semanas atrás ambos tomaron un vuelo a Europa que nunca finalizó. La tragedia fue titular en todo el mundo y ella era la única que debía responder a las consecuencias económicas.

No le gustaba todo eso.

Daniel, aquel hombre que vivió con su tía hasta su último minuto, siempre la había tratado con respeto y por eso mismo, en su testamento, todos sus bienes materiales pasaron a sus manos en una herencia que ya se había decidido por donar. Ahora solo faltaba escuchar lo que su tía escribió con algún destino pero estaba iría con el otro al mismo fin.

Dobló el último pasillo de aquel enorme lugar y varios empleados voltearon a verla por lo que aceleró el paso y suspiró cuando vió a Patrick de pie cerca de una oficina.

ㅡGracias por venir, Jennie ㅡla saludó el muchacho con un beso en la mejilla y ella respondió de igual manera.

ㅡDebía estar aquí ¿no?... ¿A quién esperamos? ¿Y por qué no nos encontramos en tu edificio?

ㅡVerás... Esta firma es la más prestigiosa del país y necesitamos asociados si queremos trasladar los fondos con bienes altruistas

ㅡNo entiendo

ㅡJennie, no es simple donar toda esa cantidad de dinero como tú lo deseas y... y menos con el último juicio en que te involucró ㅡmurmuró él y Jennie esquivó la mirada avergonzada.

ㅡEso es del pasado... Y te recuerdo que lo ganamos

ㅡComo sea, la merca ya está hecha y no podemos borrarla. Lo mejor es no hacer otra

ㅡBueno, como sea. No me has dicho que hacemos aquí al final

ㅡMe afilié a nada más y nada menos que al presidente de la firma. Tenemos el caso asegurado, cuenta con ello.

ㅡPara mi esto no es un proceso judicial... ¿Qué tiene que hacer una para que acepten el dinero que se les da? ㅡironizó Jennie moviendo una mano y acomodándose el cabello por el calor. Corea del Sur estaba más insoportables que nunca ese mismo veranoㅡ ¿Y cómo se llama él?

ㅡAllí viene ㅡle respondió él señalando hacia atrás y Jennie volteó a verlo. El típico hombre que se cree superior a los demás por su vocación, de traje impecable y sus manos escondidas dentro de su pantalón. Y su sonrisa soberbiaㅡ Buenas tardes señor, Crawford. Un placer conocerlo ㅡescuchó ella el saludo de los hombres y con una sonrisa forzada estiró su brazo para hacer lo mismo.

ㅡBuenas tardes señor Ford, señorita Kim, he escuchado mucho de usted ㅡagregó él y ella giró los ojos ¿Realmente con este tipo iban a trabajar?ㅡ pero no les quitaré mucho tiempo ㅡagregó él sacudiendo algo inexistente de su corbata y volviendo la vista a ellosㅡ Mi esposa se encargará del caso, ella es la especialista en estos temas.

ㅡ¿Está casado con una abogada también? ㅡpreguntó Jennie sin saber por qué lo hizo, no le agradaba el hombre y ya estaba indagando su vida personal.

ㅡAsí es, de hecho nos conocimos en la Universidad. Era la alumna con el  mejor promedio, perfecto y la que mejor se comportaba... La alumna más aplicada ㅡaseguró él con orgullo y Jennie frunció el ceño, en toda la clase universitaria hay un alumno que se destaca de la mayoría; no entendía realmente el comentario del hombreㅡ ¿Cómo está su tío, señorita Kim? He oído que ya abrió otro despacho individual. Bien por él

Profesora Kim | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora